The Rolling Stones: 50 años, 50 canciones (III) – It’s not only rock‘n’roll
En nuestros dos anteriores posts sobre la banda más grande del planeta hemos dejado claro que The Rolling Stones dominan como nadie el rock‘n’roll, la música con la que, indefectiblemente, serán asociados por los tiempos de los tiempos. Sin embargo, la banda no hubiera llegado a ser tan histórica si solo se hubiera dedicado al rock‘n’roll en sus nada menos que 50 años de trayectoria. Los Stones también se han paseado por muchos más géneros musicales y explorado sus límites, experimentando (con mayor y menor acierto) de lo lindo. Tanto para reverenciar a los artistas con los que nacieron a la música mediante intensos blueses como para no quedar anclados en el pasado y lograr ser una referencia en el presente, adaptándose a las sucesivas músicas de moda del momento, Sus Satánicas Majestades han creado clásicos imprescindibles dentro del pop, la psicodelia, el funk y la música disco, por nombrar solo unos pocos. A continuación podrás adentrarte en los muy diversos mundos de la banda, porque… ¡no es solo rock‘n’roll!
2000 LIGHT YEARS FROM HOME – 1967
Es un consenso ya generalizado el que dicta que ‘Their Satanic Majesties Request’ es un álbum fallido. La banda veía como en apenas unos meses varios grupos le habían adelantado por la derecha y se habían adentrado con éxito en la psicodelia, entre ellos The Beatles y The Beach Boys, y quisieron ser parte de la música más ‘cool’ de aquel momento. Una decisión un tanto forzada que dejaría al susodicho disco entre lo menos destacable de la gloriosa década de los 60 stoniana. Pero siempre hay excepciones y, sin duda, ‘2000 Light Years from Home’ es una de las más sonadas. El más logrado intento psicodélico del grupo es una canción lánguida, misteriosa, guiada por el mellotron de un entusiasmado Brian Jones, que veía recompensadas sus ansias experimentales, unos atractivos juegos de guitarra y una letra espacial, precursora de futuras maravillas como el ‘Space Oddity’ de David Bowie. Un largo viaje en apenas cinco minutos. Disfrútenlo,
DANDELION – 1967
Si los años 60 es la época de esplendor del pop, The Rolling Stones no podían estar fuera del invento y grabaron pocas pero grandiosas muestras del género, sin nada que envidiar a colosos como The Beatles, The Kinks o incluso a nombres menos legendarios pero tan enjundiosos como Lovin’ Spoonful. ‘Dandelion’ es eso, puro pop. Una canción tremendamente vitalista, con un estribillo adictivo a más no poder y el clavicordio omnipresente de Nicky Hopkins. Una verdadera maravilla poco conocida incluso entre algunos fans de los Stones que curiosamente tiene una versión de 1966… ¡cantada por Keith Richards! (nunca me habría imaginado a Keefe en tesituras tan poppies). Y los rumores apuntan a que los Beatles intervinieron en los coros del tema, al igual que hicieran en la que fuera la cara A del single en el que vio la luz nuestra canción, ‘We Love You’. Sea como sea, escuchen esta canción y parecerá que regresa la primavera.
LET’S SPEND THE NIGHT TOGETHER – 1967
Perfecta muestra de la simbiosis perfecta entre el pop más clásico y el rock característico de los Stones, ‘Let’s Spend the Night Together’ permanece como uno de los grandes clásicos sesenteros de la banda y se ha asentado como una habitual en las últimas giras. No es para menos. La canción, propulsada desde su inicio por los coros que no paran de repetir «la, la,la» y el piano de Jack Nitzsche, comienza potente pero va ganando más y más intensidad con un estribillo ejemplar, con el Jagger más lascivo cantando con maestría una letra de lo más explícita (y que causó y sigue causando problemas de censura al grupo) y un progresivo endurecimiento que al final sitúa la canción en el más puro rock‘n’roll. Bowie lanzó una buena versión en 1973, pero la canción de los Stones es sencillamente inigualable.
