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Faith No More: el noble arte de hacer enemigos

07/04/2015

Faith No More

Ecléctico. Una de las palabras de las que más abusamos los del gremio de la crítica musical. Con que a cualquier grupo se le ocurra hacer un ritmo funky en algún tema o incluir una guitarra acústica ya se lleva ese, en teoría halagador, adjetivo. Pues bien, hoy nos hemos empeñado en hacer justicia con ese término.  Y la mejor manera de utilizarlo en la escena rockera es, sín duda, aplicándolo a los incomparables Faith No More. Rock alternativo, heavy metal, hip hop, gospel, soul, bossa nova, jazz, thrash…todo eso y mucho más se puede encontrar en esa loca coctelera de sonidos que es Faith No More y que les lleva mucho más allá de sus grupos ‘hermanos’, aquellos con los que coincidieron en época de mayor éxito y en aspiraciones, los Primus, Red Hot Chili Peppers, Living Colour, Fishbone o Jane’s Addiction. ¡Ay, esos años 90! Esos años en los que unas bandas tan…diferentes podían convertirse en multiventas e influir a millones de personas por todo el globo. Unos años en los que la banda de San Francisco vio como, tras permanecer largos años en el ‘underground’ desde el comienzo de los 80, explotó definitivamente legándonos una serie de discos y canciones irrepetibles hasta la inevitable decadencia y separación en 1998.

Cuando todo parecía haber quedado en un bonito recuerdo, el grupo se apuntaba en 2009 a la ya eterna moda de los regresos sonados, dedicando los siguientes cuatro años a hacer conciertos puntuales en loor de multitudes. La marca Faith No More se había revalorizado durante su ausencia y el excelente estado de forma de la banda redondeó uno de los mejores retornos de lo que llevamos de siglo. El silencio posterior parecía un claro signo de que la situación se había enfriado, pero, cuando ya menos lo esperábamos, Mike Patton y los suyos oficializaban que estaban trabajando en un nuevo álbum. Será este mayo cuando ‘Sol Invictus’ sacie la acuciante sed de sus seguidores.

Faith No More Classic picture

Para celebrarlo, y para poner en antecedentes a los neófitos, hemos decidido repasar su brillante carrera mediante 20 de sus canciones más significativas. Como siempre que se hacen estas listas, quedan en el tintero temas imprescindibles pero con las abajo seleccionadas queda perfectamente patente el poder y la originalidad de Faith No More, una banda difícil para los acostumbrados a la unidireccionalidad, con la que nada se puede dar por sentado, capaz de fabricar enemigos a cada paso, pero, por ello, absolutamente única.

1 ‘WE CARE A LOT’ (1985)

Pocos pueden decirlo: primera canción, primer clásico. Faith No More abrían su discografía con una canción absolutamente emblemática, la mejor de sus inicios (no en vano estuvo presente en el debut homónimo en la banda y fue regrabada con algún cambio en la letra dos años después para ‘Introduce Yourself’). ‘We Care a Lot’ ya nos daba una muestra bastante exacta de lo que iba a ser la posterior carrera del grupo: un enérgico Chuck Mosley rapeando sobre una base absolutamente guitarrera proporcionada por Jim Martin y adornada con el inusual teclado de ‘Roddy’ Bottum, mientras que los coros le aportan un aire pop que le da el toque diferencial. Nada demasiado sofisticado, pero pleno de originalidad y pegada. Un comienzo por todo lo alto.

2 ‘INTRODUCE YOURSELF’ (1987)

Aunque ‘Introduce Yourself’, el notable segundo disco de Faith No More, presentaba ya muchos de los elementos que harían grande a la banda de San Francisco (¡cómo no recordar esa fantástica ‘Chinese Arithmetic’!), nos hemos decantado por destacar las muy diferentes caras de la formación y para ello nada mejor que la canción que daba título a la obra. ‘Introduce Yourself’ es una de las canciones más directas de toda su carrera y en apenas minuto y medio permite comprobar que el grupo de Bill Gould es capaz de hacer el tema más hardcore-punk posible y, además, darle un matiz melódico que deja claro que no estamos ante una banda cualquiera.

