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El cine del siglo XXI (III): “Kill Bill”

19/04/2012

Si hablamos de la pasada década, no se me ocurre una película más icónica que “Kill Bill”. Sí, digo película porque, para mí, sus dos volúmenes, estrenados entre 2003 y 2004, conforman una única y sólida obra de 245 minutos de duración. Una obra sublime, descomunal, concebida para marcar una época y que supuso, además, el regreso triunfal de un Quentin Tarantino inquietantemente desaparecido desde “Jackie Brown” (1997). Además, la tercera película del director, pese a llevar la inconfundible impronta de su cine, tuvo menos impacto y, en cierto modo, careció de la potencia de sus dos obras anteriores, “Reservoir Dogs” (1992) y “Pulp Fiction” (1994), por lo que la expectación ante su retorno era, entonces, enorme. Y si queríamos impacto y potencia, Tarantino nos devolvió el envite en forma de puñetazo directo a la mandíbula.

“Kill Bill” llevó al extremo y hasta sus últimas consecuencias el irrepetible e inimitable (y mira que lo han intentado) estilo del cineasta, que nos entregó otra obra única en su especie, cuyo secreto era, una vez más, que aparentemente no inventaba nada y a la vez lo innovaba todo. Así, volvió a servirse de sus numerosísimas, variopintas, eclécticas, a veces bizarras y a menudo aparentemente contrapuestas influencias para servirnos, de nuevo, una sabrosísima e ingeniosa receta tarantiniana que sabía, en esta ocasión, a cine de artes marciales, a spaghetti western, a blaxpotation, a cine de yakuzas, a gore e incluso a anime japonés. Y con todo eso, el plato no sólo no se indigestaba, sino que sabía a gloria.

Muchas son las películas, y la lista es de sobra conocida, que influyeron muy directamente al director para dar forma a “Kill Bill”. Tarantino se inspiró, homenajeó o directamente copió de forma nada disimulada elementos de “Lady Snowblood” (Toshiya Fujita, 1973), “Samurai Reincarnation” (Kinji Fukasaku, 1981), “Sex and Fury” (Noribumi Suzuki, 1973), “Thriller: They Call Her One Eye” (Bo Arne Vibenius, 1974), “La novia ensangrentada” (Vicente Aranda, 1972), “Trono de Sangre” (Akira Kurosawa, 1957), “Coffy» (Jack Hill, 1973), “El asesino” (John Woo, 1989), “La serpiente a la sombra del águila” (Woo-ping Yuen, 1978), “Battle Royale” (Kinyi Fukasaku, 2000) y, por supuesto, todo el cine de Sergio Leone, mientras que las referencias más obvias fueron las de “Juego con la muerte” (Robert Clouse, 1978), al enfundarse Uma Thurman el mismo traje amarillo que Bruce Lee en su última película, y la serie “ Kage no Gundan”, con Sonny Chiba repitiendo, o al menos emulando, su personaje de Hattori Hanzo. Sin olvidarnos de las populares series “Ironside” y “The Green Hornet”, que incluso prestaron a la cinta fragmentos de sus bandas sonoras. Por supuesto, “Kill Bill” estuvo repleta también de muchos autohomenajes a la filmografía del propio Tarantino.