MIDNIGHT RAMBLER – 1969
Estamos en 1969. Los Rolling Stones han dejado atrás sus inicios y sus titubeos y ya han consolidado su sonido, dejando atrás la muerte del siempre recordado Brian Jones. Ya no hay coqueteos con el pop, los Stones se han decantado por el rock y, sobre todo, por los sonidos americanos. El blues siempre ha estado ahí pero en esta época vuelve a colocarse en primer plano en el imaginario stoniano. Mick Jagger y Keith Richards juguetean con una guitarra y una harmónica durante una estancia en Italia, parece que hay algo sobre lo que se puede trabajar, los dos siguen tocando y se sorprenden al comprobar que un monstruo está naciendo. Sí, están dando a luz a ‘Midnight Rambler’, una de las numerosas cumbres musicales del grupo. Lo que parece ser un número típico de blues se va alargando, los Stones van creando poco a poco una jam gloriosa, improvisando con gusto y seis minutos después (en la versión de estudio), aún impactado, te sorprendes cuando hay gente que critica a los Stones por no ser grandes virtuosos de sus instrumentos. Que callen y escuchen esta maravilla, a la que Richards bautizó inmejorablemente como «a blues opera», cuyo protagonista lírico es, ni más ni menos, que el Estrangulador de Boston.
BITCH – 1971
Recalamos en el soberbio ‘Sticky Fingers’ y en uno de esos temas que lo tenían todo para ser un megaéxito y no lo fue, seguramente por la decisión de la banda de relegarlo a cara B de, éste sí, el exitazo ‘Brown Sugar’. Sin embargo, es otro de la vasta ristra de clasicos stonianos. Perfecta mezcla entre el sonido más puramente rockero del grupo con el funk que empezaba a descollar en la época. Ese tremebundo riff de guitarra es pura música negra, enérgica y visceral, algo que se acrecienta con el acompañamiento magistral de la sección de viento. Ah, el funk, esa música con la que tanto les gustaría jugar a los Stones en épocas venideras. Quedémonos aquí, con su prueba primigenia en el género y su evocadora y sexual letra.
DEAD FLOWERS – 1971
‘Dead Flowers’ es la reválida de la introducción de los Stones en el country, ya iniciada con el ‘Country Honk’ del ‘Let it Bleed’, merced, sobre todo, a la creciente amistad de Keith Richards con uno de los grandes actualizadores del folk americano, el legendario Gram Parsons. Pese a las críticas que recibieron por parte de los más puristas, es palpable lo bien que supieron adaptar Sus Satánicas Majestades su sonido al de un género absolutamente ajeno a ellos no hace tanto tiempo. El tempo relajado y alegre del tema, acentuado por su fenomenal y tarareable estribillo, contrasta con la oscuridad de la letra, que evoca un amor imposible con aires de tragedia y referencias a la heroína, tan presente en aquel tiempo en el día a día de la banda.
YOU GOTTA MOVE – 1971
Como decíamos anteriormente, en los primeros años 70 los Rolling Stones giraron su cabeza completamente hacia EE.UU y su vasta tradición musical. Que mejor muestra que este blues de pura cepa, cosecha del Delta del Mississippi, una fidedigna versión de un clásico de Fred McDowell escrito conjuntamente con el Reverendo Gary Davis, otra institución de la música tradicional americana. La visión stoniana del tema es seca y árida, perfecta para estas lides musicales, con un notable acento gospel tanto en la voz de Jagger como en el acompañamiento vocal de Richards. Una muestra más del buen hacer de la banda con la música de raíces y, si no, compárese esta versión con la (muy inferior) que hicieron Aerosmith más de treinta años después.
