«Sombras tenebrosas», un Burton menor pero disfrutable
Desde hace ya unos años hay una corriente crítica que denuncia que Tim Burton se repite más que el ajo, que parece más preocupado por estar a la altura de lo que sus muchos fans esperan de él que de sorprender, y que su imaginario gótico, siniestro y romántico se ha convertido en una marca de la casa en la que no hay lugar para lo imprevisto. Aunque puedo entender esa postura, yo no la comparto. A mí me sigue fascinando el bizarro “universo Burton”, independientemente de que algunas películas le salgan mejores que otras, y me gusta que su sello personal siempre esté presente en su obra. Vas a ver una de Burton sabiendo lo que te espera, y yo no veo nada malo en ello. Lo mismo ocurre con Woody Allen, Terrence Malick o David Lynch, y a éstos nadie les pide que evolucionen en su estilo o que jueguen a ser lo que no son. Otra cosa distinta es que la película de turno que lleven bajo el brazo sea mejor o peor, y por ahí sí puedo reconocer motivos para ser exigentes, aunque filmes de la discutida última etapa del director estadounidense como “Sweeney Todd”, “La novia cadáver” o “Big fish” me parecen excelentes. Desde ese punto de vista, “Sombras tenebrosas” no cae del lado de las obras fundamentales de Burton, pero sí garantiza pasar casi dos horas de entretenimiento si asumimos que estamos ante un trabajo alejado de pretensiones o de la grandilocuencia de la fallida, esta sí, “Alicia en el país de las maravillas”.
“Sombras tenebrosas”, basada en una telenovela emitida por la ABC en los años sesenta (que nunca llegó a nuestro país), nos cuenta la historia de Barnabas Collins, un joven perteneciente a una emprendedora familia del siglo XVIII que es condenado a vagar eternamente como vampiro por una bruja inmortal enferma de celos por no conseguir el amor de nuestro protagonista, reservado para otra mujer. Tras pasar dos siglos encerrado en un ataúd, Barnabás despierta en 1972 para encontrarse un mundo radicalmente distinto, un patrimonio familiar dilapidado en manos de unos decadentes y peculiares descendientes y una ciudad dominada por la pécora que le castigó.
Hay varias películas conviviendo en el corazón de “Sombras tenebrosas”, que no se sabe muy bien si quiere ser una comedia terrorífica o un drama romántico con tintes paródicos, pero, aunque esa indefinición de tono ha sido muy criticada, a mí me parece uno de los aciertos de la cinta. Este cóctel de géneros puede no resultar muy nutritivo, pero tampoco resulta indigesto y sabe muy bien. A eso ayuda un Burton desacomplejado, dispuesto a divertirse por la vía de la simplicidad narrativa y con la contribución de un Johnny Depp del que se intuye que se lo ha pasado tan bien como siempre que se encuentra con su director fetiche. Las situaciones se suceden con buen ritmo; no matan pero son amenas, y alguna, como el episodio entre el anacrónico, excéntrico y sanguinario Barnabas y los hippies, resulta realmente graciosa.
Otros motivos para celebrar la película son volver a ver a la gran Michelle Pfeiffer en pantalla grande (o la prueba de que la cirugía estética no tiene por qué ser siempre ridícula y grotesca), comprobar que la diosa Eva Green funciona a la perfección como zorra implacable pero con sentimientos en algún rincón muy escondido de su corazón de piedra, la constatación de que la todavía niña Chloe Moretz cada vez está más cerca de ser la nueva Scarlett Johansson o la estelar aparición del mítico Alice Cooper. Además, el espectacular diseño de producción, la siempre brillante música de Danny Elfman y la deslumbrante y muy pop fotografía de Bruno Delbonnen nos recuerdan en todo momento que estamos en un cuento de Burton.
Pero el filme también tiene sus propios problemas. Y es que desde la plenitud estética del brumoso prólogo dieciochesco que tanto recuerda al macabro romanticismo de “Sleepy Hollow” hasta el forzadísimo, precipitado y caprichoso clímax de la cinta, hay un camino que, con sus altos y bajos, tiende a ser descendente. Burton debería pedirle cuentas al guionista Seth Grahame-Smith por su tibio libreto, que no aprovecha todas las posibilidades de la historia y que deja sin exprimir a una galería de personajes que merecerían mejor trato. Es bastante decepcionante que la película se tome su tiempo para presentarnos a sus criaturas (una trasunta de Mina Harker, una doctora alcohólica, un singular e irónico “mayordomo”…), sin escatimar en diálogos ni tiempo en escena, y luego no sepa qué hacer con ellos o incluso se los quite de encima de manera chusca y repentina.
En definitiva, admito que la melancolía, la magia y la sensibilidad de las obras mayores de Burton está ausente en “Sombras tenebrosas”, pero si uno acepta que películas como “Eduardo manostijeras” o “Ed Wood” se filman una o dos veces en la vida, y que es injusto pedirle a nadie un estado de gracia perpetuo, podremos disfrutar de una película modesta que no pretende otra cosa que hacer pasar un buen rato al espectador.
