Cuando Lenny Kravitz molaba
A pesar de que desde hace ya algunos años da bastante pereza, hubo un tiempo en el que Lenny Kravitz molaba. Su figura se ha convertido desde hace tiempo en algo así como un dinosaurio prematuro, alguien que edita discos casi como excusa para realizar giras mundiales en las que desplegar su arsenal de infalibles hits, espectaculares shows basados en sus viejos éxitos, lo que es bastante común y permisible en artistas de dilatada trayectoria pero que se antoja sorprendente en alguien con una discografía más o menos justita, o por lo menos una discografía decente más o menos justita. Sin embargo, como ya he apuntado, hubo un momento en el que Kravitz lo tuvo todo para convertirse en uno de los grandes, y se convirtió, si bien aquello duró menos de lo esperado. Pero como somos de ver el vaso medio lleno, nos quedamos con esa etapa, una década de los 90 en la que Kravitz, a base de revisar, revisitar y casi recrear a los clásicos, tomando los sonidos de Led Zeppelin, Jimi Hendrix, los Beatles, Prince o Stevie Wonder como referencias más que evidentes, presentó un buen puñado de canciones que aún hoy siguen sonando esplendorosas.
Si por algo ha destacado siempre Lenny Kravitz ha sido por su gran capacidad para parir singles inmediatos, trallazos de rock asentados en certeros RIFFS que servían para poner rápidamente el nuevo disco en primera plana. Temas como «Rock and roll is dead», «Are you gonna go my way?», «Fly away», «American Woman» o este «Always on the run» son claros ejemplos de la faceta más destacada y agradecida del músico neoyorquino, y destaco especialmente «Always on the run» por ser mi favorita, por el enorme solo de Slash y por los vientos finales que elevan la canción aún más y la convierten en una de las indispensables de las últimas décadas. Sin embargo, la sombra de Jimi Hendrix y de Jimmy Page siempre sobrevolará sobre su guitarra.
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«Heaven help» es una de sus BALADAS más destacadas. Presente en «Are you gonna go my way?», su temática amor-salvación es constante en su cancionero, interpretando siempre el amor como algo casi místico, divino, lo que entronca con otros de sus pilares a lo largo de toda su trayectoria, su fuerte convicción religiosa y su neohippysmo, algo palpable especialmente en sus primeros discos y perdido paulatinamente según abandonaba las intenciones más retro y se aventuraba en terrenos más «on». En este caso es la sombra de John Lennon la que planea sobre Kravitz.
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Nos detenemos en ese «PEACE & LOVE» del que Lenny Kravitz fue abanderado en la primera mitad de los 90, con el puntito de psicodelia de «Let love rule», la muy beatlemaniaca «I build this garden for us», la tremenda «Fields of joy» o esta «Believe», otra de sus piezas claves, de nuevo insistiendo en ese amor por encima de todo y de todos, siempre más allá, atravesando energías, trascendiendo más allá de nuestros cuerpos, alcanzando cotas etéreas…cosas de flower child.
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Y aquí entroncamos con ese amor a DIOS, con ese misticismo (que a mí personalmente me da un pelín de grimilla), y con probablemente su canción más conocida y reconocida, «Are you gonna go my way?», tremendo hard rock enmarcado en uno de sus relucientes riff y apoyado en una poderosa línea de bajo que es realmente la que da fuerza a la canción. Pero dentro de este saco también hay hueco para temas menos importantes en su carrera, como «What the fuck are we saying?», «God is love» o «The difference is why».
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Retrocedemos hasta 1989. «Let love rule». Disco de debut de un tal Lenny Kravitz que rápidamente se convirtió en músico de culto y algo más, ya que con su primer álbum consiguió cierto éxito, especialmente en el mercado europeo, donde de inmediato se le colgó la etiqueta de «el nuevo Prince». Sin embargo, el disco resultaría el más apegado a los años 60 de toda su carrera, el más pop («Mr. Cab Driver») y el más soul («Be») , el más cálido («My precious love») y el más negro («Does anybody out there even care?»).
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En 1991 editaría «Mama said», un paso más en su consolidación como estrella mundial del rock que vino presentado por «It ain’t over ‘til it’s over», una de sus mejores baladas y canciones, personalmente con la que yo le conocí, y que desprende un tonillo jazzístico-soul-retro que marcaba la línea del LP. Con poderosas arremetidas («Always on the run», «Stop draggin’ around» o «Fields of joy»), delicadas y emocionantes baladas («Stand by my woman», «All I ever wanted» o «Flowers for Zöe»), o gloriosos y elegantes medios tiempos («What the fuck are we saying?» o «What goes around comes around»), me atrevería a calificar «Mama said» como su mejor y más personal trabajo.
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En 1993 llega el turno de «Are you gonna go my way?», un paso más, un escalón más, conquistando ya el mercado norteamericano, esta vez con los 70 como claro referente, y con el tema que da nombre al álbum convirtiéndose en su mayor éxito hasta la fecha (y fechas posteriores) . La psicodelia («Believe» o «My love») y los ecos de Led Zeppelin («Sister» y «Is there any love in your heart?»), son las principales bases de un disco bastante ecléctico, y que en esa variedad pierde algo de la robustez de su predecesor, pero que sigue manteniendo un nivel muy alto.
