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«Boardwalk Empire»: pecados del pasado

29/10/2014

Boardwalk Empire_Season5

(ALERTA SPOILER: Revela detalles importantes de la trama de la serie, hasta el capítulo final de la quinta y última temporada, “Eldorado”)

Muchas veces hemos soportado la agonía de contemplar cómo series de televisión que en algún momento fueron grandes terminaron languideciendo y arrastrándose por el fango porque la cadena que las emitía prefería anteponer los beneficios de unos ratings de audiencia todavía positivos a salvaguardar la coherencia de un relato ya exprimido y agotado. Pero también en ocasiones nos hemos encontrado con el caso contrario; series fantásticas a las que aún se les atisbaba recorrido que fueron canceladas súbitamente u obligadas a terminar antes de lo previsto porque los números no cuadraban. A la HBO, con toda su grandeza y su merecida leyenda de ser el “hogar” de algunos de los mejores productos televisivos de las últimas décadas, nunca le ha temblado la mano a la hora de dar carpetazo a productos ensalzados por la crítica pero que resultaban excesivamente caros de mantener, de modo que series de culto como “Deadwood”, “Carnivale” o incluso “Treme”, con una mini temporada de despedida, no tuvieron los finales que habrían merecido.

“Boardwalk Empire” ha sido pura HBO hasta en su prematura conclusión, puesto que, tras cuatro años en antena, la excelsa serie de Terence Winter aún no había ofrecido síntomas de agotamiento y parecía tener cuerda para rato. Sin embargo, la cadena y el propio Winter decidieron poner el punto final con una quinta tanda recortada a ocho episodios, en vez de los 12 habituales. Cierto es que las audiencias en EE.UU habían ido bajando progresivamente (aunque nunca de forma escandalosa) y que muchos televidentes terminaron apeándose del barco en algún momento, incapaces de soportar el ritmo pausado y la cocción a fuego lento de una propuesta exigente con el espectador medio, pero el nivel de calidad de la serie siempre fue altísimo y en este blog nunca nos hemos cansado de defenderla contra viento y marea. Aunque tampoco esperábamos (ni queríamos) que “Boardwalk Empire” se alargara indefinidamente, sí habríamos deseado que hubiera logrado ceñirse al plan previsto por Winter de seis temporadas, pero al menos el acuerdo final le ha permitido despedirse como ha querido, resolviendo todos sus asuntos y a lo grande, corroborando que, aunque muchos no se hayan enterado, se va una de las mejores y más redondas series de los últimos tiempos, una que no hará sino revalorizarse en años venideros.

Boardwalk-Empire-Eldorado

El reto para “Boardwalk Empire” en su quinta temporada era doble. Por un lado, su narrativa sosegada y gradual debía ajustarse a los rigores de una temporada más corta (cuatro capítulos menos se notan, y más en una serie como esta) y, por otra parte, tenía la responsabilidad de cerrar todas sus múltiples tramas y subtramas no de cualquier manera, sino de modo que al final el cuadro completo, la serie entera, tuviese un sentido, un propósito concluyente. “Boardwalk Empire” ha salido airosa en todos su frentes. Para completar su retrato de una era convulsa y apasionante de la historia de los EE.UU, la de la Ley Seca, Winter y su equipo decidieron dar un salto de 7 años en el tiempo y asentarse en 1931, época en la que ya se vislumbraba con claridad que la Prohibición tenía sus días contados (la Ley Volstead quedaría derogada en 1933), una ruptura temporal arriesgada para una serie que en cuatro temporadas había cubierto el periodo 1920-1924, pero necesaria para sellar apropiadamente muchas de las historias que el show había ido manejando.