HOT STUFF – 1976
Nos situamos en el comienzo de la segunda mitad de los años 70. ¿Y eso que significa? Esplendor del álbum conceptual, del rock sinfónico, nueva y periódica mutación de Bowie, víspera de la irrupción del movimiento punk, sí, todo eso es cierto, pero también lo es que el funk reinaba. Como ya dijimos anteriormente, los Stones no fueron ni mucho menos ajenos a esto. Dentro del controvertido y aventurero ‘Black and Blue’ (aunque a mi siempre me gustó, que conste), se encuentra ‘Hot Stuff’, la incursión más profunda de la banda en el funk hasta ese momento. Una letra simple pero muy acorde con el género, un riff de bajo canónico de Bill Wyman, la mastodóntica y a la vez sencilla bateria de Charlie Watts, percusiones varias y los dibujos de guitarras de Richards y el ex Canned Heat Harvey Mandel, uno de los numerosos guitarristas que optaron a obtener el puesto vacante de Mick Taylor que acabó siendo para Ron Wood, conforman una buena muestra del interés de los Stones de aquel tiempo en sonar en las pistas de baile. Seguramente se ciñe demasiado a los tópicos del género, pero que duda cabe que los pies comienzan a tener vida propia cuando suena este tema.
MISS YOU – 1978
Y después de que el funk se fuera apoderando poco a poco del alma de los Stones, en 1978, en un disco por otra parte tan rockero como ‘Some Girls’, llegó ‘Miss You’, la canción discotequera de la banda por excelencia. Estamos en plena ebullición de la noche neoyorquina, con Studio 54 divirtiendo y destrozando la vida a miles de jóvenes, y los Stones están justo en el ojo de la tormenta. Un Jagger poniendo a prueba su falsete con sus «oohhh» y «aahh», otro riff de bajo netamente funk de Wyman y, con especial protagonismo, la armónica de Sugar Blue componen el eje central de lo que fue un disparo en el centro de la diana. Fue directo al número 1 estadounidense, ejerciendo de perfecto enganche vendible de un álbum, por otra parte, no demasiado comercial, se convirtió en un clásico imprescindible en sus giras (sobre todo por los sensuales jueguecitos de Jagger con Lisa Fischer) y accedió directamente al podio de las incursiones de rockeros en la música disco, junto al ‘I Was Made for Lovin’ You’ de Kiss y el ‘Da Ya Think I’m Sexy?’ de Rod Stewart.
MIXED EMOTIONS – 1989
‘Mixed Emotions’ no es una de las canciones más conocidas de los Stones, pero sí fue un tema importante en su momento. Además de suponer un ‘single’ de éxito para la banda dentro del disco que reflejaba la reconciliación de la dupla Jagger/Richards tras sus agitados años 80, representa la perfecta unión de los dos mundos entre los que se movieron los Stones durante esta etapa. ‘Mixed Emotions’ tiene el arranque fiero, el riff afilado y los rítmicos baqueteos de Charlie Watts que muestran el lado más rock pretendido por Richards, mientras que Jagger aporta su gusto por el pop comercial de la época con un estribillo precioso y comercial como pocos, aupado por los coros de, entre otras, nuestra querida Lisa Fischer. En este sentido, uno de los temas más significativos de la última época stoniana, antes de discos en los que retomban su sonido más rockero (‘Voodoo Lounge’, ‘A Bigger Bang’) y de una de sus intentonas comerciales menos afortunadas (‘Bridges to Babylon’).
Hombre… Tanto como decir que la versión de Aerosmith del «You Gotta Move» es «muy inferior»… Cada una tiene lo suyo, ¿no?
¡Qué hay Arzu! ¡Cómo sabía que ibas a saltar a la palestra con esta afirmación! Al valorar la versión de Aerosmith (por otro lado, bastante correcta), admito que estoy enormemente influenciado por el precedente de los Stones. Y yo veo en la versión stoniana tanta delicadeza y crudeza a la vez que la de Aerosmith, en comparación, se me queda muy corta. Seguramente, si no existiese la anterior versión de Jagger y cía, tendría mejor opinión de la de los de Boston.
¡Cómo me conoces!