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Dos años después sufriría su primer traspiés comercial. «Circus» se presentaba como su disco más rock, más oscuro, más crudo y quizás más espiritual. Con el habitual pelotazo de salida, la irónica «Rock and roll is dead», el segundo single sería «Circus», una llamada de ayuda al cielo, mirada al más allá que se repetiría en el tramo final del álbum. El disco resultaba algo irregular, flojo en su parte final, y pedía a gritos una reinvención de su carrera.
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Y esa reinvención llegaría con «5», su disco más vendido (recopilatorio al margen) y con el que más premios ha conseguido, incluidos dos Grammy. El trabajo suponía una modernización de su sonido, abriendo la puerta a programaciones y grabaciones digitales de las que tanto había huido hasta entonces. Además, el funk encontraba un peso específico en la colección, y en general el tono era bastante más amable que el de su predecesor. Sin embargo, las canciones eran bastante irregulares, en el mejor de los casos. «If you can’t say no» fue el primer y bastante desapercibido sencillo, pero con «I belong to you» ganó un buen número de nuevos seguidores ajenos al rock, y «Fly away», rock marca de la casa, supuso un tremendo espaldarazo. Además, en su reedición, la versión del «American woman» del grupo canadiense The Guess Who le sirvió para catapultar aún más el álbum.
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Tras este gran éxito, el recopilatorio (con la inédita y azucarada «Again» como reclamo) supuso su mayor éxito de ventas, algo comprensible ya que Kravitz es uno de esos artistas de hits, con dificultad para cerrar trabajos redondos pero con gran facilidad para crear éxitos. Hasta entonces. Porque desde ese momento, ni eso. Sus posteriores discos han ido perdiendo inspiración y trascendencia a pasos agigantados a pesar de mantener más o menos la misma fórmula. Y lo que es más preocupante, no hay visos ni, parece, demasiada intención de resurrección.
El nuevo disco no está tan maaal hombre, tiene tres o cuatro temas que recuerdan al Lenny de sus mejores tiempos. Aunque claro, no deja de ser auto parodia…
Saludos!
Buen artículo.
http://politomusica.blogspot.com
indudablemente siempre se le escapa algún tema bueno, pero demasiado esporádicamente desde hace demasiado tiempo, no?
gracias por tu comentario esteban
Todos los discos son buenos, inicio los últimos. Está muy claro que siempre rinde «homenajes» a sus heroes, llamese Lennon, Bowie, Prince, Kiss, James Brown, Hendrix, Led Zeppelin, Curtis Mayfield… (y ahora Daft Punk!!!) etc, etc. Pero, creo, que es un gran músico. Obvio, es inutil buscar en Kravitz a un Tom Petty, Neil Young o un Bob Dylan; lo suyo es divertir, y hacer pasar un buen rato a sus oyentes con un buen rock-pop-funk-AOR… Saludos desde Buenos Aires, Argentina.
hombre, es otro punto de vista. yo a los grandes les pido algo más que ser un mero divertimiento homenajeando a otros. a eso lo llamo orquesta. jeje. pero todas las opiniones son válidas claro que sí. un saludo
Lo que pasa con Kravitz es muy sencillo: se ha quemado como músico. No he escuchado a fondo sus últimos trabajos, pero creo que su época creativa ya pasó. Y no le culpo, muchos de su generación están igual. Grandioso post. El Cadillac como siempre, sentando cátedra.
pueden ser muchas cosas:pérdida de inspiración, tener la cabeza en otra cosas, cambio de rumbo, …o todas juntas.
un saludo!
Discrepo!!!!!
Lenny, Its time for a revolution y Strut son tres discazos!!
Baptism es una caca y Black and white se puede escuchar.
Pongo temas: Stillness of Heart, Dig In, You Were in My Heart, Yesterday Is Gone (Lenny), Bring It On, I’ll Be Waiting, Dancin’ Til Dawn, Love Revolution (its time), The Chamber, sex, She’s a Beast, I’m a Believer(strut), Where Are We Runnin’?, …
seguro que en cada uno de esos discos se pueden encontrar 3-4 temas dignos. pero poco me parece para un tipo que podía haber reinado, o que parecía que iba a hacerlo tras unos espectaculares primeros álbumes.
un saludo tocayo
Gran artículo. Yo destacaría a Kravitz como creador de grandes riffs guitarreros, mucha clase y buen gusto, y del sonido para qué contar más. Es verdad que tiene referentes, pero es que Page y Hendrix también los tenían (y copiaban o adaptaban), así es la música, nadie inventa de la nada.
Saludos.
Gracias por dejar tu opinión Gero. Saludos!
Me quedo indiscutiblemente con los tres primeros trabajos. Me esperaba mucho más de este tipo después de los discos ya mencionados y la verdad es que me quede con las putas ganas. Se quedó en un buen compositor pudiendo habernos vuelto locos sacando discos tan cojonudos como los tres primeros, como ya he dicho…Que se vuelva a dejar las rastas y que se deje de leches y a ver si así saca un disco mínimamente decente.
Saludos
lo has dicho todo!
Quién ha escrito esto desprecia a la música e intenta empequeñecer a un genio como Lenny. Decir que 5 es un disco irregular es no apreciar la música y dejarse guiar por gustos estúpidos.
hola. lo he escrito yo, el de los gustos estúpidos. y me reafirmo, e incluso ahora creo que definir “5” como irregular es casi un piropo.
un saludo