3 ‘FROM OUT TO NOWHERE’ (1989)

Dos años después de ‘Introduce Yourself’, una banda interesante, llamativa e innovadora cambia a su cantante (Mosley deja su puesto al ya definitivo y definitorio Patton) y, de repente, da tres pasos en lugar de uno y da a luz su primera obra maestra, convirtiéndose de golpe en una de las grandes formaciones del año (y esto en un 1989 plagado de revelaciones con una escena alternativa histórica en plena eclosión). ‘The Real Thing’, uno de los grandes discos de la época, no puede comenzar de mejor manera: ‘From out to Nowhere’ es una canción sencilla pero trepidante a la que Faith No More dan su particular toque gracias a la omnipresencia del teclado de Bottum acompañando al riff de Martin, a su capacidad de añadir profundidad a un tema sin grandes complicaciones y, sobre todo, a un maravilloso estribillo en el que Patton, aún algo falto de confianza en este álbum respecto a sus virguerías del futuro, demuestra el acierto de su elección. Si eras aficionado al rock en 1989, definitivamente, tenías que quemar esta canción.

4 ‘EPIC’ (1989)

Múltiples son las virtudes de Faith No More, pero seguramente si no existiera ‘Epic’ no las estaríamos desglosando ahora. El segundo tema de ‘The Real Thing’ es el clásico por excelencia de la banda y el tema que le aupó definitivamente al Olimpo. Probablemente pueda resultar ahora incluso un poco naif, pero imaginaos lo revolucionario que sonaba en 1989 que un grupo (y no loables colaboraciones como las de Run DMC y Aerosmith o Public Enemy y Anthrax) lograra aunar de manera tan adictiva unas estrofas de hip hop con la explosiva guitarra trashera de Martin y, sobre todo, que un tema agresivo de raíz pudiera hacer honor a su nombre y tornarse épico con un inesperado estribillo melódico y adictivo y una coda final pianísitica sin que nada rechinara y sonando absolutamente natural y tremendamente inesperado. Una bomba atemporal, una pieza clave e histórica.

5 ‘FALLING TO PIECES’ (1989)

Si ya los dos primeros temas de ‘The Real Thing’ habían presentado a la banda más fresca y novedosa de los últimos años dentro del hard rock, ‘Falling to Pieces’ era la encargada de confirmar definitivamente que estábamos ante uno de los grandes grupos de la época. Ese mágico comienzo en el que al inicial y gordísimo bajo de Gould se le van añadiendo progresivamente un atmosférico e insospechado teclado  y una potente guitarra era música absolutamente nueva; si además se le añaden de nuevo estrofas hiphoperas por parte de Patton y un estribillo absolutamente pop resulta que, además, todo este mejunje puede resultar absolutamente accesible y llegar arriba en las listas. Tercera diana de tres intentos.

6 ‘SURPRISE! YOU’RE DEAD!’ (1989)

El duro guitarrista Jim Martin tuvo su gran momento en la banda con ‘Surprise! You’re Dead!’, la canción más netamente metálica de la historia de Faith No More, un absoluto cañonazo rayano con el hardcore con una salvaje interpretación de Martin y un Patton fantástico en el estreno de su faceta más agresiva, que posteriormente daría muchas alegrías a la banda. El tema ideal para introducir en el grupo a tu colega, el ‘heaviata’.

7 ‘UNDERWATER LOVE’ (1989)

Resulta doloroso repasar ‘The Real Thing’ y dejar fuera cosas tan grandes como el tema título o ‘Zombie Eaters’, pero preferimos ofrecer quizás la que la canción más diferente, si exceptuamos la instrumental ‘Woodpecker from Mars’, del álbum: una desenfadada composición pop, con unos magníficos teclados evocadores de un lugar exótico y exquisito en el que relajarse tras una sesión de música realmente intensa. Una de esas canciones que solo pueden hacer Faith No More.

8 ‘LAND OF SUNSHINE’ (1992)

Parecía difícil superar una obra tan imponente como ‘The Real Thing’, pero, tres años más tarde y tras un largo y duro proceso de confección, ‘Angel Dust’ salía al mercado y podíamos comprobar que Faith No More eran una banda de recursos casi ilimitados, repitiendo la calidad de su anterior disco y, al mismo tiempo, expandiendo los registros y colores de su música. La obra definitiva del grupo no podía comenzar mejor. ‘Land of Sunshine’ emerge como una sucesora de su clásico ‘From out to Nowhere’, siendo igualmente directa e irresistible, pero enseguida comprobamos que el sonido es más sofisticado, que tiene recovecos más oscuros (¡esos dibujos de teclado!) y que, en conclusión, teníamos un nuevo clásico en ciernes. Comprobadlo en esta estupenda versión en el festival de Reading de 2009, con un Patton desatado.