Winter también tenía claro que debía volver a colocar a Enoch “Nucky” Thompson en el centro del tablero después de que hubiera perdido algo de protagonismo en las últimas entregas. Aunque en principio el recurso a los flashbacks de la niñez (1884) y la juventud (1897) de “Nucky” en Atlantic City pudo parecer muy sobado y hasta cierto punto innecesario, ha terminado descubriéndose como una estrategia muy adecuada para que el espectador pudiese reconectar con un personaje que, pese a seguir siendo el centro neurálgico del show, era de algún modo el que menos había evolucionado con el transcurso de los años. El juego de espejos entre el pasado de un individuo de orígenes humildes aunque ambicioso y determinado a ascender en la escala social, pero en esencia un buen tipo tratando de hacer lo correcto, y el presente del emperador agotado por el peso de una corona por la que vendió su alma al diablo y que ya reclaman a voz en grito cachorros más jóvenes y más voraces, ha servido para redimensionar la figura del despiadado gángster sin escrúpulos que pasaba por encima de cualquiera con tal de lograr sus propósitos. Ya sabíamos cuál había sido la historia de Nucky previa a su reinado en Atlantic City, pero contemplar el paseo marítimo en sus tiempos de esplendor en esos maravillosos colores sepia, reencontrarnos con esa versión aún bisoña del gran capo (espectacular recreación de Marc Pikering de los manierismos y gestualidad de Steve Buscemi) cuando bregaba desesperadamente por granjearse la atención del Comodoro, o descubrir a la niña huérfana Gillian antes de que Nucky sacrificara su inocencia, el preciso momento en el que se condena ya sin posible vuelta atrás, ha permitido a la serie cerrar un círculo perfecto sobre sí misma. En última instancia “Boardwalk Empire” se ha revelado como la trágica historia de Nucky Thompson y la familia Darmody, de viejas cuentas por saldar y pecados del pasado que quedaron sin expiación, y aunque en muchos momentos nos hemos preguntado si merecía la pena que Gretchen Mol continuara en el show, al final todo ha tenido pleno sentido, incluso hemos tenido que mirar con otros ojos más compasivos y piadosos a la pelirroja que tantas veces en el pasado se ganó el mayor de nuestros desprecios. Los guionistas en este punto se han desmarcado del personaje real que sirvió de inspiración para su protagonista, Enoch L. Johnson, quien vivió hasta finales de los años 60, y le han dado a Nucky el final que merecía, un final quizá arquetípico, pero probablemente el más coherente con la historia que se ha ido gestando durante estos años (aunque quizás hayan forzado un poco con la edad de Tommy), el único posible en un mundo en el que no hay redención posible y en el que antes o después toca pagar las facturas.

Boardwalk Empire_Nucky_Gillian

Esta quinta temporada también ha sido, claro está, la de la caída del imperio, la de la constatación de que es improbable conservar el poder de forma infinita. A comienzos de los años 30 el tiempo de Nucky y de los hombres como él ya había pasado. Llegaba una generación más joven que había aprendido “el negocio” al cobijo de sus mayores y que ya estaba lista para reclamar no solo su parte del pastel, sino el pastel entero. Antiguos capos como A.R.Rothstein (le hemos echado de menos, pero su ausencia obligada ha sido uno de los peajes necesarios para avanzar siete años en el tiempo) o John Torrio ya habían comprendido que el empuje de los cachorros era irresistible. Nucky era de los pocos representantes de la vieja guardia que aún seguían en pie, pero la cuarta tanda ya nos advirtió de que el viejo tesorero empezaba a acusar el desgaste del poder, que sus colmillos ya no estaban tan afilados y que si seguía en el juego probablemente era por pura inercia y porque quizás no sabría hacer otra cosa. En esta temporada Nucky se ha visto obligado a ir a la guerra declarada por Charlie Lucky Luciano pero, al contrario que en tantas ocasiones en el pasado, esta vez su derrota ha sido absoluta y definitiva. “Boardwalk Empire” puede tomarse algunas licencias artísticas, pero lo que no puede hacer es manipular la historia a su antojo, por eso “Friendless Child” queda como el “Waterloo” de Thompson, aquel en el que el viejo tesorero de Atlantic City entrega las llaves de su ciudad a las huestes de Luciano, Meyer Lanski o Bugsy Siegel, considerados los padres del crimen organizado tal y como se conoce hoy en día, personajes tan míticos que en comparación el auténtico Enoch Johnson queda como una pequeña nota a pie de página en la historia de la Mafia estadounidense, pero que en esta serie siempre han ocupado un rol secundario, creciendo poco a poco a la sombra de otros líderes mafiosos –Joe Masseria, Salvatore Maranzano-, hasta el punto de que el espectador menos versado podría haberse visto tentado a infravalorarles, tal y como hizo el propio Nucky.

