“La Cúpula” vuela en mil pedazos
Mencionaba en mi anterior post, dedicado a la serie de Aaron Sorkin “The Newsroom” y publicado hace un par de días, que cuando uno se la juega dándole una oportunidad a una serie de estreno con el tiempo a veces termina obteniendo su justa recompensa, cuando se da cuenta de que acaba de descubrir una nueva joya televisiva o, al menos, un entretenimiento aceptable, que no es poco. Otras veces, en cambio, pincha en hueso y se encuentra con que ha perdido un tiempo precioso en algo que, ciertamente, no lo merecía, o no ha cubierto sus expectativas, o incluso ha sido una absoluta tomadura de pelo. Y he empleado el verbo ‘jugársela’ porque me refiero a eso, a ver una serie desde que empieza a emitirse, por los motivos que sean, que pueden ser muchos y no voy a enumerar ahora, pues no vale eso de apuntarse al carro cuando tus colegas, IMDB y todos los críticos del planeta ya te la están poniendo por las nubes y tienes la certeza de que es la hostia. Y además, porque no deja de ser una jugada de riesgo, pues los que estamos tan viciados con esto de las series tenemos ya tantas en cartera, tantas pendientes y tantas recomendadas, el ritmo televisivo es (felizmente) tan implacable, los días siguen teniendo 24 horas, las semanas 7 días y además algunos pretendemos incluso dedicarnos a hacer otras cosas con nuestras vidas que, en un momento dado, sumar una más a nuestra apretada agenda no deja de ser una osadía.
En mi caso, mi apuesta por “La Cúpula” (“Under The Dome”) la tenía ya decidida y clarísima desde que supe, hace muchos meses, que la CBS preparaba una adaptación televisiva de la novela de Stephen King. El libro, sin ser de los mejores del escritor, me había gustado bastante, a pesar de contar con un final francamente mejorable. No tanto por la explicación del por qué de la cúpula en sí, que tampoco es la repera, sino por cómo lo acaba gestionando el autor… es igual. En cualquier caso, todo el desarrollo de la trama, todos los eventos que King nos narra al encerrar a una pequeña población de Maine (dónde si no), llamada Chester’s Mill, dentro de una misteriosa cúpula, sí los encontré emocionantísimos, por momentos brillantes. Y sobre todo, me parecían material de primera para hacer una serie extraordinaria. De hecho, “La Cúpula” me recordó muchísimo a “La tienda” (“Needful Things”, en el original), ésta sí, sin duda, una de las mejores novelas de King, que sin embargo padeció una horrible adaptación cinematográfica en 1993. Yo entonces no era más que un adolescente y no era el loco de las series que soy ahora, y aún así recuerdo que pensé que el problema de aquella espantosa película era que 120 minutos eran insuficientes para sintetizar una historia que sólo cobraba sentido al construirse en torno a todo un pueblo, decenas de personajes e innumerables eventos (bueno, igual no lo pensé exactamente así, pero más o menos): o sea, que “La tienda” daba para hacer una serie cojonuda, pero como película siempre sería nefasta. Así que ahora entenderéis aún más mi alegría al enterarme de que “La Cúpula” iba a correr mejor suerte. El subidón padre ya me sobrevino cuando supe que a ‘Big Jim’ Rennie, el gran villano de la función y, sin duda, el mejor personaje de largo del libro, le interpretaría nada más y nada menos que Dean Norris, ese putísimo amo. Sí, la cosa no podía pintar mejor.
