Netflix y el fútbol

El fútbol siempre ha tenido una relación tremendamente asimétrica con el cine: dada su importancia como espectáculo de masas y en la trayectoria vital de muchas personas, apenas ha tenido un reflejo más allá de lo anecdótico en el celuloide y son muy, muy contados los filmes minimamente relevantes que tengan como componente principal el deporte más seguido en todo el mundo. Y no vamos a hablar de la ficción televisiva, que se ha mostrado aún mucho más esquiva con eso de introducir un balón con el pie en una portería.
Pero de un tiempo a esta parte, la revolucionaria irrupción de las plataformas de ‘streaming’ en el mercado ha cambiado -también en este asunto- radicalmente las tornas. El auge de los documentales en sus diversos catálogos ha propiciado que los creadores hayan fijado sus ojos en las posibilidades comerciales y narrativas que ofrece un deporte que provoca pasiones tan exacerbadas. Ya hace dos años, mi compañero Sergio hablaba sobre la serie «Six Dreams» de Amazon Prime, misma compañía que lanzara meses atrás esa ‘experiencia’ (en todos los sentidos) que es el documental sobre Sergio Ramos. Movistar también se ha sumado al desafío y su canal Vamos está ofreciendo un buen número de títulos de interés para los futboleros en sus diversos programas. Y donde la producción de obras de este cariz ha tenido un crecimiento exponencial ha sido en Netflix, que ha ido regando desde el año pasado su catálogo de hasta cinco series de mayor o menor interés. Son estos cinco títulos en los que basaremos el siguiente post, descartando los documentales convencionales que también va ofreciendo poco a poco la empresa de la N roja. Atentos, que ya rueda el balón.

BECOMING CHAMPIONS (2018)
El fervor que se vive en los prolegómenos de un Mundial de fútbol siempre ha sido un imán irresistible para confeccionar historias de estos campeonatos y en este contexto se inscribe «Becoming Champions», producción mexicana dirigida por Fernando Kalife, realizada poco antes del Campeonato del Mundo de la FIFA en Rusia celebrado en 2018. No obstante, esta serie se distingue de las habituales cronologías de las distintas citas (en este sentido Mediaset lanzó la apreciable «De Suecia a Rusia. 50 años y 15 mundiales») por adoptar un punto de vista distinto y sugerente. Cada uno de sus episodios se dedica a analizar los ocho únicos países que han logrado alzarse con la vitola de campeón del mundo, centrándose tanto en dichos logros deportivos como en el contexto social y político en los que se cosechó ese triunfo.
El capítulo inaugural, el dedicado a Uruguay, es el que mejor sintetiza los logros de la producción, al tratarse también del caso más único y especial de todos: el de un país de reducidas dimensiones y población y poca trascendencia geopolítica pero enormemente importante en el mundo del fútbol, en el que, gracias a su proverbial afán luchador, ha logrado plantar cara a potencias mucho más grandes. La serie es profusa en buen material documental e interesantes testimonios de grandes jugadores y periodistas. Sin embargo, comete el imperdonable error de utilizar idénticos testimonios en diferentes capítulos, a veces de manera un tanto arbitraria, lo que no parece otra cosa que un recurso fácil para ganar metraje. Sucede también que, en el caso de los campeones más galardonados (Brasil, Alemania e Italia). el repaso a sus numerosas victorias mundialistas es necesariamente atropellado para que puedan caber todas en la hora de metraje de sus respectivos episodios. Con estos pros y contras, «Becoming Champions» se ve de forma fácil y entretenida, pero siempre queda la impresión de ser un producto que se ha quedado algo lejos de sus ambiciosas intenciones. Simplemente interesante.