“Kill Bill” abre el telón sin contemplaciones, con un primer plano en blanco y negro del rostro destrozado de Uma Thurman, la imagen y el sonido de unas botas acercándose, la voz de David Carradine (lo único que en realidad tendremos de su Bill en este primer volumen) pronunciando un breve monólogo aterrador… y esa bala que se incrusta en el cráneo de la protagonista, y en el de todos los espectadores que permanecen sentados en sus butacas o sillones, dando paso a los fantásticos títulos de crédito con la tan apropiada “Bang Bang (My Baby Shot Me Down)” de Nancy Sinatra. A partir de aquí, Tarantino desgrana, con su efectiva forma de narrar en forma de hábiles saltos temporales, una sucesión de salvajes episodios: el letal enfrentamiento de La Novia, aka Black Mamba (el director omite en este primer film, de forma deliberada y no falta de intención, el verdadero nombre del personaje de la Thurman) con Vernita Green, aka Copperhead (Vivica Fox), con la inoportuna, u oportunísima, según se mire, irrupción de la hija de ésta; el coma de La Novia en el hospital, con la perturbadora primera aparición de Elle Driver, aka California Mountain Snake (una recuperada Daryl Hannah) con el ya legendario “Twisted Nerve” de Bernard Herrmann atronando en primer plano; el brutal despertar de la protagonista; el brillantísimo y sangriento interludio animado que narra el origen y auge de O-Ren Ishii, aka Cottonmouth (la bizca Lucy Liu, con el único personaje por el que merecerá ser recordada);  la trascendente y a la vez divertida visita a Hattori Hanzo (Sonny Chiba) en Okinawa… y el orgiástico episodio en Tokio que cierra esta primera entrega. Tarantino nos endosa un adrenalítico clímax de más de media hora, con la lucha de La Novia contra el séquito de O-Ren Ishii, integrado por su psicópata guardaespaldas Gogo Yubari (Chiaki Kuriyama) y los peligrosos Crazy 88, y no se guarda nada: saltos y vuelos a lo “Tigre y dragón”, desmembramientos, coreografías mortales, un uso selectivo del blanco y negro para hacer más tolerable el chorreo de sangre, luchas a contraluz, irreverentes golpes de humor… resumiendo, la apología de la estética de la violencia llevada a su extremo más gozoso. Y por supuesto, ese duelo final en la nieve, a ritmo de la flamenca “Don’t Let Me Be Misunderstood” de Santa Esmeralda, que se convierte en una bella danza de la muerte, por un momento casi en un duelo de seducción.

Confieso que podría ver “Kill Bill” una vez tras otra, y jamás me cansaría de ella, pero, irremediablemente, nada podrá compararse con esa primera experiencia en pantalla grande. Recuerdo que salí de ver el “Volumen 1” cargado de adrenalina, subiéndome por las paredes. De hecho, el subidón aún me duraba al día siguiente, cuando fui al cine a ver “Big Fish”, que me dejó completamente helado y me pareció blandísima. Aún hoy no estoy seguro de si fue problema de la cinta de Tim Burton, que no he revisitado nunca, o es que aún guardaba, clavadas en mi retina, las impactantes imágenes que había visto el día anterior. Unos meses después tuve la inmensa suerte, y he presumido repetidamente de ello, de poder asistir por motivos laborales al pase de prensa del “Volumen 2”, casi un mes antes de su llegada a las salas españolas. Y mejor aún, pude estar presente en la rueda de prensa que concedieron en un hotel madrileño los mismísimos Tarantino y Carradine. Jamás olvidaré la (megacool) imagen de este último, con un copazo sobre el piano del hall del hotel, interpretando una triste melodía que nos dejó a los allí presentes totalmente hipnotizados.

