Belako toma la palabra (a gritos)

Cris Lizarraga (voz, teclados), Josu Billelabeitia (guitarra y voz), Lore Billelabeitia (bajo y teclados) y Lander Zalakain (batería). Ninguno tiene más de 23 años. Desde que acometieron sus primeros acordes como banda, hace tres años, ya han tocado dos veces en el BBK Live y han teloneado a Elvis Costello y a Crystal Fighters; han publicado un tremendo disco de debut («Eurie»); han roto con su compañía y han creado una propia y editado en ella dos EP’s («AAAA!!!!» y «Bele Beltzak Baino Ez»). Se llaman Belako, son vascos y una de las grandes revelaciones de la escena musical nacional de los últimos años. Y ha llegado su hora.

¿Y qué hacen estos Belako? Pues su música podría ser una mezcla de post-punk con aires de new wave, grunge incluso (¿aceptamos un cruce entre Joy Division y Sonic Youth?), adornado a veces de paisajes electrónicos, todo aderezado de rabia, gotas de dulzura, honestidad, ganas de hacer las cosas bien y la frescura y el descaro propias de su edad. Sin embargo, esto son únicamente inmerecidas e injustificadas etiquetas, solo para que puedas imaginarte levemente por dónde van los tiros. De todas formas, vas a saber de ellos, ya que sin duda van a ser una de las bandas que más presentes van a estar en la próxima ronda de festivales veraniegos, y a buen seguro que su nombre en los carteles va a ir subiendo y ganando tamaño de forma exponencial. Al tiempo. Y si además, como anuncian, tendrán nuevo LP en los próximos meses, sin duda éste puede ser su año.

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Podemos comenzar centrándonos en «Eurie», su primer y hasta ahora único larga duración, un disco que se abre con la pegadiza «Sea of confusion»,  a lomos de un irresistible punteo, para, tras un final de canción en alto gracias a unos espectaculares coros,  irrumpir «Haunted house», personalmente su mejor tema hasta la fecha, un corte lleno de rabia, cantado por  Cris con el corazón en la boca, expulsando «tell me where’ve you been», «you get the fuck out on my mind» o «I feel I’m losing you» como si le fuera la vida, como debe ser, envuelto en guitarras afiladas. Una maravilla.

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A continuación llega «False step», tema que se abre con unos sintetizadores que recuerdan, y mucho, el «Love will tear us apart» de Joy Division, dejando de un lado los sonidos más punzantes para adentrarse en sonoridades británicas de finales del siglo pasado. Se mantiene el tono en «Southern Sea (Beautiful word)», la canción con la que se empezaron a dar a conocer en ciertos círculos norteños. Esta parte media y más suave del disco se cierra con la preciosa «Molly & Pete», de nuevo apoyada en los teclados. La tranquilidad se rompe con la tremenda «Vandalism», con unos gritos desgarrados que en esta ocasión llegan de Lore (como bien nos apuntó en los comentarios una lectora). Acto seguido, el bajo toma las riendas en «Stop contradictions», para después mostrar su cara más garajera en «Zaldi Baltza», tema cantado en euskera por Josu, quien se me antoja lleva el mayor peso de la banda. Tras este peleón trío, «Monday» aporta un toque Franz Ferdinand bastante molón, para cerrar el disco con una nueva vuelta de tuerca, «Eurie», una especie de tenebrosa tonada, de nuevo en euskera, con la que abren nuevos caminos y hacen intuir en la banda inquietudes más allá de los guitarrazos propios de unos chavales.

«Euri» logró cierta repercusión, siempre hablando de círculos más o menos alternativos, y su presencia y buen hacer en numerosos festivales fue haciendo que su nombre comenzara a sonar como una de las más firmes apuestas de la escena independiente. Pero Belako ha apostado por ir haciendo las cosas a su manera, sin prisas y  guiándose por lo que les apetece en cada momento, huyendo de convertirse en un mero ‘hype’. Eso explica que su siguiente paso fuera desligarse de su compañía discográfica y montarse su propio sello, Belako Rekords (en el nombre no han ido sobrados de originalidad), y en él editar a la vez, a mediados de 2014, dos EP’s de cuatro canciones cada uno. Esta publicación bicéfala, que en un principio llegaba motivada por cuestiones contractuales, se convirtió en algo artísticamente bastante coherente, ya que ambos trabajos funcionan espléndida y casi necesariamente de forma individual, mostrando cada uno una faceta bien diferente de la banda.

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Así, «AAAA!!!!», grabado domésticamente en su propia casa, insiste en los sonidos más rockeros, orgánicos y guitarreros, sin aportar mucha novedad estilísticamente pero confirmando su calidad como banda. Quizás «Eat me» podría ser la más destacada del lote, si bien la casi instrumental y más valiente «AAAA!!!!» es también digna de destacar.

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El otro EP, «Bele Beltzak Baino Ez», muestra la cara más experimental de Belako, la más inquieta, más serena pero más rica en matices, con la electrónica quitando protagonismo a las guitarras, y al parecer su próximo trabajo podría tirar más por este último camino. Se agradece este querer evitar cualquier atisbo de anquilosamiento tan pronto, y es que temas como «Mum» o «Crime» confirman que hay grupo para rato y para muchas cosas. Por lo pronto, además de una juventud casi insultante, ideas, imagen, actitud y aptitud tienen. Tiempo, también. Aunque yo personalmente creo que ya ha llegado el suyo.