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‘Empire falls’: Botes contra la corriente

26/06/2015

Empire Falls Ed Harris Paul Newman

Para darnos cuenta de lo vertiginoso de los tiempos que vivimos en la televisión, basta decir que ‘Twin Peaks’ se mantuvo como el gran tótem de la creación televisiva durante más de una década. Pero a partir de principios del actual siglo, las grandes obras de referencia en el medio se suceden sin solución de continuidad. Así, la hornada formada por ‘Band of Brothers’, ‘Angels in America’, ‘Los Soprano’, ‘The Wire’, ‘Roma’ o ‘Perdidos’ fue pronto tragada por las excelencias de ‘Boardwalk Empire‘, ‘Homeland’ y ‘Breaking Bad’, que casi fueron apartadas de un plumazo cuando llegó esa maravilla titulada ‘True Detective’. Obviamente, toca congratularnos de estar insertos en una época absolutamente histórica, pero todo tiene sus desventajas. y una de ellas es la gran cantidad de notables y sobresalientes producciones que, más allá del reconocimiento que tengan en su fase de lanzamiento, han quedado pronto demasiado relegadas en el olvido para los aficionados. Uno de nuestros objetivos cuando creamos este vuestro blog era precisamente, además de, por supuesto, tratar la actualidad más candente, reivindicar grandes obras del pasado para que pudieran ser descubiertas/redescubiertas por nuestros lectores. Y una producción que cumple todos estos requisitos es, sin duda, ‘Empire Falls’.

El gran símbolo de esta era, HBO, of course, decidió apostar todo al rojo en 2005 con ‘Empire Falls’, la adaptación de un clásico moderno de la literatura, que le hizo ganar en 2001 al estadounidense Richard Russo el premio Pulitzer de ficción. Concebida como una miniserie de dos episodios (cuatro horas en total que pasan como un suspiro), la fidelidad al original quedó garantizada desde un inicio al serle encomendada la escritura del guión al propio Russo,  siendo la dirección para un eficaz artesano como el australiano Fred Schepisi (¿recuerdan ‘La casa Rusia’ o ‘Seis grados de separación’?), mientras que se hizo un especial esfuerzo en el casting, conformando uno de los más grandes repartos que nunca haya visto la pequeña pantalla. Tomen aire, allá va…Ed Harris, Paul Newman, Robin Wright, Philip Seymour Hoffman, Helen Hunt, Joanne Woodward, Dennis Farina, Aidan Quinn, Estella Parsons, Lou Taylor Pucci, la muy prometedora Danielle Pennebaker, secundarios de tanta enjundia como William Fitchner o Larry Pine

Empire falls Ed Harris Paul Newman

La fórmula ‘obra de prestigio + reparto de relumbrón’ parecería garantizar el éxito, pero solo con retroceder mínimamente al pasado podemos encontrar decepciones mayúsculas en este sentido como ‘La hoguera de las vanidades’, ‘El gran Gatsby’, alguna versión de ‘Los miserables’ y muchas, muchísimas más. Lo que hizo que ‘Empire Falls’ demostrara como acertada esa ecuación fue algo tan simple pero tan difícil de conseguir en ocasiones como es aplicar el sentido común. El guión se acopló perfectamente a lo que necesitaba la historia: cuatro horas que respetan el ritmo relajado pero fluído de unos acontecimientos en constante ‘in crescendo’. Comprimirlo todo en una película de dos horas hubiera socavado numerosos matices, haber extendido su desarrollo al formato de serie convencional habría diluido mucho el impacto de su sucesión de ‘highlights’ y la habría condenado a añadir momentos intrascendentes en una trama en la que todo, por mínimo que parezca, tiene su sentido dentro de una maquinaria de relojería perfecta.

‘Empire Falls’ se muestra engañosa al principio, como si fuera una comedia de situación, muy al estilo de la mítica ‘Cheers’, en la que todo sucede en torno al restaurante Empire Grill y a su dueño, Miles Roby (Harris), un hombre bueno, colmado de paciencia pero que está a punto de perderla con las actitudes de varios de sus parroquianos; con su revoltoso y testarudo padre (Newman), con una insoportable exmujer (Hunt) adicta al ejercicio y a su nueva pareja (Farina), un habitual del local; con un hermano díscolo y, sobre todo, con el furioso gato de la cacique de la ciudad y dueña del bar, la altiva Francine Whiting (Woodward). Conflictos todos ellos tratados con un tono de comedia agridulce pleno de equilibrio, que te enganchan a la trama casi sin darte cuenta mientras se esboza una permanente leve sonrisa.