Confieso también que, por aquel entonces, temía que la continuación de las andanzas de La Novia no pudiese estar a la altura de la apabullante primera entrega. Por supuesto, me equivocaba. El “Volumen 2” mantenía la identidad de su predecesor pero cambiaba ligeramente el tono, era más pausado, más profundo, y en cierto modo, aunque nunca lo hubiese imaginado, más satisfactorio. De nuevo, la brillante sucesión de acontecimientos es inapelable. Desde el minuto uno, directo a la yugular, con ese ya épico monólogo de Uma Thurman al volante (“I’ve killed a hell of a lot of people to get to this point, but I have only one more. The last one. The one I’m driving to right now. The only one left. And when I arrive at my destination, I am gonna kill Bill”… siempre me pone los pelos de punta); un nuevo salto temporal y presenciamos en blanco y negro la masacre de Two Pines que sirve como detonante de la historia, con la primera y elegantísima aparición de Bill; a continuación, el sucio y vibrante episodio en El Paso, Texas, en el que se intercala uno de los mejores momentos sin discusión de la obra, el del entrenamiento de La Novia en China a cargo del grandioso Pai Mei (Gordon Liu), la agónica y desasosegante escena del enterramiento, y los acontecimientos que acaban con la muerte de Budd, aka Sidewinder (un Michael Madsen de nuevo en estado de gracia a las órdenes de su director fetiche) y con Elle Driver definitivamente ciega… pero con vida. En ese momento, y no es casual, descubrimos por fin el nombre de nuestra heroína: Beatrix Kiddo, aunque Bill ya nos había dado algunas pistas desde el principio. Con su venganza casi completa, y habiendo por tanto recuperado su identidad, ya sólo queda, como se presagia al comienzo del film, el último y definitivo enfrentamiento contra el gran villano de la obra. Y Tarantino, de nuevo, vuelve a rompernos los esquemas y nada es como nos imaginábamos: es mejor. Además, presenciamos el primer momento verdaderamente emotivo y conmovedor en la carrera del director, el del inesperado (para ella) encuentro de la protagonista con la hija que creía muerta. El clímax, en esta ocasión, no tiene nada que ver con el anterior, y consiste en un intenso y largo duelo dialéctico, en el que Bill demuestra por enésima vez que es un fantástico narrador de historias y un genial embaucador (ese memorable monólogo sobre Superman, por Dios…), y que culmina en un fogonazo de violencia con una de las muertes más épicas, hermosas y convincentes de la historia del cine. Y poco más podríamos añadir a un final que lo dice todo: “La leona ha vuelto con su cachorro y todo está bien en la selva”.

Mucho se ha hablado, y de hecho el propio Tarantino ya lo avisó en aquella rueda de prensa en 2004, sobre la posible continuación de la historia, pero parece que ya es un hecho. No sabemos si se quedará en un “Volumen 3” o irá aún más allá, si recuperará el formato o tendremos un nuevo e inesperado invento. Sí damos por hecho el regreso de Beatrix Kiddo, de Elle Driver y de unas crecidas Nikki, la hija de Vernita Green, y B.B, el cachorro de La Novia, que podrían llevar el peso de la trama. Reconozco que me da algo de pánico, pero por otro lado, Tarantino nos ha demostrado sobradamente que podemos confiar ciegamente en él. En cualquier caso, no nos adelantemos y esperemos ansiosamente, para este mismo año, su próxima cinta, “Django Unchained”, que tiene una pinta inmejorable y que, aunque nos lo intenten vender como un spaghetti western, sabemos que será mucho más.

Ahora ha llegado el momento de saldar otra deuda pendiente. Cuando tuve el honor de escribir en su momento la crítica de “Kill Bill, Volumen 2”, el medio en el que trabajaba, por motivos completamente acertados, no me dejó escribir algo (de hecho hubiese querido titular así mi artículo) que ahora, con la ventaja de tener un blog propio, sí puedo hacer: Quentin Tarantino es EL PUTO AMO. Y punto.

19 comentarios leave one →
  1. Alberto Loriente permalink*
    19/04/2012 14:08

    Espectacular entrada, Rodrax! Se nota que es una de tus películas favoritas. A mi, aún gustándome bastante, sobre todo la primera parte y escenas como la lucha con Daryl Hanna y el enterramiento, es la que menos me gusta de Taratino. No por calidad, yo creo que las referencias son más lejanas a mis gustos. Sigo reivindicando la belleza y el acertado giro a su carrera que dio en «Jackie Brown» y que recuperó toda su grandeza con la tremenda «Malditos bastardos», una de las mejores películas de lo que va de siglo XXI en mi opinión. Y deja en paz a la pobre Lucy Liu, hombre!

