The Sunday Drivers y Sexy Sadie: arquitectos de melodías
Para bien o para mal, The Sunday Drivers y Sexy Sadie fueron dos de los grupos más importantes y más representativos de la escena indie española emergente a caballo entre el siglo XX y el XXI. Con las correspondientes influencias de la música anglosajona, con el imprescindible inglés como idioma para sus composiciones, alistados en una compañía independiente (aunque con concesiones para llegar a una cantidad importante de público) y, lo más importante, poseedores de un buen puñado de grandes canciones, The Sunday Drivers y Sexy Sadie coincidieron en tiempo, intenciones y, probablemente, resultados. Con importantes diferencias entre ellos, ambas bandas abrazaron muchos elementos comunes, y uno de esos elementos coincidentes fue su gusto por las melodías, haciendo de su búsqueda su mejor virtud, ensamblando en sus más inspirados momentos bellísimos juegos melódicos, unas armonías que hicieron que la etiqueta ‘pop’ tuviera todas las buenas intenciones, esas intenciones que tanto se echan en falta hoy.
Trazando dos líneas recordatorias paralelas, que según en qué época se distanciaban más o menos, y antes de ejemplificar todo con algunas de sus más importantes canciones, cabe apuntar que ambas bandas coincidieron en vida una buena temporada, aunque Sexy Sadie tuvo una carrera algo más larga y prolífica, y, por ende, más evolucionada. The Sunday Drivers se creó en Toledo en 1999, poniendo fin a su trayectoria en 2010 después de cuatro discos, mientras que Sexy Sadie fue un grupo formado en Mallorca en 1992 y disuelto en 2006 con seis discos oficiales a sus espaldas (obviando rarezas, directos y demás). Insisto en la idea de la evolución de Sexy Sadie para contraponerla a la carrera de The Sunday Drivers, la cual se desarrolló de forma más compacta, regular y constante, de forma que sus cuatro álbumes presentaban pocas variaciones de unos a otros, quedando bien definido sonido y personalidad desde su debut hasta su última referencia, un sonido con evidentes resonancias beatles, tomando de ellos (y de muchos más, por supuesto) la arquitectura de unas canciones que tenían en la melodía su pilar fundamental. Por su parte, Sexy Sadie, sobre todo en sus inicios, bebió más de la escena alternativa estadounidense (véase, Sonic Youth o Pixies), para ir tornando a un pop brillante primero y a un rock más contenido, oscuro y maduro después, pero casi siempre, insistimos, trabajando con afán la parte melódica de sus canciones. Pero como siempre, la mejor forma de recordar a estas dos grandes bandas es tirar de sus canciones, por lo que seleccionamos unas cuantas en un intento de hacerles justicia, pretendiendo incluso un descubrimiento para algunos oídos despistados:
THE SUNDAY DRIVERS – «ON MY MIND» («Little heart attacks»)
Posiblemente «On my mind» sea el tema más conocido de The Sunday Drivers, y damos gracias porque sea así ya que se trata de un temazo que uno no se cansa de escuchar una y otra vez. A pesar de que la voz de Jero Romero y las guitarras tienen en esta ocasión, a veces, un tratamiento levemente distorsionado, algo inhabitual en el grupo, y de que las siempre presentes acústicas quedan soterradas, un poco, por las potentes eléctricas, en la composición están perfectamente plasmadas las virtudes de la banda, si cabe esta vez con un pelín más de rabia y menos dulzura.
THE SUNDAY DRIVERS – «DO IT» («Tiny Telephone»)
Y si hay una canción que podría competir en popularidad con «On my mind» esa es «Do it», el primer single de, quizás, su disco más exitoso, aquel «Tiny Telephone». «Do it» resulta insultantemente fresca y pegadiza, de acuerdo al pop que rebosaba el disco, un disco que además fue banda sonora de la serie de Cuatro «Cuestión de sexo». Además, en concreto este tema fue usado para un anuncio de una marca de cerveza, en una de esas concesiones que apuntábamos más arriba para llevar la apuesta indie al gran público, y vaya si funcionó.
THE SUNDAY DRIVERS – «MY PLAN» («The end of maiden trip»)
Si en algún momento de la trayectoria de The Sunday Drivers hubo una pequeña ruptura sonora con lo anterior ese fue con su último trabajo, «The end of maiden trip», en el que el pop luminoso deja espacio para otras apuestas, sin bajarse del sonido de los 60 y 70 que siempre les caracterizó. Como primer single se lanzó «My plan», composición de buena pegada que sin embargo no quedó entre las más recordadas de su carrera, como podría esperarse.
THE SUNDAY DRIVERS – «OFTEN» («Little heart ataccks»)
Insistimos en que si algo caracterizó la composición de las canciones de The Sunday Drivers fue su tino con las melodías, una melodías que no se limitaban a preparar el terreno para estallar en el estribillo, sino que se convertían en una delicia de montaña rusa entre los acordes de todas las estrofas. «Often» puede ser un ejemplo de ello, una joyita de tema con todo lo bueno del grupo.
