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“Los diarios del ron”, tedio y asco en el Caribe

04/05/2012

Johnny Depp es una superestrella, pero tengo la sensación de que él no se siente del todo cómodo con ello. Empeñado en demostrar que podía ser algo más que una simple cara bonita o solamente un ídolo de quinceañeras, siempre se ha esforzado, ya desde sus inicios, en dotar a su carrera de notoriedad y prestigio de la mano de directores de la talla de Terry Gillian, Jim Jarmusch, John Waters, Emir Kusturica, Julian Schnabel, Lasse Hallström o Michael Mann. Pero gran parte de su reputación se la debe, sin duda, a Tim Burton, con el que estrenará inminentemente “Sombras tenebrosas”, su octavo trabajo en común. Su primera colaboración en “Eduardo Manostijeras” (1990) hace ya más de dos décadas marcó un antes y un después en la vida del intérprete, pero el otro punto clave de su trayectoria, aunque le pese, fue su entrada por la puerta grande en el mundo de los blockbusters planetarios con “Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra” (2003), de Gore Verbinski. Convertido de golpe en aquello que parece que siempre quiso evitar, lo cierto es que la popular saga de Disney le situó en lo más alto de la lista de actores mejores pagados de Hollywood, lo que pudo ayudar a que aceptase encarnar al ya icónico Jack Sparrow, hasta la fecha, en tres secuelas, y a intentar repetir la jugada próximamente con “El Llanero Solitario”, de nuevo a las órdenes de Verbinski. Así que me lo imagino revolviéndose un poco incómodo en su silla, cogiendo el teléfono y, decidido a lavar su imagen o a calmar su espíritu, poniendo en marcha un proyecto como este “Los diarios del ron”, que le sirve además para homenajear de nuevo a su idolatrado Hunter S. Thompson.

Por mucho que admire a Depp tanto en el plano artístico como en el personal, me fastidia reconocer que esta vez no ha dado con la tecla y el experimento es, como mínimo, fallido. “Los diarios del ron” adapta la primera novela escrita (aunque no vio la luz hasta finales de los 90) por Thompson, máximo exponente del llamado ‘periodismo gonzo’, y supone una nueva visita del intérprete al retorcido universo de este peculiar personaje tras “Miedo y asco en Las Vegas”, la cinta que perpetró junto a su amigo Gillian en 1998. Vi el film dirigido por el ex Monty Python cuando se estrenó en cines en nuestro país y, lo siento, admito que me superó por completo y que se me indigestó, por lo que no tengo la más mínima intención de revisitarla. Jamás. Por eso me acerqué a “Los diarios del ron” con cierto temor y, al menos, tengo que reconocer que la experiencia no ha sido ni mucho menos tan traumática como la vivida (o sufrida) hace 14 años, lo cual no quita que haya sido poco enriquecedora.

Dirigida por el británico Bruce Robinson, que no se ponía tras la cámara desde “Jennifer 8” (1992), “Los diarios del ron” funciona como una precuela alcohólica y sombría de aquel viaje alucinógeno y psicotrópico por la Ciudad del Pecado. Depp, tras encarnar a Thompson (con el que, por cierto, compartió juergas y correrías antes de que éste decidiese volarse la cabeza en 2005) en su etapa más salvaje, demencial y ‘destroyer’, interpreta en esta ocasión al autor, o a Paul Kemp, su alter ego, en un momento de su vida en el que aún no ha encontrado su voz. Su llegada a Puerto Rico a comienzos de los años 60 para trabajar en un diario de mala muerte que tiene los días contados, y sus vivencias en este territorio caribeño controlado por Estados Unidos, acabarán abriéndole los ojos, y le llevarán a tomar conciencia y a descubrir su verdadera vocación: la de erigirse como un espíritu libre, empeñando el resto de su vida en luchar contra los canallas y en buscar la verdad y la autenticidad hasta las últimas consecuencias.