Sé que muchos seguís la serie al ritmo de su emisión en abierto en España, y creo que ahora mismo iréis más o menos por la mitad de la temporada, así que aunque yo ya he visto los 13 capítulos completos que componen esta primera tanda de episodios, y es por eso por lo que escribo este post, voy a hacerlo sin colaros ningún tipo de spoiler. Al menos no de aquello que aún no hayáis visto. Es igual, porque, sinceramente, lo que menos me apetece ahora es meterme en tramas, teorías, giros de guión… Aunque eso sí, probablemente os revele algún que otro detalle del libro, por lo que si estáis pensando en leerlo y queréis llegar completamente vírgenes a él, ya sabéis lo que tenéis que hacer. El caso es que CBS emitió el capítulo piloto de “La Cúpula” el pasado 24 de junio y, un día después, ahí estaba yo religiosamente delante de la pantalla para ver si cumplía las enormes expectativas que tenía depositadas en esos 40 minutos en cuestión. Porque el arranque de la novela es, de largo, lo mejor de las más de mil cien páginas de semejante tocho. La caída de la cúpula, en el libro totalmente silenciosa e imperceptible (sin temblores ni otro tipo de señales) provoca una secuencia incontrolable de accidentes y catástrofes, con numerosas víctimas a uno y otro lado de la barrera invisible, que está narrada de forma impecable por un King que además aprovecha para ir presentándonos de forma modélica a los personajes e introduciéndonos en el universo de Chester’s Mill. O sea, que lo tenían a huevo para hacer un capitulazo, e incluso yo soñaba con algo, si me permitís la sobrada, a la altura del piloto de “Perdidos”, en cuanto a acción e intensidad, digo. La primera en la frente, pues la cosa les quedó bastante ‘light’, siendo muy generoso. Ni siquiera el accidente de la avioneta fue mínimamente impactante. La vaca sí. Qué buen partirse, oye. Y luego estaban todos esos cambios que había que asimilar, pero vale, ya habría tiempo para ello. Ya sabemos que una adaptación es una adaptación y, me dije, quedan doce capítulos y esto aún puede ser algo grande… Pues no, amigos. Siento decirlo, pero “La Cúpula”, para mí, se ha ido resquebrajando con el paso de las semanas para acabar, al final, volando en mil pedazos. De hecho, si he aguantado estoicamente los 13 episodios que componen su primera temporada ha sido solamente porque me debo a los lectores del Cadillac y quería escribir este post. Como adaptación, y como serie, es un verdadero desastre. Si la estáis viendo y la estáis disfrutando, pues muy bien por vosotros, pero yo he llegado hasta aquí y aquí me bajo. Y con un cabreo de mil pares.
Aclaro, no obstante, que lo que me cabrea no son los innumerables cambios respecto a la novela original perpetrados por los guionistas, comandados por Brian K. Vaughan (¡dedícate a escribir cómics, que lo haces de puta madre!) y tutelados como productores ejecutivos por, entre otros, Steven Spielberg (¡dedícate a hacer cine, que con las series últimamente no das ni una!) y el propio Stephen King (¡dedícate a… bueno, tú coge la pasta y sonríe!). Ya hemos debatido intensa y ampliamente sobre la peliaguda cuestión de adaptar una obra literaria al formato televisivo o cinematográfico, sin ir más lejos, en algunos de los posts que les hemos dedicado en este blog a “Juego de tronos” o “The Walking Dead”. No voy a volver ahora a dar la brasa con el tema, me limitaré a señalar que soy de los que opinan que muchos de los cambios u omisiones que nos encontramos en algunas adaptaciones, aunque en principio nos duelan, no sólo pueden acabar teniendo su justificación, sino que a veces son necesarios o inevitables, cuando no muy oportunos. Vale como ejemplo otra novela de King, “El resplandor”, que Stanley Kubrick acabó pasándose por el mismísimo forro de los cojones allá por 1980. Luego uno ve la película, lee el libro, y se da cuenta de que son muy distintos y de que la primera, dónde va a parar, es infinitamente mejor. Pues eso. Tampoco me cabrea que la serie haya rebajado notablemente el nivel de violencia, a veces muy explícita, de la novela, algo muy habitual en las adaptaciones de las obras de King, pues el escritor es bruto, salvaje y sádico como pocos. Entiendo que una oleada de asesinatos, violaciones en grupo y suicidios no tengan cabida en una serie que, al fin y al cabo, se emite en una cadena en abierto como la CBS y tiene vocación de llegar a todos los públicos.