THE SUNDAY DRIVERS – «TIME, TIME, TIME» («The Sunday Drivers»)
Como ya se ha señalado, desde el principio las credenciales estaban marcadas, y es que su primer y homónimo disco ya contenía todas las características que marcarían el sonido de la formación. Incluso su primer single y tema más reconocido, «Time, time, time», ya llegó a sonar en alguna campaña televisiva regional, dando buena cuenta de sus referencias beatlemaníacas.
THE SUNDAY DRIVERS – «PARANOID» («Tiny Telephone»)
Realmente, para ejemplificar la gran facilidad para gestar maravillosas melodías se podría echar mano casi de cualquier canción de «Tiny Telephone», su disco, como hemos dicho, más pegadizo. «Paranoid» es otro ejemplo de ello, esta vez con un importante protagonismo para las teclas, que plasman cómo fueron adquiriendo riqueza instrumental álbum tras álbum.
THE SUNDAY DRIVERS – «EVERYTHING REMINDS ME OF YOU» («The end of maiden trip»)
Finalizamos el repaso a algunas de las más destacadas canciones de The Sunday Drivers con esta breve joya presente en su último disco, un tema que podría remitir a sus adorados Wilco, a quienes telonearon en alguna ocasión y con quienes se emparejaban bastante estilísticamente, resultando un cruce perfecto entre americana y pop británico de los ’60-’70.
SEXY SADIE – «SOMEONE LIKE YOU» («Butterflies»)
Retomando el apunte de las concesiones que muchas veces los grupos independientes debían hacer para lograr cierta repercusión, Sexy Sadie consiguieron que un anuncio de coches colocara «Someone like you» en muchos oídos ajenos a su círculo. Se trata de una canción que lo apuesta todo al estribillo, pero que resulta una jugada ganadora, a lomos de un punteo mantenido de guitarra distorsionada que da al tema cierta oscuridad para alejarse del brillo de su anterior álbum.
SEXY SADIE – «A BRAND NEW WORLD» («It’s beautiful it’s love»)
Y el anterior álbum había sido «It’s beautiful it’s love’, posiblemente una de las cumbres del indie de los 90. Se trata de un disco lleno de belísimas canciones, con las melodías por primera vez tomando un destacado protagonismo, como en esta «A brand new world», en la que tras unas agradables estrofas estalla en un estribillo infinito del que dan ganas de no salir.
SEXY SADIE – «I WON’T HURT YOU» («Lost & found»)
El primer single de «Lost & found», su quinto disco de estudio, podría recordar a «A brand new world», si bien el brillo de aquella tiene ahora ciertas sombras, acordes a la evolución de la banda en los dos últimos discos. De nuevo se lanza el órdago en el estribillo, y con gran comodidad se llevan otra vez la partida, estando posiblemente en el momento de mayor madurez y equilibrio de su carrera.
SEXY SADIE – «IN THE WATER» («Draining your brain»)
Echando la vista a sus inicios, su primer disco, «Draining your brain», de 1994, contenía su primer éxito, «In the water», una canción que se convirtió casi en bandera de una generación. El sonido de Sexy Sadie bebía por entonces de la distorsión de Sonic Youth, fundamentalmente, si bien esa rabia se fue diluyendo poco a poco. Para algunos, estos eran los verdaderos Sexy Sadie.
SEXY SADIE – «NEEDLE CHILL» («It’s beautiful it’s love»)
A pesar de que «It’s beautiful it’s love» era un disco netamente pop, también tuvo cabida en él la impresionante «Needle chill», canción que retomaba a los Sexy Sadie más ruidosos, pero ya con la experiencia y profesionalidad de una banda que sabía que no bastaba con distorsionar guitarras para sonar agresivos. El tema tuvo una primera y más experimental versión en el disco inmediatamente anterior, «Onion soup triturared by Big Toxic», en el que se remezclaron los cortes de «Onion soup» sonando más experimentales que nunca.
SEXY SADIE – «ALWAYS DRUNK» («Lost & found»)
Aparte de los singles o canciones más conocidas de la banda, es posible que una de las mejores canciones de Sexy Sadie fuera «Always drunk», presente en «Lost & found». La fórmula no era nueva, con unas estrofas preparando el estallido en el estribillo, pero es quizás en este corte donde más pulieron el regate. El vídeo incrustado arriba refleja un concierto de celebración de sus 10 años de carrera que el grupo hizo en 2004 con varios invitados para su posterior publicación; Iván Ferreiro dejó su personal voz en «Always drunk» para hacerla crecer más aun.
SEXY SADIE – «YOU KNOW THAT’S THE WAY I LIKE IT» («It’s beautiful it’s love»)
Y para cerrar el recuerdo a Sexy Sadie acabamos con una de sus más importantes y representativas canciones, «You know that’s the way I like», una descarada y jovial composición pop a modo de himno que catapultó a «It’s beautiful it’s love» como uno de los discos referencia de todo un movimiento.
El actual escenario nacional, con lo indie prácticamente fusionado con el mainstream, pudiera considerarse un anzuelo en el que fácilmente podrían picar en algún momento cualquiera de las dos bandas. Por el momento se hacen los remolones a pesar de que los homenajes, reediciones y recordatorios no hacen más que alimentar esta posibilidad, para bien o para mal.