9 ‘MIDLIFE CRISIS’ (1992)

Con ‘Midlife Crisis’ Faith No More crearon el molde perfecto a utilizar en los momentos más comerciales de ‘Angel Dust’: un medio tiempo siempre guiado por las elegantes atmósferas que proporcionan las teclas de Bottum, con ganchos melódicos irresistibles pero no demasiado evidentes, fragmentos de furia perfectamente insertados (esos guitarrazos de Martin, ese rapeado de un Patton ya a plenitud de facultades en todos sus registros) y experimentos dosificados sabiamente, como ese ‘intermezzo’ hip hop. Un triunfo que ha quedado como uno de los grandes clásicos tanto de la banda como de ese fructífero 1992.

10 ‘A SMALL VICTORY’ (1992)

Considerada como el tema propio más ‘radio friendly’ de ‘Angel Dust’, ‘A Small Victory’ sigue ejemplarmente el esquema ya expuesto en ‘Midlife Crisis’. Esos dibujos luminosos del teclado, que recuerdan a ‘Underwater Love’, dan comienzo a un tema de engañosa apariencia amable que se va oscureciendo poco a poco con detalles como un Patton excelente cambiando de registro a cada estrofa o un extraño y estimulante solo de Martin que dan como resultado esa mezcla tan conseguida de tensión constante dentro de la dulzura, la de una escucha cómoda siempre pendiente de ese matiz que la convierta en peligrosa. La vida misma reflejada en una sola canción.

11 ‘EVERYTHING’S RUINED’ (1992)

‘Everything’s Ruined’ podría pasar como el perfecto resumen de algo tan deliciosamente indefinible como es ‘Angel Dust’. Un inicio absolutamente mágico, comandado por un Gould fantástico con su bajo y un enrevesado ritmo de teclado y batería remiten al lado más amenazante, más sucio de la banda, pero es llegar al estribillo y parece que hemos cambiado de grupo: melódico, enérgico pero con ese contrapunto tristón de piano que lo hace único, preámbulo perfecto para que regresen los guitarrazos de Martin y así sucesivamente hasta configurar la que es seguramente una de las mayores virguerías que nos ha regalado la banda a lo largo de su historia.

12 ‘BE AGRESSIVE’ (1992)

‘Smaller and Smaller’, ‘Malpractice’ y ‘Jizlobber’ representan la cara más experimental y oscura del disco. Sin embargo, ‘Crack Hitler’ y el tema que nos ocupa, ‘Be Agressive’, mantienen esa oscuridad para trasladarnos a un terreno más juguetón, socarrón y bizarro. ‘Be Agressive’ pasaría por ser algo tan improbable como un funk-trash, tan rítmico como potente, coronado, en uno de esos juegos de contrastes a los que son tan aficionados Faith No More, por un estribillo absolutamente lúdico, deletreado y con unos coros infantiles que hace imposible que puedas dejar de tararearlo. Un ‘hit’ para mentes y oídos aventureros.

13 ‘EASY’ (1992)

No hacía falta demostrar la versatilidad de Faith No More, era algo ya empíricamente comprobado. Sin embargo, para que quedara más patente aún, el grupo de San Francisco concluyó su mejor disco con ‘Midnight Cowboy’, la versión del (grandioso) tema principal de John Barry de la película homónima. Yendo aún más allá, grabaron para una cara B una revisión de uno de los grandes ‘hits’ de los Commodores de Lionel Richie para Motown, ‘Easy’. La versión era muy fiel al excelente tema original, una íntima balada montada al piano de Bottum y con un bonito solo de Martin que destacaba, sobre todo, por la excelente interpretación vocal de un Patton cada vez más virtuoso y amplio de registros. El caso es que la modesta cara B cayó en gracia entre las radios y se convirtió en uno de las mejores maneras de vender ‘Angel Dust’ a las masas y, por ende, en uno de los mayores éxitos de la carrera de la banda. La balada ya no era un tabú, sino que, muy al contrario, era un nuevo campo a trabajar en el futuro.