La película es, de paso, una crítica al colonialismo, a la especulación urbanística y al sometimiento de los débiles bajo la bota de los poderosos, un triste retrato de un periodismo amordazado por los intereses del capital, una imposible historia de amor que se traiciona a sí misma con un final feliz y un muestrario de aventuras y desventuras regadas con mucho ron, whiskey e incluso alcohol de 470 grados. Pero la sensación es que todo marcha a medio gas y difícilmente deja huella, incluida la interpretación del propio Depp, y que el invento no se decanta ni por su lado más animal ni por el más profundo y trascendente, navegando durante 120 larguísimos minutos por tierra de nadie. Los personajes secundarios tienen materia prima pero ésta no se exprime del todo, en especial esos patéticos, desagradables y al mismo tiempo entrañables compañeros de piso, encarnados por Michael Rispoli y Giovanni Ribisi, o el director del diario, un siempre perfecto Richard Jenkins. La bellísima Amber Heard se encarga por su parte de iluminar cada fotograma en el que aparece, compensando en parte el feísmo que domina la cinta, pese a estar rodada en unos bellos escenarios naturales. Hay algún momento divertido, como esa lamentable persecución de coches y el posterior periplo por la cárcel, pero el resto del film, me temo, transita entre el tedio, el desinterés y la falta de chispa y, en consecuencia, carece de la vitalidad, la pasión y la osadía que verdaderamente harían justicia a un personaje como Thompson.

“Los diarios del ron” se estrenó en Estados Unidos en octubre de 2011 y fue un rotundo fracaso en taquilla. Con un presupuesto de más de 45 millones de dólares, la cinta no llegó a recaudar ni 24 en su principal mercado, por lo que su periplo por las pantallas internacionales difícilmente podrá evitar la ruina del proyecto. Especialmente llamativo fue el enfado del propio Depp tras este sonoro fiasco, ya que vino a decir algo así como que el film era “muy inteligente” y que el público norteamericano no buscaba eso cuando iba al cine. O dicho con otras palabras, que la gente es gilipollas y sólo quiere ver películas para gilipollas como, por ejemplo… ¿”Piratas del Caribe”?  No seré yo quien dé o quite la razón a Depp sobre esta profunda cuestión, pero a mi parecer los problemas con el film de Robinson son otros bien distintos. O a lo mejor está en lo cierto y, simplemente, soy gilipollas. También es verdad que los fracasos son más dolorosos cuando además has puesto pasta sobre la mesa, aunque le queda el consuelo de que su productora, Infinitum Nihil, también estará detrás de esa “Sombras tenebrosas” que difícilmente puede fallarnos, y que esperamos que acuda al rescate del actor en tan sólo siete días.

11 comentarios leave one →
  1. Valentin permalink
    04/05/2012 13:16

    Pues ya sabemos qué película no ver. De todas formas, a mí no me extraña la postura de Depp porque en muchas películas su evidente calidad ha ido por un lado y la taquilla por otro. Ejemplo: véase todo el cine español lo que se ha estrenado aquí en el último año.
    En esta película parece que coinciden público y crítica, inlcuidos los de allí y los de aquí. Habrá que tenerlo en cuenta.

    • Rodrigo Martín permalink*
      06/05/2012 19:41

      ¡Hola, Valentín! Pues en mi humilde opinión, que no vale más que la de cualquier otro, la película es fallida y desaprovecha lo que tiene entre sus manos, que podría dar para más. Pero no está exenta de esa inteligencia que destaca Depp, lo que pasa es que, aún así y por lo que sea, no es todo lo buena que podría ser. Pero hay críticos con más bagaje que yo que, al menos aquí en España, sí la han puesto bastante bien. Para gustos, colores.

      Y sí, puede ser que Depp tenga razón en que hay películas inteligentes, y a la vez muy buenas, a las que el público da la espalda. Lo que pasa es que en este caso suena un poco a pataleta… y además, estoy convencido de que cuando ruede «Piratas del Caribe 5» (que o mucho me equivoco o probablemente sea una basura, aunque recaudará cientos de miles de euros por todo el mundo) él estará obligado durante la fase de promoción a decir que la película es maravillosa… ¡y dudo mucho que critique al público que vaya en masa a verla a los cines!

      En fin, también hay que entender que criticar puede criticar cualquiera, incluso los que podemos no tener ni idea de lo que estamos hablando, pero valorar el trabajo de uno mismo, sobre todo cuando te juegas la pasta, no debe ser nada fácil. Lo dicho, que espero con muchas ganas esa «Sombras tenebrosas» de Tim Burton, que esperamos poder comentar por aquí también en el Cadillac. Un abrazo!

  2. 04/05/2012 22:21

    Pues fíjate, que me la pintan de mala y a lo mejor hasta me gusta. Depp no me gusta, sólo lo tragué en Sleppy Hollow y poco más. De hecho creo que Tim Burton y él deben tener un romance, porque lo suyo no es normal ya.