Sin que sirva de precedente, Jorge, estoy bastante de acuerdo contigo. Lejos de las catastrofistas críticas aparecidas en casi toda la prensa especializada, «Sombras tenebrosas» me ha parecido un gran entretenimiento, un filme muy divertido, especialmente para los que adoramos los años 70 (¡ese Alice Cooper!). Aunque si que es verdad que queda desaprovechado el potencial romántico que tiene el argumento y que la podía haber elevado mucho más. Eso sí, y aquí disiento, creo que Burton debería arriesgar más y salirse de su zona de confort más habitualmente. Ha sido comenzar la película, escuchar la música de Danny Elfman y sonarme todo a cliché.Yo creo que no es comparable su caso con el de Woody Allen. Allen ya ha hecho su carrera (con sus correspondientes obras «diferentes» como la maravillosa «Zelig», «La rosa púrpura de El Cairo» o «Delitos y faltas») y lo que hace en esta época ya me parecen «bonus tracks», que si están bien, fenomenal, y si no, pues no pasa nada, no le va a afectar demasiado a su estátus. Mientras que Burton apenas rebasa la cincuentena y lleva un tiempo demasiado autocomplaciente, cuando no despistado (esa sosísima «Alicia») y desde su última película grande de verdad (ahí meto a «Charlie y la fábrica de chocolate») hay un periodo ya excesivamente largo. De todos modos, ¡gran post!
Hum, si estamos de acuerdo, Big Man, es que algo va mal ;-) así que vayamos directamente a la zona de discrepancia. Para mí, la última película grande de Burton es «Sweeney Todd» (2007), y creo que ahí sí arriesga sin necesidad de salirse de su universo personal. No veo nada de previsible y complaciente en ese filme y dudo que haya muchos directores que se atrevan a hacer un musical con todas las de la ley (sin diálogos entre las canciones). Además, para los actores también debió suponer todo un reto, que resolvieron muy bien, por cierto. ¿Un cliché la música de Elfman? Pues tanto como los títulos de crédito de todas las películas de Allen, o la trascendental voz en off de los filmes de Malick. Es una marca de identidad. Lo compras o no. Saludos, amigo!.
Que conste que me gustó bastante «Sweeney Todd», pero no la metería entre las «grandes» de Burton. Y dos puntualizaciones:
1. No veo comparable un detalle bastante anecdótico como los títulos de crédito de Allen con algo tan trascendental en una película como la banda sonora (y más si está tan presente como suelen estar, para bien o para mal, las de Elfman).
2. Las marcas de identidad de por sí no son buenas ni malas. Y la repetición de esquemas no debe suponer ningún problema, siempre que no se haga cansina. Y esto me está empezando a pasar con un director al que tanto he admirado como Burton, y me apena, porque está en la edad de hacer grandes obras maestras…y no las está haciendo. Un saludo!
Albert, ya sabes que las opiniones son como los culos… Por ejemplo, yo no metería nunca a «Charlie y la fábrica de chocolate» entre las grandes de Burton.
En cuanto a lo de Allen, he mencionado el detalle de los títulos de crédito con su música de jazz, pero si quieres hablamos de que el personaje que interpretaba en todas sus películas siempre es igualito. ¿Es eso bueno o malo? Pues depende. Habrá a quien le parezca cansino y habrá quien lo adore y lo considere una marca de identidad. Por eso decía que entiendo a los que piden que Burton se renueve, aunque no lo comparta.
En cuanto a que está «en edad de hacer obras maestras», tampoco creo que las obras maestras proliferen como las setas, ni que el hacerlas sea una cuestión de edad (y menos en el género de Burton, el fantástico). Él ya parió al menos dos («Eduardo Manostijeras» y «Ed Wood») y un buen puñado de filmes estimables. Posiblemente lo mejor de su carrera ya haya pasado, pero yo me conformo con que me siga dando periódicamente filmes que pueda disfrutar, aunque sean imperfectos. Y si algún día se descuelga con una obra maestra, pues bienvenida sea. Saludos, man!
Niños, haya paz!
Aquí estoy para dar mi humilde comentario sobre esta película: ¡me lo he pasado pipa! Quizás porque iba con mis expectativas bastante medidas debido a los muchos comentarios negativos sobre esta película, por eso he pasado de analizarla, me he sentado y me he dejado llevar por el barroquismo satírico y burlón «made in Burton».
