“La huida” a ninguna parte
No demuestran tener demasiado interés, ni confianza, ni expectativas los encargados de distribuir en España el debut estadounidense del austríaco Stefan Ruzowitzky cuando, además de estrenarlo con casi año y medio de retraso, le han endosado un título tan simplón y poco sugerente como “La huida”. Cierto es que el original, “Deadfall”, tampoco es la repanocha, y si les hubiese dado por la traducción literal, que podría ser algo así como “Caída mortal”, hubiese sido muchísimo peor. Y también es verdad que, básicamente, el film protagonizado por Eric Bana, Olivia Wilde y Charlie Hunnam lo que nos cuenta es eso, la huida de dos hermanos que, tras robar un casino, intentan alcanzar la frontera canadiense y, como era de esperar, la cosa se les complica. Una premisa sencilla que puede dar para mucho o para muy poco, según cómo se aborde y en qué manos caiga. En este caso, la balanza por desgracia se ha inclinado por lo segundo.
No es el de Ruzowitzky un nombre que le suene de nada al gran público por estos lares, aunque los cinéfilos de pro si le tendrán apuntado en sus agendas como ganador del Oscar a la mejor película de habla no inglesa en 2008 con “Los falsificadores”, aunque su última película hasta la fecha, estrenada un año más tarde, fuese la alemana “Kika Superbruja y el libro de los hechizos” (ejem). Para su desembarco en Hollywood contaba en principio con un reparto atractivo (al trío protagonista mencionado más arriba habría que sumar a dos veteranos como Kriss Kristofferson y Sissy Spacek, que siempre vestirán bien allá donde los pongas, o una emergente Kate Mara) y un guión del debutante Zach Dean. Y por debutante digo debutante, pues el tal Zach, e IMDB no suele equivocarse en estas cosas, no ha escrito absolutamente nada anteriormente, ni un mísero corto, ni un capítulo de una serie, ni un programa para televisión… Y aquí es cuando uno se pregunta quién le debía un favor, o a quién conocía su papá. Y luego pasan las cosas que pasan, claro.
Como decía, la premisa de “La huida” no es nada del otro mundo ni es tremendamente revolucionaria, pero podría haber dado bastante de sí bien llevada, con osadía e ingenio. Los dos hermanitos, Addison (así se llama el personaje interpretado por Bana) y Liza (Wilde) se ven obligados a separarse tras su accidentada fuga después de haber robado un casino indio, acordando encontrarse más adelante para cruzar juntos la frontera canadiense. El entorno no les favorece, pues se encuentran en el despiadado norte boscoso estadounidense (no se especifica el lugar… ¿Minnesota, tal vez?), completamente nevado y amenazados por una inminente ventisca. El camino de Liza se cruzará con el de Jay (Hunnam), un ex boxeador que acaba de salir de la cárcel, que ha vuelto a meterse en líos apenas un par de horas después (bien hecho, campeón) y que conduce para reunirse con su familia, pues le han soltado del trullo, muy oportunamente, en vísperas del Día de Acción de Gracias (ooooooh…).
Llegado un momento, el gran aliciente del film, al menos para un servidor, ya no es otro que intentar discernir cuál de las odiseas de los dos hermanos es más inconsistente y absurda: si la de Addison, marcada por unas escenas de acción tirando a reguleras, o la de Liza y su inverosímil juego de seducción con Jay (/modo guarrete on/ aunque al menos a la Wilde se le ven las teturcias /modo guarrete off/). Tampoco ayuda esa subtrama perfilada con apenas un par de brochazos y que nos suena a algo mil veces visto, la de esa joven y voluntariosa agente de policía local (Mara) cuya iniciativa y méritos son continuamente cercenados porque su jefe, el sheriff, es… su padre (Treat Williams), un tipo que le suelta delante de todos sus compañeros perlas como «Tú te quedas, no vaya a ser que ahí fuera tengas que cambiarte el tampón» (bravo, Zach, bravo). Y es que, el gran problema de “La huida”, son sus personajes, pésimamente construidos, terriblemente endebles, ridículos, cuando no contradictorios. Y cuando no tienes unos roles sólidos, no hay historia que se sostenga. Aunque aquí tampoco la hay, no nos engañemos. El supuesto clímax de la función, además, se ve venir a kilómetros. Y su resolución acusa los vicios que torpedean la cinta desde el minuto uno: o sea, resulta precipitada y caprichosa.