FIRST TEAM: JUVENTUS (2018)
Entramos en la ‘especie’ más habitual entre las series de fútbol de Netflix: aquella que se dedica a seguir desde dentro una temporada completa de un club determinado. «First Team: Juventus» representa la gama alta dentro de este grupo al testimoniar los aconteceres durante la campaña 2017-18 del club más laureado de Italia y uno de los entes futbolísticos más importantes de todo el mundo: la Juventus de Turin o, para los amigos, ‘la Vecchia Signora’.
Dotado con las virtudes de una producción ambiciosa, «First Team: Juventus» hace gala de una gran factura técnica. Sin embargo, esa ambición se queda algo corta a la hora de retratar el día a día de la entidad turinesa. Hay acceso a prácticamente todos los ámbitos del club, desde los entrenamientos y partidos oficiales hasta la intimidad de los jugadores y sus actos publicitarios, las labores del entrenador Massimiliano Allegri y otros miembros del ‘staff’…pero siempre da la sensación de que el jefe de prensa juventino está vigilando de cerca. Surge así una visión muy blanca, meramente oficialista, de una realidad que se adivina mucho más complicada y rica en claroscuros. Los testimonios exclusivos no van mucho más allá de lo que suele decirse en las declaraciones públicas a los medios, dejando en prácticamente inútil la existencia misma de la serie. Si a eso le añadimos que la temporada objeto de análisis es una campaña, digamos, promedio dentro del club (dominio absoluto en el fútbol italiano con los títulos de Serie A y Copa y decepción en Liga de Campeones con aquella polémica eliminatoria de cuartos de final ante el Real Madrid que vio tanto la mítica chilena de Cristiano Ronaldo en Turín como el dudoso y decisivo penalti pitado a Benatia en el descuento en el Santiago Bernabéu), no queda apenas espacio para la emotividad, quedando como el arco argumental más interesante el seguimiento de la temporada de despedida del mítico portero Gianluigi Buffon (pese a que acabaría regresando a la entidad apenas un año después). En definitiva, mucho oropel para una producción simplemente correcta.

BOCA JUNIORS CONFIDENCIAL (2018)
A los pocos meses de su lanzamiento, «First Team: Juventus» pasó a contar con una especie de ‘hermano gemelo’. «Boca Juniors Confidencial» sigue la misma estructura que su precedente (es decir, el relato desde sus entresijos de un campeonato completo), aunque esta vez saltando el charco y centrándose en otro club legendario a nivel mundial, el Boca Juniors argentino, que aporta una variante latinoamericana a su pariente europeo.
De nuevo, estamos ante el relato de la victoria de un campeonato por parte de un equipo grande. Nada demasiado sorprendente. Pero sí hay matices nuevos que logran inyectar más humanidad al periplo y, por tanto, mayor interés. Por una parte, aunque los testimonios de los jugadores sigan siendo bastante anodinos y previsibles, se percibe una mayor humildad, una lucha para salir de un origen sencillo, cuando no directamente pobre, que proporciona una mayor épica. Por la otra, las cámaras retratan una entidad más amigable, con una mayor cercanía entre sus empleados menos cualificados y la plantilla, además de dispensar una -obligada- atención a un factor tan importante como es el de la afición, que permanecía prácticamente inédito en el documental sobre la Juventus. Además, un sugerente hilo conductor permite seguir el desarrollo del torneo con mayor interés: el seguimiento a dos realidades tan contrapuestas como las que viven dos de los delanteros del equipo: Mientras que asistimos al exitoso regreso en loor de multitudes del ‘hijo pródigo’ Carlos Tévez, también presenciamos las dificultades para encontrar su sitio en el club del recién llegado Wanchope Ábila, un humilde ariete que se encuentra ante la gran oportunidad deportiva de su vida y debe hacer un esfuerzo ímprobo para, primero, superar una inoportuna lesión y, después, hacerse un difícil hueco en el once titular con el campeonato ya avanzado. Pequeños matices que sitúan a «Boca Juniors Confidencial» como una opción recomendable dentro del catálogo de la ‘gran N’ , aunque tampoco logre rebasar una acomodaticia convencionalidad.

SUNDERLAND ‘TIL I DIE (2018)
Sí, querido lector, siento decepcionarte, estamos ante otra producción similar a las dos anteriores, otra vez ante una obra que acompaña durante una temporada a un equipo. ¿Quiere decir esto que «Sunderland ‘Til I Die» es más de lo mismo? ¡¡Ni mucho menos!! Muy al contrario, el acierto de buscar un club alejado de las glamourosas élites balompédicas no pudo ser más rotundo. Estamos ante una serie poliédrica: tierna en ocasiones, cruel en mucha mayor medida, sorprendentemente humorística por momentos; en definitiva, deliciosamente humana. Por tanto, como ya habrá adivinado, estamos ante la cima de las series documentales de fútbol que pueblan el catálogo de Netflix.
Los dirigentes del Sunderland, un histórico club de una ciudad netamente obrera e industrial del norte de Inglaterra, aceptaron la introducción de indiscretas cámaras que atestiguaran las gestiones de la entidad y el devenir del equipo durante una campaña completa con la intención de obtener una popularidad que conllevara la llegada de nuevos inversores. La temporada a filmar (la 2017-18) suponía la de la vuelta a la dura Championship (segunda división inglesa) tras varios años seguidos de sufrida permanencia en la lujosa Premier League. Todo parecía preparado para asistir al intento del Sunderland de salir triunfante de la siempre reñida lucha por el ascenso en tan igualada categoría.