Vale que no está entre las mejores de Burton, vale que no es un gran guión, vale que el tratamiento del algunos personajes es superficial, pero la potencia visual de la película, (¡qué principio y qué final!), demuestran un saber hacer propio y único de Burton. Te podrían sentar en la sala con los ojos tapados sin decirte qué vas a ver, y saber de quién es al minuto de ver las primeras imágenes. Eso es tener sello propio y ser un creador, aunque reconozco que en ocasiones se repite en planteamientos ya vistos, suyos o de otros (¿no os ha recordado en ocasiones a «La muerte os sienta tan bien» de Zemeckis? )
Todo el mundo habla de lo vacuo del film, de la falta de hondura argumental pero, y a mí me da por pensar, ¿y si eso en sí mismo fuera una parodia, una crítica soterrada de Burton a la continua banalización y «normalización» de la figura del vampiro que tanto pulula en nuestras pantallas hoy en día (que si «Buffy Cazavampiros, que si «Crepúsculo», que si «True Blood», que si «Vampire Diaries», etc, con historias bastante más absurdas, rebuscadas y superficiales que ésta), siendo como es el vampiro una figura clave y venerada del imaginario gótico? De hecho, ahí está el pequeño homenaje que le hace a Christopher Lee como referente indiscutible de esa figura.
Alberto, tampoco creo que Burton buscara hacer una obra maestra. Muchas de sus películas son puros divertimentos sin más pretensiones, ideas que se le pasan por la cabeza y que tiene la gran suerte de que Hollywood le financia por ser quién es (a mí me encanta, por ejemplo, «Mars Attack», pero soy consciente de que es un delirio pasado de rosca propio de Burton). Y esto último también le pasa a Allen.
Pero bueno, ya para acabar, que no me quiero poner seria, porque la peli me ha gustado, he salido con una sonrisa del cine, y con eso me quedo. Y me ha encantado ese final tan romántico que escenifica el amor eterno y es que «a las mujeres no nos interesa ni el dinero ni las ovejas, nos interesa el amor» :-))
Ah, se me olvidaba: me ha sorprendido que Angelique Bouchard tuviera uno de «mis» retratos (Tamara de Lempicka) en su despacho, porque lo extraño es que no recuerdo cuando lo pinté ;-)
Un abrazo, chicos.
No te preocupes Tamara, Albert y yo nos hemos pasado media vida discrepando y la sangre nunca ha llegado al río :-)
Celebro que al menos estemos los tres de acuerdo en que las críticas negativas que se han podido leer por ahí son muy desproporcionadas. A mí me da que se le tiene ganas a Burton. A veces ocurre que unos pocos crean un estado de ánimo a favor o en contra de una peli determinada y luego todo el mundo le sigue la corriente. Es un fenómeno curioso.
Por otro lado, estoy con Tamara en que seguramente Burton no tenía en mente las palabras «obra maestra» cuando hacía «Sombras tenebrosas». Es más, estoy seguro de que, como buen fan de Ed Wood que es, jamás piensa en hacer la obra perfecta, sino en pasárselo bien y plasmar sus movidas (unas más delirantes, otras más poéticas, otras más románticas) de la forma más honesta posible.
En cuanto a la moda vampírica actual, yo creo que Burton pasa bastante de «Crepúsculo», «True blood» y demás. Dudo de que siquiera las haya visto. Sus vampiros son los de toda la vida: Bela Lugosi, Christopher Lee, la Universal y la Hammer.
Un saludo!
hola, a mi me gustaria que alguien me dijese, si es posible, los titulos y los intérpretes de las canciones que no son propiamente la bso. gracias¡¡
por cierto, acabo de descubrir el blog y me gusta mucho.
Hola Rosa, en este enlace quizás encuentres lo que buscas:
http://www.imdb.com/title/tt1077368/soundtrack
Un saludo y esperamos volver a tenerte pronto por el Cadillac!
La peor película que he tenido la desgracia de sufrir en un cine. EL mal gusto de mi pareja sumado al precio de la entrada… aún maldigo.
Burton ha perdido el norte, creo que no sabe lo que es una película, retrocede en cuestiones esenciales de la narrativa, virando un discurso cada vez más vacío hacia el manierismo y la auto-complacencia -la de sus productores-. Solo se salva el maquillaje (que no la caracterización) de los viejales del Sr. Deep y la jubilada Pfeiffer -creo que se escribe, así-. No disfrute ni un solo gag -de parvulario- ni un solo plano. Ved Bitelchuss si os cabe alguna duda -la están televisando continuamente en Paramount Channel-.
Claudio, siento que lo pasaras tan mal en la sala de cine, tal y como están los precios… En cualquier caso, no deberías tenérselo muy en cuenta a tu pareja, ya que si ésta es la película más mala que te ha «obligado» a padecer eres muy afortunado. Te aseguro que puede ser mucho peor, sobre todo viendo lo que hay por la cartelera. Un saludo.
gracias¡¡¡¡
Estoy conociendo su foro. Me gusta cómo escribe Jorge Luis García
Me sonrojas LuiZa. Espero que ahora que has conocido el Cadillac te des más de una vuelta con nosotros. Un saludo!