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«La noche más oscura», crónica de una obsesión

06/01/2013

La noche más oscura_1

El 2 de mayo de 2011 el presidente estadounidense, Barack Obama, anunció al mundo la muerte del enemigo público número uno de Occidente, el saudí Osama Bin Laden, en una operación de las fuerzas especiales de elite Navy Seals efectuada en una ignota localidad perdida de Pakistán. Aún no  sé si fue más rara la total ausencia de testimonios gráficos y la avidez con la que el presunto cadáver fue arrojado al mar o el alborozo y aplauso generalizado con el que fue recibida casi unánimemente por mandatarios, países y organismos una maniobra que se pasaba alegremente por la entrepierna todo el Derecho y la legalidad internacional.  El doloroso recuerdo del 11-S y otros atentados posteriores perpetrados por Al Qaeda (Madrid, Londres, Bali Estambul) fue suficiente para justificar el ojo por ojo, sin necesidad de engorrosos interrogatorios ni juicios.  EE.UU actuó como siempre ha actuado en estos casos, a su manera, siempre que demos por válida la versión oficial. Al fin y al cabo,  la ejecución de Bin Laden, real o no, ponía fin con éxito  a una obsesión colectiva que duraba diez años y restañaba las heridas infligidas al orgullo nacional, por mucho que la amenaza terrorista siguiera latente. “La noche más oscura” es la crónica de esa larga y por momentos frustrante búsqueda del disidente saudí, convertido en el símbolo, la necesaria cara visible, de un nuevo enemigo demasiado intangible, complejo y resbaladizo, y del precio pagado en esa cacería.

Aceptando que esta es la visión norteamericana (y, por tanto, inevitablemente parcial) de un conflicto demasiado complejo para ser abarcado en una película de dos horas y media, es apreciable el esfuerzo de documentación de la oscarizada directora Kathryn Bigelow y su guionista Mark Boal para dotar de verosimilitud una historia de múltiples ramificaciones abordada desde un férreo enfoque cuasi-periodístico. El tándem Bigelow-Boal es prolijo en detalles escabrosos  (torturas, extorsiones)  aunque tampoco se muestra abiertamente crítico con las conductas bárbaras y anticonstitucionales  de la CIA que muestran en la pantalla. Esa cuestión se deja, inteligentemente creo yo, en manos del espectador. Pero paradójicamente la mayor fortaleza de “La noche más oscura” es también su mayor debilidad.  Y es que ese tono exhaustivo y minucioso, más cerca del documental que de la ficción, concede muy pocos asideros dramáticos al espectador, que según avanza el metraje se siente un tanto abrumado por el propio armazón de la película. El libreto de Boal está más interesado en desplegar datos, hechos y sucesos que en conferirles entidad a sus personajes y crear empatía con la audiencia. Uno puede sentir admiración por la alambicada mecánica de la narración, pero raramente se sorprende arrebatado por ella.

1134604 - Zero Dark Thirty

Bigelow impone su vigoroso sello y su domino técnico  -ese que tanto encandiló a la Academia de Hollywood con la, para mí, un tanto sobrevalorada “En tierra hostil”– en la escenificación de las torturas iniciales o, especialmente, en la recreación de los atentados que salpican el largo metraje, pero uno asiste a ese virtuosismo formal desde la distancia, sin implicarse demasiado emocionalmente, ni siquiera con esa obcecada agente Maya desde cuyo punto de vista se nos cuenta la historia y que recuerda vagamente al protagonista de la superior “Zodiac” de David Fincher. Ni mucho menos  es demérito de Jessica Chastain, que hace maravillas desde la sutileza con las escasas herramientas que le permite el guión, ni tampoco del resto del amplio reparto, en el que sobresale por encima del resto Jason Clarke como agente torturador cansado de tanta inmundicia, sino de la propia y autoimpuesta naturaleza gélida del filme. Obviamente, nos resulta imposible hablar de la protagonista de “La noche má oscura” sin hacer referencia a la inolvidable Claire Danes de la televisiva “Homeland”, un producto que tocando temas muy similares a los de esta cinta destaca precisamente por lo contrario, es decir, no es tan machaconamente descriptiva ni prolija en detalles operacionales pero se exhibe mucho más potente en la psicología de los personajes, incluso de sus “villanos”. La serie de Showtime no es solo más compleja desde el punto de vista moral que la película de Bigelow, sino que sabe conectar con el espectador, por eso cuando toca tirar de suspense e intriga a uno sí le importa lo que les pase a los protagonistas.

Zero Dark Thirty

Dentro del desmesurado entusiasmo general que ha levantado este filme, la crítica destaca la tensión irrespirable de la larguísima secuencia en la que los Navy Seal asaltan la guarida del diablo en Abottabad, que ya ha sido saludada como uno de las grandes experiencias cinematográficas de los últimos tiempos. Alguno hasta lo ha comparado con el final de “El silencio de los corderos”, por aquello de la visión nocturna… Pues bien, incluso ahí tampoco puedo estar del todo de acuerdo. Ciertamente, a Bigelow se la ve en su salsa rodeada de varonil parafernalia militar (no me extraña que fuese esposa de James Cameron) y la set-piece está perfectamente planificada y resuelta, pero el suspense es nulo no solo porque todos sabemos cómo va a acabar, sino porque los Seal apenas encuentran oposición y básicamente todo consiste en ir reventando puertas hasta dar con el objetivo (particularmente risible es el momento en el que uno de los soldados trata de hacer salir a Bin Laden llamándole por su nombre). Mucho más revelador me parece el plano final, con una solitaria Jessica Chastain triunfante pero al borde del vacío, y esas lágrimas que parecen preguntarse si al final todo ha valido la pena.  Pero momentos como ese son la excepción de una película que habría funcionado mejor como retrato de una obsesión, tanto personal como colectiva, si se hubiese permitido aflojar un poco el tenso corsé que la sujeta.