    • Rodrigo Martín permalink*
      06/05/2012 19:49

      ¡Hola, Alex! Pues a mí me encantaría que la vieses, y que nos dejases tu opinión por aquí… Pero en serio, si no tragas a Johnny Depp, igual no sería la mejor idea. A mí sí me gusta bastante, no es mi actor favorito, pero me convence casi siempre, y no sé por qué, pero me cae bien, me parece un buen tipo.

      Si yo tuviese que recomendar ahora a alguien una película de la cartelera, no me atrevería a hacerlo con «Los diarios del ron», pero también depende mucho de lo que uno vaya buscando en un momento determinado. Por ejemplo, si lo que quiere alguien es desconectar y pasárselo como un enano, «Los Vengadores» son ahora mismo el mejor divertimento posible en las salas españolas, pero si le apetece pensar un poquito o busca algo un poco profundillo, debe huir de la película de Whedon como de la peste…

      Un saludo, Alex, y nos seguimos leyendo!

  3. Tamara de Lempicka permalink
    05/05/2012 0:46

    Hola Rodrigo,

    Ya estoy por aquí otra vez! A mí Depp no es un actor que me guste especialmente; no me disgusta, pero tampoco me apasiona, no está entre mis favoritos, aunque le reconozco el talento.

    Todavía me estoy acordando de las puyadas que Ricky Gervais le dedicó en los Golden Globe 2011, sobre aquel engendro que hizo con la Jolie llamado «El turista» -otro fracaso-, cuando uno le espetaba al otro: «Este año todo ha sido 3D menos los personajes de «El Turista» (risas)… «No, lo siento, siento la broma. No puedo criticar algo que no he visto. ¿Pero alguien la ha visto?» (más risas, y Gervais seguía…) Mientras,el Sr. Depp le miraba sonriendo con sorna y mascando chicle, como diciendo: «este hijo de la gran…Bretaña». ¡Buenísimo!

    Lo cierto es que, como bien dices, para la mayoría el Depp más brillante está asociado a su binomio con Tim Burton, siempre en papeles fantásticos e histriónicos, con lo que es difícil desasociarle de esa imagen de ‘raruno’ y ‘outsider’, que él cultiva e incentiva, presumiendo además de que él trabaja sólo en lo que quiere (aunque luego cobre 35millones de USD por peli)

    Pero también sería injusto olvidar sus papeles en, por ejemplo, la fantástica «Platoon» de Oliver Stone, o las estupendas «Donnie Brasco» y «A quién ama Gilbert Grape» (en esa coincidía con DiCaprio, y creo que debería aprender algo de Leonardo en cuanto a diversidad y elección de papeles, pero ésa es sólo mi opinión). A mí los piratas en serie me aburren…

    Rodrigo, en ésta también te voy a hacer caso, pero para no ir a verla ;-) Hasta pronto!

    PD: Me da más pena por Aaron Eckhart, al que no citas en tu artículo pero veo en la foto, que sí es un actor que me gusta bastante. Sólido y camaleónico, si bien no es la superestrella que es Depp ni tiene una carrera tan encumbrada, creo que ya es hora de que se le empiecen a dar papeles acordes a su talento, porque se ha tragado cada engendro, el pobre.

    Ah, visto el trailer de ‘Sombras tenebrosas’, pinta tremenda…

    • Rodrigo Martín permalink*
      06/05/2012 20:12

      ¡Hola, Tamara! Igual es por esa imagen de ‘raruno’ y ‘outsider’, de ir a su p*t* bola, por lo que Depp me cae tan bien. Puede ser todo pose, no lo sé, pero como nunca jamás conoceremos a estas estrellazas de Hollywood, muchas veces nos caen mejor o peor en función de si nos gusta la imagen que nos venden, se ajuste a no a lo que realmente son. Cuántas sorpresas nos llevaríamos. Y por supuesto, como (casi) todos, tiene su lista de películas fallidas, en mi opinión no muchas, que no pueden ensombrecer las grandes cintas en las que ha aparecido. Pero vuelves a dar en el clavo, como siempre, al compararle con Leonardo DiCaprio, un actor al que admiro aún más, y un tipo que también me cae francamente bien. La astucia e inteligencia de este hombre a la hora de elegir papeles deberían estudiarla por ahí en Hollywood en las escuelas de interpretación, como asignatura obligatoria. Me fastidia que a algunos aún les cueste reconocer lo buenísimo actor que es. ¿Por qué, por «Titanic»? ¿Porque es, o era, guapo?