Así que, como os decía, no me cabrea que el personaje de Dale ‘Barbie’ Barbara ya no sea ese héroe intachable de una pieza del libro y ahora sea un tipo más bien turbio, incluso un pelín delincuente. Ni que Julia Shumway no sea una solterona madurita, sino una jovenzuela de buen ver, para que su romance con Barbie tenga en teoría más sentido (aunque yo, por más que lo intente, no se lo encuentre por ningún lado). Tampoco me cabrea que Junior no sea ese jodido piscópata que se carga a dos muchachas al comienzo de la novela, las esconde en una despensa y las visita de vez en cuando porque son “sus únicas amigas” (y esa es sólo la primera de muchas locuras), y se quede en un tío un tanto desequilibrado, cobarde y desconcertante. Lo que decía: CBS y todos los públicos. Ni que los niños Joe McClatchey (McAllister en la serie), Benny Drake y Norrie Calvert tengan unos añitos más y ahora sean adolescentes, hasta lo veo lógico, ni que ésta última sea ahora forastera y le hayan endosado dos madres lesbianas porque quede muy ‘cool’. Ni siquiera me cabrea que Angie McCain (McAllister en la serie), la primera chica que termina fiambre en la despensa de Junior, aquí sí esté vivita y coleando, aunque bueno… no podemos decir que no haya tenido sus ‘roces’ con el hijo de Big Jim. Ni que Phil Bushey no sea ese yonkarra consumido por la metanfetamina, clave en la resolución de la trama, y sí en cambio un DJ con aspecto sanote y enrollado, que no parece servir en realidad para nada.
De hecho, tampoco me cabrea, aunque sí reconozco que ya me toca un poco las narices, pero no, no llega a cabrearme, que hayan prescindido de personajes jugosísimos e importantísimos, (diría imprescindibles, pero me contendré) para la historia. Como Rusty Everett, médico y marido de la agente de policía Linda, el otro gran protagonista de la novela junto a Barbie y que el gracioso de Vaughan y sus secuaces han decidido convertir en bombero y dejarle al otro lado de la cúpula. Es como desechar a Jack o a Sawyer y quedarte sólo con uno, cuando perfectamente podrías, o deberías tener a los dos. O como Andy Sanders, el primer concejal de Chester’s Mill. O Brenda Perkins, la viuda del sheriff ‘Duke’. O el ayudante de este último y encargado de asumir su puesto tras su muerte, Peter Randolph. O la reverenda Piper Libby. O esa pandilla de colegas de Junior que acaban formando el cuerpo de policía más peligroso desde tiempos de la Gestapo, integrada por Georgia Roux, Frank DeLesseps, Melvin Searles y Carter Thibodeau (que sí llega a salir en la serie, pero como si no). Todas estas ausencias no me cabrean, en serio, o no del todo, como no lo hace que los responsables de la serie hayan decidido que la cúpula no deje traspasar el sonido, al contrario que en el libro, en donde la comunicación entre ambos lados sí es perfectamente posible. Esto cierra algunas posibilidades que en la obra de King dan muchísimo juego, pero ganas otras muchas porque ahora el aislamiento es aún mucho mayor. Así que de acuerdo, lo compro. Tienes todos esos cambios, has dejado todas esas otras cosas fuera, está bien, no pasa nada, siempre y cuando, repito e incluso subo el tono de voz para que quede claro, SIEMPRE Y CUANDO lo que construyas a partir de ahí, con los mimbres que has elegido, esté a la altura y merezca la pena. Siempre y cuando mole.