La noche más oscura_4

6 comentarios leave one →
  1. Alberto Loriente permalink*
    06/01/2013 23:33

    Bueno, Jorge, excelente crítica, casi la suscribo palabra por palabra. A mi también me recordó a ‘Zodiac’, aunque creo que la larga duración de la cinta de Fincher estaba mucho más justificada que la de Bigelow y admiro la capacidad de esa fantástica Chastain. Quizá le saque más notas positivas (los tejemanejes previos a la gran operación final en los despachos de la CIA, con ese inesperado Mark Duplass, y a mi sí me gustó mucho la hiperrealista secuencia final). Curiosamente, la mayor virtud de ‘En tierra hostil’, película notable aunque algo injustamente elevada a los altares, era su concisión, el saber aprovechar los puntos fuertes de la trama sin añadidos superfluos, concisión cuya falta es el principal talón de Aquiles esta estimable pero arrítmica y laarga película. También su ‘look’ (tan presente en la pasada decada en ‘Black Hawk derribado’, ‘Syriana’ y las pelis más políticas de Winterbotton) parece haber quedado algo desfasado. Yo no apostaría muy alto por ella en los Oscar, pero cosas más raras se han visto y también es pertinente decir que por ahí ha causado un entusiasmo mucho mayor.

    • Jorge Luis García permalink*
      07/01/2013 22:45

      Hola, Albert, celebro (y al mismo tiempo me preocupa) que estemos de acuerdo en ésta. Aunque aún es pronto (no conocemos ni los nominados), yo sí que apostaría unas cuantas fichas por «La noche más oscura» en los Oscar. De hecho, su mayor problema es que «En tierra hostil» ganó hace tres años, pero dado que la Bigelow es tan adorada en EE.UU no me extrañaría lo más mínimo que esta señora se llevara otra estatuilla a casa, lo que sería totalmente desproporcionado e injusto, pero coherente con la línea de perfil bajo de estos premios en los últimos años.

  2. Tamara de Lempicka permalink
    04/02/2013 1:19

    Hola Jorge y Alberto,

    La vi ayer y estoy totalmente de acuerdo con vosotros, casi palabra por palabra: una película muy notable, pero con una duración que en algunos momentos quizás la puede llegar a hacer pesada debido principalmente a sus cambios de ritmo y a querer ser demasiado exhaustiva, milimétrica, en algunos momentos de la trama.

    Se sostiene casi enteramente sobre el excelente trabajo de la versátil Jessica Chastain, que está magnífica en un papel obsesivo y tortuoso – es cierto que las comparaciones con Claire Danes son inevitables, ambas en un papel muy parecido -, pero también en un compacto grupo de secundarios que da pulso y credibilidad a la película (me resultó paradójico que muchos de ellos sean británicos o australianos interpretando a americanos de ‘pura cepa’: Mark Strong, Joel Edgerton, Stephen Dillane, Jason Clarke, Martin Delaney, John Barrowman, y algunos más).

    Sobre sus posibilidades a los Oscars, estoy con Alberto: no creo que tenga opciones de ganar la verdad, aunque sea injusto porque en mi opinión ésta es hasta el momento su mejor película, pero le resta posibilidades el que se llevara ese ‘honor’ hace prácticamente nada por una película que para mí no se lo merecía y que me gustó bastante menos que ésta, coincido en que está sobrevalorada (ese año tenía que haber ganado Tarantino con sus ‘Bastardos’, que de hecho me parece superior a ‘Django Desencadenado’, todo sea dicho, por la que este año vuelve a estar nominado). ¿Pero que vamos a esperar de una edición de los Oscars donde entre las nominadas a Mejor Película estaban dos telefilmes sentimentaloides y obscenamente manipuladores como son ‘Precious’ y ‘The Blind Side’, y para rematar la Bullock se llevó el de Mejor Actriz? Eso sí que es perfil bajo.

    Y ya para finiquitar, sobre la tan mencionada escena final, yo pienso lo mismo que Jorge: más allá de lo trepidante de la escena (la Bigelow es especialista en cine de acción), el hecho de que supiéramos ‘el desenlace’ de antemano le resta cierta emoción, aunque la pirotecnia me hiciera botar varias veces en el asiento, sumado a que los SEALS parecían un elefante entrando en una cacharrería (menos mal que son cuerpos de élite), a mí también me sigue quedando la duda del resultado final: ¿mataron realmente a Bin Laden en esa operación? Venga, vamos a creer que sí.

    Muchos saludos, chicos.

    • Jorge Luis García permalink*
      04/02/2013 22:39

      Hola Tamara, muchas gracias por compartir tus impresiones con nosotros. Sobre las posibilidades en los Oscar de «La noche más oscura», ya parece evidente que sus opciones de rascar algo pasan únicamente por Jessica Chastain. He de reconocer que a mí me sorprendió que dejaran fuera de la pugna por la mejor dirección a la Bigelow, pero parece que al final pesó demasiado la polémica sobre la CIA. Respecto al año de «En tierra hostil», te doy toda la razón en que fue una de las ediciones más aberrantes que se recuerdan, no solo por lo sobrevalorada que fue la ganadora, sino por los ojipláticos premios a esa caca de la vaca que es «Precious» o a esa inanidad llamada «The blind side». Coincido contigo en que aquel habría sido el momento adecuado para reconocer por fin a Tarantino (por cierto, todavía no he visto «Django», y bien que me pesa), pero parece que la consigna era darle a Cameron donde más le podía doler, es decir, elevando a los altares a su ex. Un saludo, amiga!

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