Boardwalk Empire_Capone_Luciano

A quien seguramente nunca infravaloramos fue al temible, violento, imprevisible y drogadísimo Capone de Stephen Graham, al que dejamos en la cuarta temporada al mando de la escena de Chicago tras forzar el retiro de Torrio y le recuperamos siete años después como una figura de tintes legendarios en todo su apogeo (nos quedamos sin ver la Masacre de San Valentín de 1929), pero que está a punto de caer sin que él se dé cuenta en las redes de Los Intocables de Elliot Ness. Al Capone ha sido protagonista de algunas de las secuencias más scorsesianas de la temporada, pero también de una de las emotivas de toda la serie, cuando en la season finale, consciente de que ha sido cazado y de que no le queda más jugada que entregarse, se quita por unos instantes su máscara de bravuconería para sincerarse ante su hijo sordo. Un momento impagable que nos devuelve la cara más humana de la bestia, aquella que vimos, quizás por última vez, en la tercera temporada, que también era otra escena con su vástago.

“Boardwalk Empire” siempre ha sido muy hábil interrelacionando acontecimientos históricos reales con los ficticios, y esta temporada ha sido buena prueba de ello, no solo por su forma de vincular el ascenso de Luciano con la caída de Thompson, sino también por conseguir que Nelson Van Alden, el verso libre de la serie, terminara teniendo una incidencia capital en la subtrama de Capone. No dejaba de ser paradójico (y divertido) que el antaño fanático y obsesivo agente federal prohibicionista se hubiese reconvertido en George Muller, apocado y estoico servidor de la Mafia de Chicago, pero fue glorioso que su despedida en “Devil You Know” significase el regreso del Van Alden más desatado durante esos breves segundos en los que su intento de estrangular a Capone a punto estuvo de cambiar la historia. No lo consiguió, pero al menos contribuyó significativamente a precipitar la caída del capo.

Boardwalk Empire-Muller

La serie también se ha reconciliado con Margaret Thompson, apartada a un segundo plano en el curso pasado, quien a su vez también hizo las paces con Nucky, ayudándole en esa última jugada con las acciones de Mayflower y admitiendo su parte de responsabilidad en las vicisitudes de su pasado conjunto. Su baile lento en los apartamentos de Eldorado fue un momento de cálida intimidad y de reconocimiento mutuo de dos personajes solitarios que una vez eligieron estar juntos por interés y egoísmo, y que tal vez se merecerían haber vuelto el uno junto al otro. Eli, por su parte, se ha pasado la tanda envuelto en las brumas del alcohol, acompañando a Van Alden como insólito dúo cómico en la órbita de Chicago antes de volver a tirarlo todo por la borda. Su mejor momento se produjo en las calles de Manhattan, cuando desaseado y completamente derrotado por la vida, se enfrenta cara a cara con su hijo y le confiesa que verle ahí, en el lado correcto, hace que todo haya valido la pena. Conmovedor. De su hermano, aquel bajo cuya sombra ha vivido siempre, le queda un buen fajo de billetes, tal vez lo único que Nucky ha podido ofrecer siempre a cualquiera que se haya cruzado en su camino, y una máquina de afeitar. Ignoramos qué será del desdichado de Eli, pero intuimos que quedará irremediablemente roto para siempre.