Y lo que me cabrea es que no, no mola. No mola una mierda. Me cabrea que “La Cúpula” haya desaprovechado un material de partida tan potente para haber entregado algo tan endeble, tan falto de talento, tan, por momentos, ridículo. Me cabrean sus guiones flojísimos, absurdos. Me cabrea que el que podía haber sido uno de los mejores villanos de la televisión reciente no haya despertado ni la mitad de miedo, ni la mitad de asco que en el libro. Que, de hecho, no haya ni un solo personaje bien construido en toda la serie, o que acabe comportándose con un poco de lógica. Que sea todo tan caprichoso y esté todo tan cogido con pinzas. Me repatea, me llevan los demonios haber tenido que aguantar, durante varias semanas, el tener que ver a Dean Norris los lunes ejerciendo de puto Dios en “Breaking Bad” y los martes cubriendo el expediente, con cara de «pagadme que me quiero ir a casa», en “La Cúpula”. Y que el resto del reparto sea mediocre. De hecho, creo que al final mi interpretación favorita de toda la temporada es la de la vaca. Qué buen partirse, oye, en serio. Me cabrean algunos detalles de juzgado de guardia, como que un cuerpo de policía formado en el libro por nueve agentes y reforzado luego con cinco ayudantes, en la serie esté formado únicamente por una policía, probablemente la más torpe y lerda de la historia de la televisión, y un ayudante pasota que va continuamente a su bola, y con eso nos pretendan hacer creer que se puede controlar un pueblo en una situación extrema. O que lo mismo podamos decir del hospital. Pero oye, no pasa nada, porque en Chester’s Mill las crisis vienen y van, según convenga, y sus habitantes igual ahora nos viene bien que estén desesperados como que aparezcan más tarde por ahí como si estuviesen disfrutando de unas plácidas vacaciones, o si hace falta nos olvidamos de ellos un buen rato y punto. Y no sigo por aquí para poder mantener mi promesa de no reventaros la serie con spoilers…
Me cabrea también, y mucho, esa descarada y continua obsesión por copiar a “Perdidos”, y hacerlo con tan pésimos resultados. Cuándo entenderán que no es posible igualar lo inigualable y que hacen muy mal yendo por ese camino. El propio Vaughan, que llegó a co-escribir siete episodios de la serie creada por J.J Abrams y Damon Lindelof, debería saberlo mejor que nadie. Son muchos los que a día de hoy aún critican esa joya absoluta que marcó un antes y un después en la historia de la televisión porque, oye, no nos explicaron por qué Walt era especial, así que no me quiero ni imaginar, siendo juzgada con esa misma severidad, en qué lugar deberíamos poner entonces a “La Cúpula”. Y aunque no sabemos cómo terminará la serie ni qué explicación a tan extraño evento nos darán, pues ya han avisado que será totalmente distinta a la del libro de Stephen King, me atrevo a hacer un pronóstico: todos los que masacraron el final de “Perdidos” (yo sigo pensando que muchos no lo entendieron), que vayan preparando la artillería, porque el cabreo que se agarrarán cuando termine “La Cúpula” será morrocotudo. Aunque como yo probablemente no lo vea, tendréis que contármelo.
Otra cosa que me cabrea es que nos hayan engañado, sí, así como suena, diciéndonos que estábamos ante una miniserie de 13 episodios, con su principio y su final, un plazo más que razonable para haber adaptado de forma bastante satisfactoria el libro, y luego se hayan sacado de la manga una segunda temporada, para darnos cuenta al final de que ni de coña, de que las intenciones desde el principio estaban claras, y no son otras que intentar estirar el invento todo lo que puedan, mientras las audiencias acompañen. Y las audiencias acompañan, y de qué manera. Ya sabemos cómo suelen terminar estas cosas. Me cabrea, en definitiva, haber empezado a verla con las expectativas muy altas, haberme ido desencantando con el tiempo, haber ido aguantando porque sus episodios, al fin y al cabo, duraban 40 minutos, eran de digestión fácil y más o menos entretenían, haber ido asistiendo en cambio a una degeneración continua e imparable y haberme dado cuenta de que sus 40 minutos cada vez se hacían más largos, más indigestos y más insufribles, y haber tenido que aguantar hasta el final para, como os decía más arriba, poder escribir este post, y también porque me jode dejar las cosas a medias. Aunque si la temporada hubiese tenido 22 capítulos, os aseguro que no estaríais leyendo esto. También me cabrea, lo reconozco, haber afrontado su último episodio, “Curtains”, emitido el pasado lunes en EE.UU, con la esperanza de que la cosa, en el último momento, remontase de algún modo, o concluyera al menos de una forma aceptable, o con un ‘cliffhanger’ potente… Una esperanza que también ha terminado volando en mil pedazos. Me cabrea, en definitiva, haber acabado viendo “La Cúpula” deseando, con toda mi alma, que todas las existencias de propano del pueblo saltasen por los aires, arrasando todo a su paso y no dejando nada ni a nadie en pie en Chester’s Mill. Bueno, por mí como si así hubiese sido. Como os decía al principio, hay tantas series que ver, tenemos tantas pendientes, tantas recomendadas…
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Saludos Rodrigo:
A mí también me ha decepcionado, casi punto por punto como enumeras. Sólo aguanté los dos primeros episodios. Aunque ya estaba con la mosca tras la oreja al conocer que la habían renovado por una temporada más, cuando se suponía que era una mini serie.