Volvemos a la premisa, a la maldita premisa, a lo que pudo ser y no fue, y a buscar referentes, apuntando alto, que es lo que siempre debemos hacer en estos casos, y quizás por aquello de la nieve y tal a uno inevitablemente le viene a la cabeza una joya como “Fargo” de los hermanos Coen, o la también magnífica “Un plan sencillo” de Sam Raimi. Aunque yo tampoco pude dejar de pensar lo que podrían haber hecho con esto los guionistas de “Justified” (los que hayáis leído mis posts sabréis que la considero la serie mejor escrita de la actualidad), que si algo ha demostrado es que el thriller, el western y el género negro no sólo pueden convivir a las mil maravillas, sino que bien hermanados pueden ser gloria bendita. Y “La huida”, que es un thriller, tenía a su alcance esos elementos de western (ese entorno inclemente y salvaje) y de ‘noir’ (esos hermanos de misterioso pasado, esa ‘femme fatale’, ese turbio ex boxeador) que no ha sabido aprovechar. Pero claro, sólo dos minutos de “Justified” valen más que los 94 que dura la cinta de Ruzowitzky, y si vamos a la comparación con los films anteriormente citados también nos da la risa…
Si algo demuestra también “La huida” es que, aunque es cierto que aquí debe apechugar con el personaje más deleznable, en todos los sentidos, de todo este invento, el tren definitivamente parece haber pasado para Eric Bana. Y es una pena, pues hubo un tiempo en el que parecía estar llamado para empresas mayores. Pero basta ver su filmografía más reciente, y sus próximos proyectos, para darse cuenta de que su estrella se está apagando. Olivia Wilde es indiscutiblemente uno de los seres más hermosos que hay en este planeta, pero creo que vale para lo que vale, y me temo que a diferencia de otros bellezones que en su día sí lo consiguieron, a ella nunca la veremos subiendo las escaleras para recoger ningún premio. Charlie Hunnam, por su parte, aquí se limita a poner cara de tipo duro atormentado, que es lo que le piden. Como ‘reviewer’ oficial de “Sons of Anarchy” en este blog, ya he confesado muchas veces mi admiración por él. Espero que, tras el revuelo que ha montado aceptando y luego (¡felizmente!) rechazando el papel en “50 sombras de Grey”, sumado a su cojonudísmo trabajo en la serie de los moteros de Charming y a la buena pinta que tienen sus próximos proyectos junto a John Hillcoat (“Triple Nine”) y Guillermo del Toro (“Crimson Peak”), empiece a llamar definitivamente la atención y le lluevan papeles a su altura. Los únicos que salen aquí en realidad airosos del envite son Kristofferson y Spacek, pero porque a estas alturas ya son capaces de aportar empaque y solidez hasta a un anuncio de galletas.
Y si giramos la mirada hacia la silla del director… pues Ruzowitzky no parece haber aprovechado nada bien el impulso del Oscar logrado hace cinco años, y tras embarcarse en las aventuras de “Kika Superbruja”, su estreno americano no podría haber resultado más fallido. A todos los niveles, pues la cinta tuvo un paso muy limitado por las salas estadounidenses y pronto acabó condenada al mercado del DVD/Blu-ray. Pero lo peor de todo es que, por lo visto en “La huida”, ha demostrado no tener ni la personalidad, ni la garra, ni la astucia, ni la osadía suficiente como para destacar en la Meca del Cine. Así que, me temo, o vuelve a realizar películas en Austria y Alemania, o se queda una buena temporada en Hollywood, como tantos, filmando nimiedades y producciones de medio pelo. Films, como “La huida”, que no nos aportarán nada, ni irán a ninguna parte.
Hola Rodrigo,
La has definido a la perfección, algo sin pies ni cabeza. Tuve exactamente las mismas impresiones que tú al verla: una historia que pasa con más pena que gloria, con muchos ‘déjà vu’ y por momentos disparatada, empezando por los personajes.
A mí lo que más pena me da de todo el asunto es el declive de Eric Bana, alguien que en algún momento fue una estrella, con un físico poderoso y un actor bastante apreciable, pero al que quizás la mala elección de papeles y el escaso éxito de muchas de las últimas películas en las que ha intervenido, sumado al hecho de que tampoco trabaje demasiado, le han desplazado a dónde está ahora.
De Olivia, nada que decir, ni bueno ni malo, la mediocridad me deja indiferente; y de Hunnam, pues que (aún) no puedo compartir ese fervor que se le profesa en este blog. No veo ‘Sons of Anarchy’, y no tengo suficiente información como para opinar sobre su excelencia como intérprete, aunque por lo poco que he visto de él, sí me parece un actor capaz de interpretar con muchos matices, y de reconciliar su pinta de ‘tío bueno malote’ con la ternura y la sensibilidad (una mezcla explosiva, por otra parte ;-)
El resto, pasaba por ahí, aunque lo mejor sean los veteranos, sin duda: esa Sissy Spacek, por Dios! Pregunta retórica: ¿Por qué Hollywood siempre acaba ‘enterrando’ (o, con suerte, las vuelve directamente secundarias) a actrices de cierta edad con verdadero talento? Para ejemplos, además del de Sissy, los de Debra Winger, Sigourney Weaver, Michelle Pfeiffer, Holly Hunter, Susan Sarandon, Annette Bening, Emma Thompson y alguna otra que seguro me olvido. Otras como Glenn Close, Kathy Bates o Jessica Lange han tenido mejor suerte en la TV, ese mundo paralelo. ¿Será porque tienen el mal gusto de envejecer? (modo ironía on!) En fin, una pena…
Conclusión: no sé si merece el precio de una entrada, al precio que están hoy en día las entradas. Directamente en DVD o desde el disco duro ;-)
Saludos, chicos!
Sencillamente un petardo que no merece la cantidad de párrafos que le has dedicado. Cuidate