    • Rodrigo Martín permalink*
      19/04/2012 14:40

      Lo único que puedo decir de Tarantino es que, hasta la fecha, no tiene para mí una sola película mala. En mi lista de preferencias, “Jackie Brown” (aunque ahora me están entrando muchas ganas de verla…) es penúltima, sólo por delante de “Death Proof”, y aún así ya hubiesen querido firmar estos dos filmes cientos, miles de directores, sobre todo su extenso séquito de imitadores de pacotilla.

      Y Lucy Liu (que sólo digo que es bizca, que no es un insulto ni es malo… Daryl Hannah es rubia, Vivica Fox negra, la Liu es bizca… lo disimula un poco porque es china, pero es bizca) se ha empeñado ella solita en demostrarnos que el único trabajo suyo que merece la pena es “Kill Bill”. Y encima ahora se rumorea que, en una nueva serie americana sobre Sherlock Holmes, va a encarnar a Watson (¡¡¡¡WTF!!!!), así que tú me dirás…

  2. hartmanfiction permalink
    19/04/2012 19:18

    La verdad es que se nota que te gusta la pelicula, a mi me parecen magnificas ambas y tienes razon de que parecen una sola, a mi Tarantino me encanta, Pulp Fiction es una de mis peliculas preferidas y con estas dos películas nos deja momentos memorables con su estilo unico
    Por cierto gran entrada, de las mejores que has hecho, da gusto ver tu entusiasmo por esta película

    • Rodrigo Martín permalink*
      20/04/2012 1:48

      Muchas gracias, amigo, por tus buenas palabras y tus ánimos. La verdad es que lo bueno de no tener ni amo ni patrón es que podemos escribir de lo que nos da la gana, cuando nos da la gana y como nos da la gana, y lógicamente la mayoría de las veces (aunque no siempre) escribimos de cosas que nos entusiasman, y a veces disimulamos un poco mejor ese entusiasmo y otras no tanto… Creo que ha quedado claro que lo que tengo con «Kill Bill» es un idilio un tanto especial.

      Un abrazo!

  3. 19/04/2012 21:13

    Me encanta el análisis. No sé si es el dúo de películas con más renombre del primer decenio del siglo XXI, pero sí se puede decir que están en los primeros puestos. A mí me fascinó la primera, sobre todo la celebérrima escena en la que La Novia se enfrenta con ochenta guerreros, o el combate con Lucy Liu también es tremendo. Para mí son las últimas dos películas grandes de Tarantino, ya que «Malditos Bastardos» no me gustó en absoluto; sólo el papel que Cristopher Waltz hacía de nazi cabrón. Impresionante entrada, toda una tesis, tanto que la voy a compartir en Facebook y Twitter para que la gente se anime. ¡Un abrazo!

    • Rodrigo Martín permalink*
      20/04/2012 1:55

      ¡Pues muchas gracias por los halagos, por la promoción y por la fidelidad! A mí «Malditos bastardos» me gustó mucho, y casi más la segunda vez que la vi, cosa que me sucede muchas veces con el cine de Tarantino, que cuanto más lo veo más entusiasmo me despierta… Y Cristopher Waltz está majestuoso, el personaje que más miedo me ha dado en una pantalla de cine en muchísimo tiempo. Un abrazo y nos seguimos leyendo!

  4. Jorge Luis García permalink*
    19/04/2012 22:37

    «Kill Bill» es una clase magistral de dirección de cine, un banquete narrativo y formal. Tarantino en estado puro. Un pastiche de elementos robados a otras películas que el gran prestidigitador consigue hacer pasar por únicos, e incluso nuevos.
    Sin embargo, rompo una lanza por «Jackie Brown». No será su mejor película, ni la más «cool» de su filmografía, pero en muchos aspectos es enorme. Y es el mejor trabajo de Samuel L. Jackson en toda su (irregular) carrera.
    Os refresco el temazo absoluto de Bobby Womack de los títulos de crédito:

    Gran post, Rodrax. Enhorabuena.

    • 19/04/2012 22:53

      Secundo tu comentario, Jorge. Samuel L. Jackson me parece un actor un tanto sobrevalorado y Jackie Brown es una película que se debería tener más en cuenta en la filmografía de Quentin.