      Y sí, Aaron Eckhart no sólo aparece en «Los diarios del ron» sino que no está mal en su papel, el de yankee millonario prepotente y con aviesas intenciones, un personaje nada agradecido que él encara con bastante convicción… pero si ni siquiera lo llegué a mencionar es porque, como tantas otras cosas en esta película, pasa por ahí sin pena ni gloria, en realidad su papel no daba para mucho más, como si podía suceder con los que interpretan, dejando algo más de huella, Michael Rispoli, Giovanni Ribisi o Richard Jenkins. Y Amber Heard deslumbra y destaca por lo que destaca…

      No te prometo nada, pero como a mí también me picó muchísimo ese trailer de «Sombras tenebrosas», y como las de Burton suelen ser de las que me gusta ver en el cine, confío en que, bien escrita por mí o por alguno de mis compañeros, pongamos por aquí cuando se estrene nuestra crítica de la cinta… que no estará completa hasta que tu la enriquezcas con tus siempre bien recibidos comentarios ;-).

      Un abrazo, amiga!

  4. 05/05/2012 17:02

    Casi toda la teoría de los medios de las últimas décadas destaca el papel activo del espectador/lector en la construcción de la obra. Es decir, que el sentido no es algo dado, sino desplegado por el receptor… En fin, a lo que apuntantaba es a que tu comentario sobre Diario de un seductor (así se llamó el film en su paso por Buenos Aires) es sumamente enriquecedor, no sólo para mí, creo que también para el film que -por lo menos a mí- no me pareció nada extraordinario.

    • Rodrigo Martín permalink*
      06/05/2012 20:26

      ¡Hola, Espectador Compulsivo, bienvenida a nuestro blog!

      Tienes razón, y en ese caso podría decirse que una película no es sólo UNA película, sino tantas películas como espectadores tenga, ya sea vista en cine, dvd, televisión, en un iPad… En este caso, MI «Los diarios del ron» es el film que he descrito en el post, y nunca coincidirá con «Los diarios del ron», o «Diario de un seductor», que pueda ver otra persona. Esto es en realidad algo maravilloso, y aún más, creo, en el caso de una obra escrita, en la que cada uno se forma en su mente unas imágenes, unos olores, unas sensaciones, que nunca coincidirán con los de los demás. Por eso son tan complicadas y tan arriesgadas las adaptaciones cinematográficas…

      Enhorabuena por tu blog, con el que veo que El Cadillac Negro ha coincidido a la hora de comentar muchísimas películas. Un saludo desde España y esperamos que te pases por aquí las veces que quieras!

  5. Claudio permalink
    26/05/2012 14:01

    Bien, la película no la he visto (eligió mi pareja y nos decantamos por «sombras tenebrosas», el peor error de mi vida). Pero no me conformo con la crónica, soy un enamorado de H.S. Thompson, el libro en cuestión es una obra maestra -tanto como miedo y asco en Las Vegas, arruinado por el sobrevalorado Guilliam. Pero parafraseando «Estados Unidos, acabarán abriéndole los ojos, y le llevarán a tomar conciencia y a descubrir su verdadera vocación: la de erigirse como un espíritu libre, empeñando el resto de su vida en luchar contra los canallas y en buscar la verdad y la autenticidad hasta las últimas consecuencias.» dudo de dos cosas. O bien no entendí nada del libro, o el guionista o tu, amado cronista. La veré, y espero compartir con ustedes la experiencia.

    • Rodrigo Martín permalink*
      26/05/2012 14:59

      Hola, Claudio, bienvenido al Cadillac. Pues como bien dices, igual va a ser que no me enteré de la misa la media, ya que reconozco abiertamente que mi interés por el film fue decayendo paulatinamente a lo largo de su largo metraje… No he leído la obra de H. S. Thompson, por lo que desconozco si el Paul Kemp protagonista de la cinta refleja como supuestamente debería el espíritu de tu admirado escritor, pero sí me pareció que quedaban claras varias cosas: que el tipo al que interpreta Depp se pasa toda la película buscando su voz y luchando por una libertad periodística y creativa que le niegan en el medio en el que trabaja; y que una vez que lo consigue, encontrará en los canallas (utilizo el término de los subtítulos, aunque en el original es «bastards») un objetivo al que dedicarle sus dardos envenenados durante el resto de su vida. Me ciño a las últimas palabras del film: «La voz que encontró fue la suya y si eras un canalla tenías un enemigo formidable». Si eso se ajusta o no al espíritu real de Thompson, pues ya sí que se me escapa. Pero, amado lector, sí tienes razón indudablemente en una cosa, que lo mejor es que la veas y que ya nos comentes tus impresiones con más fundamento. Un saludo.

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