De todas formas, engancharse a lo que todo el mundo elogia, tampoco es garantía de que te guste. A mí me ha pasado últimamente con dos series, muy elogiadas, y a las que no quitaré calidad ni buenas interpretaciones, pero que para mi gusto personal -el único importante al hablar de cómo disfrutamos con las series- no son la repera ni la Biblia en verso. A saber: Sherlock (con tres episodios por temporada, no me creo que deba haber siempre uno de ellos con falta de ritmo o historias menos interesantes) y Homeland (para conspiraciones y juegos de espías prefiero volver a disfrutar de Tinker, Taylor, Soldier, Spy o La gente de Smiley). Pero, ya digo, son gustos personales.
Juan Constantin
Buenas. Respecto a esta entrada, sólo puedo decir que gracias. Sinceramente, no he leído el libro; pero, nada más empezar a ver la serie, con grandes expectativas por sus guionistas y productores, me di cuenta de que fallaba algo, de que algo no encajaba en el puzzle y de que lo que podría ser una gran historia se estaba quedando en otro testimonio sobre los conservadores pueblos de Estado Unidos (esta vez, de manera más «concentrada»). Te agradezco, pues, que me hayas ayudado a ver que no soy una paranoica que intenta desechar series por nimiedades. Después de leer la entrada tengo muchas ganas de leer el libro y pocas de continuar viendo la serie; estoy casi segura de que mi tiempo estará bien invertido si decido hacerlo finalmente. Es probable que termine viendo hasta el final de esta temporada, ya por pura inercia, pero sé que lo único que me aportará será indiferencia y, sobre todo, pereza ante la expectativa de otra temporada. Un saludo, Bel.
Yo tambien he visto los primeros capitulos de la cupula, y me parece penoso como van sucediendo los acontecimientos, es imposible tomarsela en serio, en mi opinion es una serie mas, del monton, de las que anuncian a bombo y platillo y luego se van disipando las espectativas cuando la ves..
Evidentemente no se puede comparar con perdidos como tu bien dices, hay series que marcan un antes y un despues, y perdidos es unica,aunque tambien te digo que perdidos tuvo momentos mas memorables que otros, y pienso que el capitulo final no fue todo lo redondo que debio ser, es una serie que en mi opinion se alargo demasiado..y pago el precio de dejar muchos asuntos de la trama en el limbo,
Por otro lado y volviendo a las series bluff,el otro dia comence a ver REVOLUTION, una seria de la que me hablaron bien, y que ya en su primer episodio me parecio de cachondeo, una estupidez de historia increible , con incongruencias por todos lados, con unas situaciones absurdas, y topicos super manidos, me recordo por momentos a la pelicula del cartero de kevin costner, y eso no es un buen recuerdo
en fin que si buscas buenas series, creo que no las encontraras en antena 3,al menos hasta que vuelvan a emitir juego de tronos
saludos!
Yo empecé a seguir al serie, y hasta la terminé (en V.O.), y opino que es un truñó. Empezó muy bien, pero se fue desinflando…. lo de «matar» al sheriff, que era una de las pocas caras conocidas, y actor de «peso», me pareció una estupidez. Deberían haber conservado a ese actor, aunque fuera en otro papel. Parece como si los habitantes del pueblo fueran meras comparsas de la trama principal, no hacen nada de nada. De hecho, se podrían sustituir por muñecos hinchables (y no penséis mal… que os veo) sin que la trama se resintiera.
No hay un actor de verdadera envergadura que lleve la trama de la serie. Y por si fuera poco, la chica que sustituye al sheriff… parece boba. Lo dicho, me parece que «estiran» mucho el argumento, y de un libro quieren sacar 7 temporadas y un prólogo.
Y el hijo del «malo», que debiera ser «malo, malísimo», no es malo, sino que está como una cabra…..
Yo no he leído el libro… pero dudo que el Sr. King apruebe la serie….
Lo mejor de la serie… con diferencia… lo de la vaca cortada al medio con precisión milimétrica…. hasta ahí llegó el presupuesto para los efectos especiales. Lo que me consuela es que, al paso que llevan «matando» actores, la segunda parte puede ser corta. O se ponen a nacer y crecer como posesos… o se les van a terminar los «buenos» a los que matar. Recordemos que nadie entra ni sale…. y los «protas» son cuatro y el loco. Esto es como la de «diez negritos»… cada día hay un mono menos, y los que quedan… cada vez más inútiles. Si logran hacer otros 13 capítulos en la segunda parte… será a base de los recuerdos de la infancia de los protagonistas. O a lo mejor se reproducen por mitosis…. o resucitan…. vaya usted a saber.