    • Rodrigo Martín permalink*
      20/04/2012 2:09

      Pues sí, George, «Jackie Brown» no es su mejor película ni la más ‘cool’, eso esta claro, pero sigue siendo un gran film… Para mí es la segunda por la cola en mi lista de preferencias tarantinianas, pero es como si digo, por ejemplo, que tal o cual disco (tendría que pensarlo) es el que menos me gusta de Led Zeppelin… ese disco en cuestión se seguirá meando en centenares de álbumes de otras bandas.

      Y sí, hay intérpretes que brillan de forma espectacular cuando están a las órdenes de Tarantino, en especial Samuel L. Jackson. Hay otros que sólo brillan bajo su tutela, como Michael Madsen, u otros que les deben el mejor papel de su carrera, como John Travolta… ¡Si hasta la bizca se sale en «Kill Bill»! Es por eso por lo que se le considera un resucitador de carreras, porque pilla a cualquiera en horas bajas y le regala un papel memorable, y además sabe dirigirles de la hostia porque tiene bien claro en su cabeza lo que quiere obtener de ellos. Esas resurrecciones luego no suelen ser tal, porque o bien éstos no lo aprovechan o, en manos de otros directores, vuelven a caer en la completa mediocridad. En realidad este tema daría para un post dedicado a ello en exclusiva… Y hasta se me ocurre otro sobre sus inigualables bandas sonoras. En este post no he hablado todo lo que quería sobre la música de «Kill Bill», porque me habría supuesto cascarme tres o cuatro párrafos más y ya era una sobrada. Ahí te lo he dejado caer…

  5. Jaycee permalink
    20/04/2012 11:43

    Yo no vi Reservoir Dogs en su estreno. La vi después de Pulp Fiction, la más sobrevalorada película de los 90. Un cruce de descacharrantes historias sin cabeza. Reservoir dogs me pareció un lúcido inicio de Tarantino. Humilde en el apartado económico y pedante en la forma. Una películita la primera y una soberano gilipollez egocéntrica la segunda. Eran los 90 y cayó en gracia. Reservoir dogs es de 1992 y Pulp Fiction de 1994. En 1995 se estrenaron Sospechosos Habituales de Bryan Singer y Seven, de David Fincher. Dos estruendos cinematográficos que hacen palidecer la obra de Tarantino. Singer y Fincher pertenecen a la misma generación de Tarantino y en aquel momento poseían una perfección formal de la que Tarantino carecía. Pero la prensa decidió fijarse en Tarantino. Evidentemente era mucho más y mejor vendible que los otros dos.
    El cine de Tarantino ha ido ganando en clasicismo y perfección formal hasta desembocar en esa maravilla llamada Malditos Bastardos y aunque creo el cambió surgió con la espléndida Jackie Brown, la transformación absoluta la marcó Kill Bill. Hay restos del alocado, pedante y vacío director de sus inicios pero se aprecia un academicismo que entronca más con mi gusto cinematográfico. Que no tiene por qué ser el mejor. Simplemente es el mío. Kill Bill es un complejo Tour de Force. Bien rematado con más trozos buenos que malos. Me gusta la entrada de Rodrigo pero yo mo comparto si incondicional admiración. Me encanta Kill Bill pero le reconozco problemas de estructura y de ritmo. A mí me parece que la exigencia de Miramax de partirla en dos le hace daño al resultado final. Le sobra una hora, repartida en diferentes momentos. No necesariamente los últimos. Además, Tarantino mantiene ese tic tan suyo de alargar secuencias innecesariamemte. Simplemente porque su verborrea le permite alargar los diálogos. Se me hace aburrido el final entre Beatrix y Bill. Por Dios, un poco de síntesis cinematográfica. Ese defecto es practicamente inapreciable en los bastardos y supongo que desaparecerá completamente en el futuro.
    Me gusta Kill Bill. Me gusta mucho. Fue la película que me reconcilió con un superdotado de la dirección cinematográfica. Un tipo que todavía tiene que rodar sus mejores y más perfectas obras.
    Aunque no sea David Fincher. Oh, Rey de Reyes!

