«Bodyguard»: amenaza inminente
Los guardaespaldas. Probablemente no sean el gremio más representado en cine y televisión; pero si empezamos a rememorar viejos títulos, nos encontraremos con una buena lista de personajes que estuvieron dispuestos a dar su vida por la persona que contrató sus servicios. Desde el ochentero Charles Bronson de «El guardaespaldas de la primera dama» hasta el crepuscular Clint Eastwood de «En la línea de fuego«; pasando por el expeditivo Denzel Washington de «El fuego de la venganza«, el resignado Nicolas Cage de «Tess y su guardaespaldas«, el estricto Vin Diesel de «Un canguro superduro«, el desternillante Ryan Reynolds de «El otro guardaespaldas«, el efectivo Dennis Quaid de «En el punto de mira«, el desatado Gerard Butler de «Objetivo: la Casa Blanca«, el veterano Michael Douglas de «La sombra de la sospecha«, el reformado Colin Farrell de «London Boulevard«…y así, hasta llegar al inolvidable, exitoso (y edulcorado) Kevin Costner de «El guardaespaldas«.
Sin embargo, aunque la televisión ha tardado bastantes años en conseguir un título de referencia a la hora de plasmar el duro día a día de esta profesión; el 2018 ha conseguido cubrir todas las deudas pendientes con una producción tan ambiciosa y atractiva que ha destrozado todos los récords históricos de la BBC, rivalizando con las siempre inalcanzables audiencias de un mundial de fútbol y teniendo (literalmente) a medio país pendiente de las amenazas que rodean a la Secretaria de Interior (en España, su equivalente sería directamente la Ministra de Interior), cuya seguridad está en manos del agente David Budd…quizás la persona menos adecuada para protegerla.
(AVISO SPOILERS: Si no necesitas conocer más detalles de la trama antes de verla, es mejor que pares la lectura y regreses cuando hayas terminado la primera temporada.)
En la primera escena de «Bodyguard«, contemplamos al veterano de guerra (y actualmente agente de seguridad) David Budd acompañando a sus hijos en un tren de cercanías hasta la casa de su ex-pareja y madre de los niños. Durante el viaje, Budd observa un comportamiento sospechoso por parte de un pasajero; aunque será la pareja de dicho viajero la que pondrá a prueba los nervios de pasajeros , fuerzas de seguridad y espectadores portando un chaleco bomba y un detonador. Con una actitud claramente diferenciada del resto de policías, Budd intenta controlar mediante tácticas de negociación tanto la amenaza terrorista, como las excesivas ganas del otro bando por finalizar la situación por medios más contundentes y expeditivos.
Tras ese incidente brillantemente gestionado por Budd, es asignado por sus superiores al equipo de seguridad de la Secretaria de Interior Julia Montague; quien en estos momentos se encuentra defendiendo una controvertida ley que daría plenos poderes al gobierno para instaurar un estado permanente de vigilancia de las comunicaciones de los ciudadanos, coartando un buen número de libertades civiles. Tanto esta ley, como la actitud conservadora de la Secretaria (quien representa claramente el ala más dura del gobierno) hacia la participación del país en antiguos y futuros conflictos bélicos, la han ocasionado numerosos enemigos en todos los planos de la sociedad política y civil. Y, aunque en este tipo de profesiones tienes que separar claramente las responsabilidades de tu puesto frente a tus opiniones personales, claramente David no es defensor de la postura de la Secretaria. Él es un ex-oficial del ejercito que, tras sufrir una serie de ataques bélicos en Oriente Medio, actualmente trata de controlar (y ocultar a sus superiores para mantener su puesto de trabajo) el estrés postraumático que sufre desde entonces. Para ello cuenta con la ayuda de su ex-esposa, enfermera en un hospital de la ciudad.
Las cada vez más extremas declaraciones de la Secretaria en favor de la ley a aprobar, no hacen sino aumentar y radicalizar la legión de enemistades ya creadas en meses previos. Y, aunque el semblante serio, responsable y profesional de Budd puedan hacer creer que él es la mejor baza para defenderla de las amenazas que la rodean; por dentro es una persona que se está derrumbando en todos los sentidos posibles. A su cada vez más evidente estrés postraumático, se suma su fracaso matrimonial (cuya ruptura se debió precisamente por la forma que tuvo de interiorizar todo lo ocurrido en Afganistán), las evidentes intenciones de su ex-mujer para comenzar una nueva vida al lado de otra persona, los intentos de asesinato que empieza a sufrir la secretaria (atentados estos que incluso llegarán a suponer una clara e inminente amenaza para la propia familia de David), las manipulaciones y luchas internas de cada uno de los departamentos encargados de la seguridad nacional que situarán a Budd en el centro de una lucha interna por el poder…añadiendo además las diferencias con Julia, las cuales irán generando tensiones que, sí, derivarán en una aventura amorosa. Sin embargo, aquellos que ya estén relacionando la serie con el megahit de Costner y Houston mientras suena de fondo el «I will always love you«, ya pueden ir preparando una ducha bien fría, porque nada más lejos de la realidad. De hecho, ese affair es un elemento más de suspense en la trama porque, desde un principio, queda claro que ese acercamiento no es más que una forma de manipularse mutuamente y alcanzar los propósitos ocultos que tienen ambos miembros de la pareja. Todas estas piezas acaban formando un tenso rompecabezas que no podremos resolver hasta el sexto y último capítulo. Mientras tanto, estaremos inmersos en una espiral de asesinatos, coacciones y peligros en la sombra de la que todos ellos tendrán parte de culpa y ninguno saldrá indemne.