14 ‘EVIDENCE’ (1995)

Tras el gran éxito de ‘Angel Dust’ y su posterior y maratoniana gira, Faith No More tuvieron que hacer frente al, seguramente, mayor contratiempo de su carrera: la marcha del icónico guitarrista Jim Martin, la cara más heavy del grupo y una de las más carismáticas, que sería sustituido por el mucho más aséptico Trey Spruance. La prueba de fuego fue el siguiente álbum: ‘King for a Day…Fool for a Lifetime’. La banda adoptó el método contrario a su discografía anterior. Si en el pasado, el grupo utilizaba un método centrípeto para agrupar su variadísimo cóctel de influencias en un sonido más o menos homogénero, en su obra de 1995 optó por las fuerzas centrífugas y todos esos estilos diferentes los trataron de manera diferenciada en distintos temas. De ahí que ‘King for a Day…’ sea uno de los discos más variados al que podrás enfrentarte jamás y el que más controversia ha generado entre sus seguidores. Su acogida inicial fue algo fría y muchos echaban a faltar en demasía a Martin, pero, según avanzó el tiempo, se fue convirtiendo en toda un obra de culto para las huestes alternativas  y algunos aseguran que es su mejor disco. Uno, amante de la moderación en estos casos, cree que, sin llegar al nivel de sus dos producciones precedentes, nos encontramos ante un gran trabajo. Y bien que lo demuestra ‘Evidence’, una balada increíblemente cool, con toques jazz y lounge, inédita hasta ese momento en su carrera y muestra palpable de su infinito talento. Obra maestra.

15 ‘CUCKOO FOR CACA’ (1995)

Y como ‘King for a Day…’ es un disco de extremos, pasemos del lado más fino y elegante de ‘Evidence’ al más bruto y desalmado de ‘Cuckoo for Caca’. La canción más burra de toda la discografía de Faith No More. Introduce el tema un ritmo siniestro de teclado y batería que se va convirtiendo en una canción de trash-death absolutamente bastardo marcado por las virguerías vocales de un Patton deliciosamente descontrolado y en plenitud de facultades que a estas alturas ya se había convertido en el gran aliciente de la banda y en el personaje que lleva siendo en los últimos 20 años, el mismo que canta con una de las bandas más extremas del planeta un día y al siguiente te saca un álbum de canción clásica italiana. Atrévete a entrar en un infierno que asustaría al mismo Satanás con el tema que selló la creciente colaboración en esos años de Patton con los brasileños Sepultura. Aún siguen impresionando igual que en 1995 esos espeluznantes gritos. Aquí os los presentamos en una gran versión en el portugués festival Optimus en 2010.

16 ‘DIGGING THE GRAVE’ (1995)

Siempre tendré a ‘Digging the Grave’ en un pedestal puesto que fue el tema que me descubrió a una de mis bandas favoritas. Sin embargo, el que fuera primer single de ‘King for a Day…’ presentaba un hándicap del que ya no se desharía la banda: sonaba genérica. No nos confundamos, ‘Digging the Grave’ es una gran canción, muy efectiva, directa y euforizante. Sin embargo, su mezcla de rock recio plenamente noventero y punk podría haber sido facturada por numerosas formaciones y el único toque inconfundible Faith No More es ese Patton ya con un estilo absolutamente propio, aunando melodías y berridos como solamente él sabe. Los teclados de Bottum pasan a tercer plano, a apoyar de una forma mucho más sutil y a veces imperceptible y la guitarra de Spruance es demasiado estándar. Una línea que seguirían, aún con mucha fortuna, dentro del mismo disco temas como ‘Get Out’, ‘Ricochet’ o ‘What a Day’. Indicada para los que prefieran a los Faith No More más austeros y sencillos.

17 ‘JUST A MAN’ (1995)

Para concluir ese alucinante y movido disco que es ‘King for  Day…’ (con paradas tan variadas como la bossanova de ‘Caralho Voador’, la extraña ‘Star A.D.’, el desquicie punk de ‘The Gentle Art of Making Enemies’ y ‘Ugly in the Morning’ y esa excelente balada clásica que es ‘Take this Bottle’), nada mejor que hacerlo con una de sus más grandes e inesperadas joyas: ‘Just a Man’. Un Patton tocado por los dioses se sitúa en su modo más crooner para cantar un tema que comienza pausado y con un relajante toque oriental por parte del teclado de Bottum y pasa a tornarse oscuro y amenazante en un fantástico intermedio que da lugar a un espectacular ‘crescendo’ con un poderoso coro gospel que eleva la canción al infinito. Disfrutadla aquí en su versión en directo en Sao Paulo con el acompañamiento de un tierno coro juvenil y un Patton mostrando su vasto don de lenguas.