Yo solo he visto el capítulo 9 » La cuarta mano» y me dieron bastantes ganas de ver el 10, ya han pasado tres días,casi que igual os pido un privado con un Spoiler brutal y me ahorro el libro también, soy de los que no me importa conocer cómo se hace el truco de magia.
Por cierto, quizás me digáis que use el buscador, pero UTOPIA puede servir para quitar el mal sabor de boca.
Como termina la novela de la cupula?
Hola, Juan Constantin, Bel, carloskalibur, Anónimo, El Coyote, Jota/bladej y vero, gracias por pasaros por aquí y comentar. Lo que no se le puede negar a «La Cúpula» es su condición de ‘fenómeno’, para bien o para mal es una de las series del verano/otoño, ahí están sus datos de audiencia en EE.UU y en España y cada lunes por la noche (su día de emisión en Antena 3) esta entrada experimenta un pico de visitas bestial. Otra cosa es que, por lo que veo en los comentarios y lo que he podido sondear en otros blogs y foros, somos muchos los que nos hemos sentido profundamente decepcionados por la serie, aunque habrá quien la esté gozando y disfrutando a tope. Bien por ellos. Y es muy respetable, oye. No a todo el mundo tienen por qué gustarle las mismas cosas, y lo que a mí puede parecerme maravilloso a otro le parecerá intragable, o algo que yo creo que es infumable a otro le parecerá la repera. Por ejemplo, aludiendo a Juan, a mí sí me parecen maravillosas «Homeland», aunque habrá que ver qué tal se mantiene en su tercera temporada, y «Sherlock», aunque le doy la razón en que, en sus dos temporadas emitidas hasta ahora, el segundo capítulo siempre ha estado muy por debajo de los otros dos, por algún extraño motivo…
A Bel la animo a que se lea el libro, si no se lo he destripado ya demasiado en mi post, aunque eso sí, le aviso que es un tochazo importante y que tiene que gustarle bastante Stephen King, igual si no se le puede atravesar. Y respecto a «Revolution», que menciona carloskalibur, yo sí estuve muy tentado de darle una oportunidad en su momento cuando se estrenó en EE.UU, pero creo que tuve el buen juicio de esperar, y luego sondeé y leí tantas cosas que no me gustaron que al final acabé pasando. Por lo que dice, creo que hice bien. Anónimo, lo de la muerte del sheriff sí es algo muy fiel al libro, pero ahí sí que tiene pleno sentido y funciona muy bien, pero no se puede decir lo mismo de la serie, en donde el departamento de policía inexplicablemente es inexistente y se reduce a una única agente que, como he dicho en mi entrada, además es una absoluta negada (todo lo opuesto a su personaje en el libro). Pero me temo que el Sr. King sí aprueba la serie, está tan acostumbrado a que le jodan sus novelas que yo creo que con que le paguen se da por satisfecho. Nunca le he leído ni oído quejarse de ninguna adaptación de su obra, ni aún menos poner trabas a ningún proyecto, es exactamente lo opuesto a ese maldito genio loco llamado Alan Moore. Como dice El Coyote, y enlazaría un poco con lo de la muerte del sheriff, la alarmante falta de personajes (no digamos ya personajes ‘sólidos’, que no hay ninguno), es uno de los problemas que habrán de sortear en la segunda temporada. En el libro sí tenían muchísimos personajes y muy buenos donde elegir, pero los acabaron descartando a casi todos, y los que eligieron los desaprovecharon o ya se los han cargado… Capaces son de introducir nuevos caracteres (lo han hecho este año, de forma burda y chapucera… ¡en el octavo episodio!) y será un absoluto desastre.