    • Jorge Luis García permalink*
      21/04/2012 14:41

      Respeto y entiendo lo que dice Jaycee pero no comparto su opinión. «Pulp fiction» es un tsunami en los años 90 que rompe con todos los esquemas tradicionales. Obviamente, cuando algo es tan transgresor no puede contentar a todos. Ahora ya está totalmente integrada en el imaginario colectivo pero en su momento era un soberano corte de mangas a la industria e incluso al cine de autor (recordad los abucheos que la dispensaron al obtener la Palma de Oro en Cannes). ¿Está vacía? ¡Por supuesto! y de hecho alardea de ello. «Pulp fiction» es todo estilo y digresiones maravillosas que probablemente no llevan a ningún lado pero que fascinan, divierten, desconciertan y, por encima de todo, son memorables (en el sentido estricto del término: que no se olvidan). Siendo «Sospechosos habituales» y «Se7en» dos grandísimas películas de los 90, que perfectamente pueden ser mejores que «Pulp fiction» según el gusto de cada cual, no eran rompedoras en la forma en que el invento de Tarantino sí lo era.

      • hartmanfiction permalink
        21/04/2012 16:30

        Totalmente de acuerdo, pulp fiction es completamente distinta a todas las peliculas de esa epoca, si que entiendo que se diga que no es muy correcta académicamente pero es que ella misma creo una nueva escuela de cine, y lo mejor de todas las peliculas de Tarantino es que son divertidas, no tanto por lo que cuenta sini por como lo cuenta, de modo distinto a todo lo visto, que como te guste te parecera sensacional

  6. Rodrigo Martín permalink*
    22/04/2012 12:12

    Hola, amigos, me reincorporo un poco tarde al debate y sobre «Pulp Fiction» no puedo añadir mucho más a lo que ya han dicho Jorge y hartmanfiction… Comparto su pasión, para mí es una puta maravilla, una de las películas más disfrutables, sino la que más, de los 90. Os dejo también la poderosa entrada que se curró sobre la película en su blog nuestro amigo Alex Palahniuk, con su permiso: http://apettite-for-prostitution.blogspot.com.es/2012/04/pulp-fiction.html.

    Y Jaycee, estaba convencido de que sacarías a Fincher y a Singer a pasear… que ya son muchos años conociéndonos… Sobre el primero creo que he dejado bien clara mi admiración anteriormente en este blog, y sobre el segundo, pues qué quieres que te diga, para ver algo bueno de este director tenemos que remontarnos 9 años atrás, hasta su «X-Men 2», uno de los mejores films de superhéroes de la historia. Después de despeñarse con su torpe e insípida «Superman Returns», creo que no está haciendo verdaderos intentos por salir del pozo. No he visto «Valkiria», a mí personalmente me interesaba cero, y lo próximo que estrenará será «Jack el caza gigantes», ídem. Y ahora parece que su siguiente proyecto será hacer su propia versión cinematográfica de «Battlestar Galactica», y ahí ya te digo que pueden ir dándole mucho por el culo (y no, no haré la broma fácil). Tarantino, en cambio… bueno, me alegro que coincidamos en que es un cineasta que aún sigue creciendo (siendo además siempre fiel a sí mismo, algo que comparte con Fincher pero no con el desnortado Singer) y que aún puede rodar sus mejores y más perfectas obras.

    Un saludo a todos, mai frends!

  7. Antiloo permalink
    25/06/2012 11:45

    Ala por qué no una referencia mas! jeje; Escrito bajo el Sol (1957) de John Wayne y John Ford, de ahí está robado directamente lo de voy a mover el dedo gordo del pie…

    • Rodrigo Martín permalink*
      25/06/2012 17:30

      Me fio absolutamente de ese dato que desconocía y que tan oportunamente nos apuntas, Maestro Antiloo…

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