18 ‘LAST CUP OF SORROW’ (1997)

Cuando en 1998 saltó la noticia de la separación de Faith no More, no creo que hubiera demasiados sorprendidos. Hacía tiempo que se podía intuir un conflicto en el seno de la banda, sin que ningún guitarrista acabara por asentarse (John Hudson fue el último después de sustituir a un Dean Menta que reemplazó, a su vez, a Spruance) tras la sensible baja de Martin, y los últimos conciertos (recuerdo el sabor agridulce que me dejó la escucha en directo de su actuación en el extinto festival Espárrago Rock de aquel año) hacían prever un desenlace de estas características. Esta mala racha comenzó en 1997 con su disco ‘Album of the Year’, el último hasta ahora de su producción, que no hizo honor a su nombre. El álbum carecía de una dirección clara, no aportaba apenas nada nuevo más que un tono bastante más sombrío del acostumbrado y, lo peor de todo, algunas canciones llevaban el carácter de relleno y rutina estampado, apareciendo por breves momentos el aburrimiento en la discografía de los de San Francisco. No obstante, a una banda tan grande se le va cayendo el talento casi sin querer y aún fue capaz de regalarnos sus últimos clásicos. No cabe duda de que uno de ellos es ‘Last Cup of Sorrow’, otra soberana muestra de cómo mezclar con gracia contundencia guitarrera y melodías excelentes, sobre todo la presente en ese magnífico estribillo. Un aliciente más: el videoclip oficial es un muy curioso homenaje a la mítica ‘Vértigo’, de Alfred Hitchcock.

19 ‘ASHES TO ASHES’ (1997)

Buena parte de la decepción que supuso ‘Album of the Year’ se debió a las grandes expectativas que se generaron cuando se dio a conocer su single de adelanto. ‘Ashes to Ashes’ no difiere en esencia demasiado de ‘Last Cup of Sorrow’ y es un nuevo ejemplo de cómo hacer un medio tiempo magistral: la atmósfera misteriosa que proporciona la base de teclado, una gran labor de guitarra, los numerosos y oportunos cambios de ritmo y, especialmente en este caso, un cantante espectacular como es Patton dando el 100% y entonando un estribillo mágico, de esos que cantarás en la ducha durante años.

20  ‘SUPERHERO’ (2015)

Una vez cerrada el repaso a la gloriosa trayectoria pretérita de Faith No More, no hay nada más oportuno que echar un vistazo a lo que nos espera en mayo. Muchos nos quedamos desencantados cuando llegó el primer adelanto de ‘Sol Invictus’, una ‘Motherfucker’ que solo se comprendía como un aceptable tema de relleno, para nada correspondiente a un retorno triunfal. Pero hete aquí, que poco después pudimos escuchar ‘Superhero’ y la esperanza rebrotó con fuerza. Con unos fantásticos arreglos mitad arábigos mitad terroríficos que parecen remitir a los mejores Mr.Bungle de Patton, se nos presenta un agresivo tema con nuestro bigotudo cantante en un tono similar al de ‘Cuckoo for Caca’ que nos llega a remitir a los momentos más retorcidos de ‘Angel Dust’. Habrá que esperar para poder dar el veredicto final, por ahora ya tenemos uno de los temas más estimulantes de lo que llevamos de 2015.

BONUS TRACK: ‘REUNITED’ (2009)

No podíamos concluir este post homenaje sin incluir uno de los momentos que mejor ejemplifican la peculiaridad de una banda siempre dispuesta a sorprender, a provocar y a mostrar su acentuado sarcasmo. Situémonos: verano de 2009, una de las primeras y más importantes citas del esperado retorno de la banda: el festival británico Download, con casi cien mil almas metaleras dispuestas a descoyuntarse el cuello en una cita que cuenta con otras luminarias como Slayer y Mötley Crüe. Lo más recomendable hubiera sido salir a matar con alguno de los grandes clásicos del grupo. Pues no, pausadamente van saliendo los distintos miembros con una dulce melodía que acaba siendo reconocida como la versión del empalagoso éxito de los setenta de Peaches & Herb, ‘Reunited’, haciendo una clara y ácida alusión a la reunificación de una vetusta formación, como simboliza ese bastón que porta Patton, dejando patidifusos a todos los presentes. ¡Genios!

Faith no more logo

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