Sin embargo, todo salió al revés. Y de la previsible pugna por los puestos altos se pasó a una serie de malos resultados que puso de manifiesto que el objetivo real de la campaña iba a ser evitar un segundo descenso consecutivo de categoría. Y la tensión se masca desde el primer momento en todos los estamentos del club, que ya venían de una gran decepción. El acertado montaje da oportunidad de que el espectador se identifique con sujetos tan diferentes como el agobiado mánager de la entidad, dos entrenadores tan diferentes como el impertérrito Simon Grayson y el corajudo Chris Coleman, unos futbolistas -algunos de ellos de sobrado prestigio- absolutamente atenazados e impotentes, unos cariñosos cocineros que temen los recortes que pueden llevar aparejados un nuevo descenso…Y, por encima de todo, la afición. Un ramillete de personas muy humildes, cuya única ilusión tras trabajar duramente en una ciudad bien gris es el partido del fin de semana. Huelga decir que los disgustos son continuos, la decepción y los abucheos, su rutina…hasta que un milagroso día una pírrica victoria premia su lealtad a prueba de bombas y les hace las personas más felices del mundo. La identificación con el espectador que logra «Sunderland ‘Til I Die» provoca un agónico recorrido por sus 8 episodios, por sus perfectamente rodados partidos y por las continuas chapuzas de los dirigentes (sus proezas en el mercado de invierno son especialmente hilarantes), haciendo de esta obra un producto realmente especial y muy superior a sus ‘fríos’ compañeros de post. Una segunda temporada está de camino y nosotros no podemos estar más contentos.

MARADONA EN SINALOA (2019)
La más reciente entrega futbolera por episodios de Netflix repite el esquema habitual de seguir a un equipo concreto, los Dorados de Sinaloa mexicanos, durante dos campeonatos nacionales consecutivos: el Apertura y el Clausura de la segunda división azteca. Sin embargo, el gran aliciente de la producción es que, por primera vez, el foco de atención no está puesto en el club, sino en la acción de una sola persona: uno de los jugadores más geniales de la historia, seguramente el más reverenciado y también el más criticado, el más carismático y, a la vez, polémico: Diego Armando Maradona.
La curiosa ecuación que relacionaba al Maradona, inmerso en sus peores momentos en una drogadicción galopante, y el estado de Sinaloa, famoso internacionalmente por sus cárteles de narcotráfico, parecía tener como inequívoco resultado la crónica de un nuevo fracaso, tanto a nivel personal como profesional, del astro argentino, embarcado en el reto más difícil de su desafortunada carrera como entrenador, seguramente su última oportunidad en tan difícil oficio.

Sin embargo, surge el milagro y lo mejor de «Maradona en Sinaloa» es su faceta inesperada, su tono de rebelión contra lo previsible: el gran ídolo encuentra en el baqueteado equipo de Los Dorados, con una decepcionante posición en los últimos puestos de la tabla, un grupo perfecto en el que inyectar su experiencia y, sobre todo, su capacidad de liderazgo, motivacional y de empatía con el jugador y logra una espectacular mejora que le lleva a las puertas del ascenso. Todo parece torcerse en la siguiente pretemporada, vuelven a aparecer los demonios en la vida de Maradona en forma de seria operación, pero, de nuevo, el siguiente segmento de la temporada vuelve a demostrar la fortaleza del lazo establecido entre el astro y el club sinaloaense, dos entidades que parecen haber sido hechas para conocerse y beneficiarse mutuamente. La capacidad de la serie de congeniar con éxito, fluidez y bastante gracia el retrato personal y el colectivo hacen de «Maradona en Sinaloa» un producto superior a lo esperado y de lo más recomendable de este ‘pack’ de producciones que acabamos de reseñar.