Empire falls Ed Harris Helen Hunt

Pese a que el humor nunca desaparece del conjunto y que todos los personajes ven completado su arco narrativo con eficacia, lo cierto es que ‘Empire Falls’ sube de nivel en cuanto va poniendo su foco principal en Miles y se va adentrando con cada vez mayor insistencia en un drama, un drama existencial y humanista de gran calado. Una vez contextualizada convenientemente su existencia, descubrimos a un hombre en plena crisis de la mediana edad, atrapado contra su voluntad en un trabajo que no le satisface y en una localidad que, con una invisible cuerda, aprieta hasta el ahogamiento sus aspiraciones vitales. Miles representa a muchos seres humanos, a aquellos que se sienten como botes luchando contra esa furiosa corriente que es la vida.

A través de una oportuna inserción de ‘flashbacks’, somos testigos de la tragedia infantil sufrida por el personaje interpretado por Harris, conocemos los inasibles lazos que le colocó esa época en su vida, los eternos tentáculos de los Whiting sobre los habitantes de Empire Falls…Un guión soberbio engarza con destreza esta alternancia pasado-presente y, lo más importante, consigue ir subiendo el interés minuto a minuto. La impactante hora final, virtuoso compendio de sorpresas,  de altas emociones soterradas, de expiación y redención; de sonrisas y lágrimas; de vida en definitiva, queda ya como una de los grandes momentos de la televisión en lo que llevamos de siglo.

empire-falls Robin Wright

Un astuto Schepisi es consciente del lujoso material que tiene entre manos y se aleja de ínfulas de autor, se hace invisible y se ‘limita’ a potenciar la belleza y el ritmo de la historia desde la sutileza y sapiencia del buen artesano que está ante el trabajo de su vida. Del lucimiento ya se encarga el abultado reparto de estrellas. Los llorados Seymour Hoffman y Farina, junto a Quinn, a Wright y a Pucci, se muestran tan creíbles y eficaces como siempre en papeles menores a lo que su talento merece. Mucho más recordaremos las interpretaciones de una Hunt especialmente a gusto en el papel más alocado del elenco, de una Pennebaker sorprendentemente sutil y contenida para su edad y que ya mostraba tener un futuro espléndido y, sobre todo, una Woodward magistral, que envuelve de una perversidad soterrada a uno de esas villanas que acongojan mucho más por lo que callan que por lo que dicen.

Párrafo aparte merecen las creaciones de Newman y Harris. El actor que se jugaba la vida en una mesa de billar, que saltaba al vacío junto a su compañero de fuga, que podía comer 50 huevos seguidos se despidió de las cámaras con unos más que merecidos Globo de Oro y Emmy a mejor secundario por una interpretación humorística en su mayor parte y absolutamente repleta de ese carisma estratosférico que siempre guió su carrera. No ganó premio alguno, perdiendo respectivamente ante el Jonathan Rhys-Meyers de ‘Elvis’ y el Geoffrey Rush de ‘Llámame Peter’, un Ed Harris mayúsculo que transita desde su papel central todas las emociones posibles, siempre desde la contención más absoluta, y que sitúa sin duda a Miles Roby entre los tres o cuatro mejores papeles de toda su trayectoria. En el caso de un titán como el protagonista de ‘Pollock’, eso es decir muchísimo.

Nunca es tarde para detenerse un momento en el seguimiento frenético de series en emisión, mirar hacia el retrovisor y deleitarse con muchas de las joyas que nos hemos dejado por el camino. Pero no lo duden, súbanse a ese bote contra corriente que es actualmente ‘Empire Falls’…y disfruten .

Empire falls cover

 

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2 comentarios leave one →
  1. 21/09/2015 2:39

    Una preciosidad de serie, y la descubrí gracias a este post.

    • Alberto Loriente permalink*
      22/09/2015 16:29

      Hola, Pinkkoy,
      No podrías hacernos un mejor elogio. Me alegro de que te haya gustado, es una historia humana preciosa.

      Un saludo

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