Y para ir concluyendo, Jota/bladej, algún día escribiremos en El Cadillac Negro sobre «Utopía», y para saciar su curiosidad y sobre todo la de vero, y la de otros muchos que nos consta (por las estadísticas de WordPress) que llegan a este blog buscando saber cómo termina la novela de «La Cúpula» de Stephen King, no seré yo quien os lo cuente, pero os dejo el siempre infalible enlace de la wikipedia, en donde os destripan el argumento del libro (aunque eso sí, de forma extremadamente resumida), incluido su final, para todos aquéllos que quieran ahorrarse su lectura: http://es.wikipedia.org/wiki/La_c%C3%BApula_%28novela%29#Argumento .
Un saludo, y que sigan ustedes viendo series, y leyendo libros, y visitando blogs, y disfrutando de la vida…
es un poco, como decirlo, penosa y mal redactada.
Hola, Anónimo. Entiendo que te refieres a mi entrada, y si es así, siento de veras que no te haya gustado, y por supuesto que estás en tu pleno derecho de criticar lo que creas conveniente. Eso sí, déjame decirte, ya que sólo has escrito una frase compuesta por nueve palabras, que deberías haber empezado con mayúsculas y que te falta una tilde en ‘cómo’. Un saludo.
pero….¿cómo coño acaba?
Hola, Jose Luis. No sé si esas son formas correctas y educadas de preguntar las cosas… Si lo que quieres saber es cómo termina la novela, más arriba hay un comentario mío muy extenso en donde he dejado un link que te podría interesar. De nada.
A mi la serie me encanta sobre todo que julia y barbie esten juntos es la mejor pareja en cuanto a los cambios del libro si que es muy diferente pero king dijo que no seria como el libro, que sus personajes estaban alli nada mas que con otros nombres y o profesiones resumiendo LA CUPULA ES LA MEJOR SERIE DE TELEVISION
A mi tambien es una serie super buena, y me encanta
Es decir, le cambias el nombre al personaje y su oficia y sigue siendo el mismo. ¿De verdad? ¿Lo has pensado bien? Un ejemplo. «Hola soy Pepe y soy policia. Ahora soy José y soy escritor» ¿Siguen siendo la misma persona?
Además, que lo que más destaques sea la historia de amor… Que en el 2×02 Barbie no coincide con ella en un punto y ya le suelta ella «Estoy perdiendo tu confianza» WTF??? Ya? jajaja
Respeto tu opinión, de verdad. Pero creo que la serie es infumable. Amo el libro, odio la serie.
Es la mejor serie. Soy de argentina y la miro en TNT y no me decepcionó. Es depende del punto de vista de cada uno. A mi me encanta
Es curioso que King tenga metida entre ceja y ceja lo mala que fue (para él, claro) la adaptación de «El resplandor» por parte de Kubrick. Su amigo Mick Garris llevó a cabo una adaptación «fiel» en forma de mini serie y por lo que he oído debe ser más mala que la carne de pescuezo. Entiendo que en su día le molestara que Kubrick el genio loco metiera tantos cambios, pero con la perspectiva que da el tiempo debería de ver que quedó una película estupenda. Todavía le escuece, en la introducción de «Doctor sueño» hace otro comentario acerca del tema.
Yo he visto la miniserie del Resplandor y puedo asegurar que es lo peor que he visto desde la versión española de Cheers. Por otro lado pienso que la película de Kubrick es infinitamente superior a la novela. En cuanto a la Cupula me divirtió la primera temporada pero esta segunda me parece infumable.
Socio, parece que te hubieras metido en mi mente y me hubieras ahorrado el trabajo de escribir ese tocho de opinión. Coma por coma. Mi opinión es exactamente idéntica a la tuya. Letra por letra. Tanto del libro como de la serie, de los actores, guiones… Viva la vaca y al resto candela. No hubiera podido explicarlo mejor que tú, así que te felicito y en nombre de todos te agradezco esta crítica.
Solamente añadiría, aunque ya lo has dicho tú más o menos aunque con otras palabras, que a todos aquellos que la serie les parezca un ñordo no se imaginen ni por asomo que el libro también lo es. Pueden darle una oportunidad a la novela porque es una historia muy buena.
A los que, en caso contrario, les encante esta serie y piensen que el libro por tanto también les va a gustar, igual se llevan una decepción.
Saludos y enhorabuena, me ha encantado tu crítica.
Jj
Muy buena crítica, opino igual. Podría haberse hecho una buena serie, pero es lenta, ñoña, y los personajes no enamoran. Un 5.