Y “Boardwalk Empire” también rindió merecido tributo a uno de sus más ilustres secundarios, Chalky White, casi reconvertido en principal durante la cuarta temporada, concediéndole la oportunidad de redimirse de todos sus errores y pecados salvando a su amada Daughter Maitland y a la que sospecha que es su propia hija, aunque eso signifique sacrificarse y renunciar a su venganza contra el infecto Dr. Valentin Narcisse. Todo ese tenso segmento en la habitación del burdel de Harlem en “The Devil You Know” es un perfecto ejemplo de por qué esta serie ha sido tan gloriosa y por qué no será tarea fácil encontrarle recambio. El propio Narcisse, protagonista de la tanda anterior reducido en esta a un rol muy accesorio, obtiene su merecido final en el último capítulo de la mano implacable de Luciano, decidido a no dejar ni rastro de vestigios disidentes del antiguo régimen.

Boardwalk Empire_Chalky White

Winter ha declarado recientemente que si le diesen la oportunidad de cambiar alguna cosa de las cinco temporadas que ha durado la serie lo dejaría todo tal cual. Y tiene razón. “Boardwalk Empire” es una obra maestra de la televisión contemporánea a la que podremos volver una y otra vez sin que pierda ni un ápice de vigencia y calidad. Hay muy pocas series que hayan entendido tan bien como ella el concepto de temporada como arco argumental dentro de una historia más grande, y siempre, absolutamente siempre, ha ido a lo suyo, sin perder jamás ni su estilo ni su esencia, dosificando magistralmente los tempos con una clase inalcanzable para la mayor parte de la competencia. Posiblemente con una temporada más que hubiese cubierto parte de ese hueco que quedó entre 1924 y 1931 la serie habría sido incluso aún más grande, pero ya lo es suficiente tal y como está. Solo nos queda expresar nuestro agradecimiento eterno a Winter, a Scorsese, a Tim Van Patten, a Howard Korder y a todos los que crearon esta maravilla, y esperar a que ese prometedor proyecto sobre el rock’n’roll de los 70 que planean Winter y Scorsese reciba luz verde más pronto que tarde.

Boardwalk Empire_young Nucky

9 comentarios leave one →
  1. Iker permalink
    31/10/2014 14:29

    No será un final muy original, pero visualmente es de una belleza extraordinaria.

  2. Gelovic77 permalink
    31/10/2014 21:18

    Muy buena cronica de una grandiosa serie, gracias

  3. paco permalink
    02/11/2014 1:19

    Estupenda cronica de una serie ya «mítica» hoy tuve la ocasión de ver el capitulo final en una sala de cine y he disfrutado a lo GRANDE ! gracias HBO, winter , buscemi y todos, y todas, absolutamente brillantes … ( spoiler- duda- ese tommy darmody se venga de el padre o por la abuela? ) (pregunta, que es de la primera mujer de Nucky?) , saludos ! seguir así Cadillac Negro!y gracias

    • Jorge Luis García permalink*
      03/11/2014 0:14

      Muchas gracias, Iker, Gelovic77 y Paco, por vuestros comentarios. Con respecto a tus dudas, Paco, Tommy únicamente hace alusión a su abuela, aunque tampoco sería descabellado pensar que también sabe que Nucky acabó con su padre. En cuanto a Mabel, sabemos que terminó suicidándose después de perder a un hijo recién nacido. Un saludo.

  4. Cesar permalink
    12/11/2014 18:22

    «Boardwalk» es una serie excelente, una de las mejores que he visto en años, pero cabe resaltar que efectivamente la 4ta temporada no tiene un grand finale (como si lo tuvieron las 3 primeras temporadas) y que decae en velocidad, pero no por ello en calidad y esto primero es un «pecado» que el espectador promedio no perdona. Excelente crónica José Luis, no veo la hora de ver la ultima y tan esperada temporada. un abrazo desde Perú.

  5. Jose Juan permalink
    20/06/2015 12:16

    Llego tarde.
    El gran «defecto» de Boardwalk Empire es que es una serie tan coherente y con tanta inteligencia que el final llega como un río a su desembocadura: lenta e inexorablemente.

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