Parecía que a Richard Madden le había tragado la tierra desde la última vez que le vimos en pantalla (‘disfrutando’ como Robb Stark de aquella boda roja en la tercera temporada de Juego de Tronos); sin embargo, ha sabido medir bien sus interpretaciones para, sin muchos esfuerzos, mantenerse siempre en el radar. De esta forma, fue el Príncipe Encantador de la última adaptación de Disney de «Cenicienta» y este mismo año ya ha participado en otra producción emitida por Netflix («Ibiza«), en la que prácticamente él era lo único reseñable del título. A pesar de ello, ha bastado su destacada interpretación como David Budd en «Bodyguard» para que el nombre de este escocés de 32 años haya escalado a las más altas posiciones de la lista de candidatos para interpretar al James Bond post-Craig. En cuanto a la londinense Keeley Hawes, a sus 42 años ha sabido labrar una carrera mucho más abundante y variada que la de su compañero. Al éxito deparado por su papel de Secretaria de Interior se une a una larga lista de producciones televisivas entre las que destacan «Line of duty» y «Doctor Who«, una también extensa carrera en el cine con títulos como «High-Rise«, la secuela de «The italian job» o «Los Vengadores» (no ESOS vengadores en los que estás pensando ahora mismo…sino los de 1998), además de videoclips de grupos como Suede o James. Como dato anecdótico, destacar que Keeley fue la voz de Lara Croft en todos los videojuegos de la saga «Tomb Raider» surgidos entre 2006 y 2014. Pero, si hablamos de gente polifacética, aquí se lleva todos los honores el creador de la serie, Jed Mercurio. Además de escritor, director, productor y actor ocasional…también es licenciado en medicina (llegó a ejercer durante tres años) y fue miembro de la Royal Air Force.
Aunque aún no está confirmada oficialmente la segunda temporada; varios miembros del reparto ya han dado indicios en diversas entrevistas de movimientos en este sentido por parte de los productores.
Si bien «La maldición de Hill House» (cuya crítica publicaba nuestra compañera Irene esta misma semana) es, seguramente, una de las tres novedades más destacadas del año; «Bodyguard» es quizás el título que más expectativas puede llegar a romper en este 2018, pues se aleja de todo romanticismo que podamos tener preestablecido, para convertirse en un brillante thriller que dejará paralizado al espectador en numerosas ocasiones. Una serie que bien podría surgir de la combinación entre la primera y magnífica temporada de «Homeland» (sin duda, su más claro referente) y unas notables dosis de «House of cards«. De hecho, si algún detalle negativo podemos achacar a «Bodyguard» es que no se ensucie un poco más las manos con ese dilema que se le plantea a David al ser asignado como guardaespaldas personal de Julia. Con las numerosas dudas que surgen cuando eres el principal defensor del bienestar de una persona que vive en las antípodas de tus convicciones morales…cuando, en algún momento, tendrás que decidir si vas al encuentro de esa bala que lleva el nombre de tu protegida/enemiga. En cualquier caso, la enorme tensión, el incesante ritmo y la recompensa que tenemos con el asombroso capítulo final de «Bodyguard» hace que estos seis episodios sean más que bienvenidos al panorama actual de la televisión, donde la enorme calidad y cantidad de las producciones actuales hacen cada vez más complicado elegir los títulos a visionar y los que descartar.
La serie no está mal pero no es una seriaza.
El escolta (que no «guardaespaldas») pertenece al Metropolitan Police Service londinense (popularmente llamado Scotland Yard) que es la mayor Fuerza Territorial de Londres (la otra Fuerza Territorial en Londres es la «City of London Police» ), la MPS es más grande y tiene entre sus unidades la Parliamentary and Diplomatic Protection que es donde pertenece nuestro protagonista.
El protagonista peca un poco de sobreactuación ya que parece un «robot» y ciertos fallos de guión hace que la serie no sea redonda.-
Hola, Garrote Vil.
En primer lugar, gracias por la completa información acerca de los cuerpos de seguridad londinense.
Sobre la traducción del título, aunque tienes razón y técnicamente el protagonista es un escolta, estarás con nosotros en que la serie es comúnmente traducida en la web como «Guardaespaldas», haciendo esta traducción incluso la propia página de Wikipedia de la serie: https://es.wikipedia.org/wiki/Bodyguard_(serie_de_televisión)
En cualquier caso, celebramos que te pases por aquí a comentar tus opiniones…tanto si las compartimos, como si no.
Un saludo.
Hola, me gusto mucho la serie, accion trepidante, suspenso, angustia por el final donde piensas que no es posible que muera el principal, pero tampoco estas seguro..en fin.. muy recomendable..pocos episodios, pero muy , muy entretenidos..muy buena resena.. como siempre .saludos!