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“Battlestar Galactica”, nunca olvidada

05/03/2012

“Battlestar Galactica” pertenece a ese tipo de series que, una vez has caído rendido a sus pies, te desvives en intentar arrastrar a todos tus conocidos para que se unan a ti en ese fascinante viaje. Pero por alguna razón cuesta mucho convencerles. En realidad, el motivo principal es claro y evidente: es una serie de ciencia ficción y, aunque hay mucha gente que abraza el género con pasión desmedida y se traga todo, cualquier cosa, que lleve esa etiqueta, con otras personas pasa justo lo contrario y huyen como de la peste. Yo, aunque comedido, me acercaría más a los de la primera categoría, pero aún así me costó también bastante decidirme a darle una oportunidad a la serie, y no lo hice hasta que ya había finalizado en Estados Unidos, movido por los muchísimos comentarios positivos que leía sobre ella.

Mi falta de interés en ver «Battlestar Galactica» (“BSG”, a partir de ahora) se basaba, simplemente, en que guardaba un bonito recuerdo de la serie original de 1978, que aquí conocimos como “Galáctica: Estrella de Combate”. Teníamos un par de capítulos grabados en una cinta de Beta (sí, en mi casa apostamos por este formato, y en su defensa diré que el cacharro duró doscientos mil años) y siendo muy niños los veíamos una y otra vez. Siglos después la serie salió editada en DVD y entonces nos dimos cuenta de que sólo podías intentar verla desde el cariño, como un ejercicio nostálgico, para intentar evitar en muchos momentos la vergüenza ajena. Pero aún así, cuando me enteré de la existencia de una nueva versión, no sólo pasé olímpicamente sino que además me indigné al descubrir que incluso habían osado convertir a un personaje como Starbuck (interpretado originalmente por Dirk Benedict, el Fénix de “El Equipo A”)… ¡en una chica! Pero una vez vencida esa resistencia inicial, años después, supe cuánto me había equivocado. Y me rendí además ante la evidencia de que la Starbuck que encarna Katee Sackhoff no sólo mola más, sino que es ya, y con todo merecimiento, un icono televisivo. Me embarqué a bordo de la Galactica y devoré la serie durante un verano en pocas semanas. Después vino ese arduo trabajo de intentar predicar la palabra de los Dioses de Kobol entre los míos. Me costó mucho pero lo logré con mi mujer, entonces novia; empezó a ver un poco con desgana la miniserie de dos horas que sirve de capítulo piloto y ya no pudo parar. No pudimos parar, porque decidí acompañarle de nuevo en un viaje que disfruté igual, si no más, que la primera vez. Pero también lo he intentado en alguna ocasión con alguno de mis compañeros en este Cadillac, sin éxito alguno, por lo que este post va un poco por ahí.

Que haya que defender “BSG” esgrimiendo que no es sólo una serie de ciencia ficción puede sonar injusto con un género, en ocasiones, muy respetable. Pero es que así es, pese a que el planteamiento de la serie es parecido al de la original de finales de los 70, aunque con muchas diferencias que la hacen más grande y rica. La Humanidad vive pacíficamente en doce planetas, las llamadas Doce Colonias de Kobol, cuatro décadas después del fin de la Primera Guerra Cylon, en la que unos seres robóticos creados por los humanos se rebelaron contra éstos. Desde entonces se ha mantenido un armisticio durante el cual nadie ha vuelto a saber de los Cylon. La Battlestar Galactica, que participó en aquella contienda, es ahora una inmensa nave que casi se cae a pedazos y va a ser desmantelada. Durante esta ceremonia de “jubilación”, se produce un ataque por sorpresa de los Cylon que prácticamente aniquila a la raza humana y acaba con toda la flota de las Colonias… salvo la Galactica que, irónicamente, al ser vieja y no estar conectada a la red principal de Defensa, consigue salvarse. La Humanidad queda reducida a unos pocos miles de personas que viajaban en ésta y otras pequeñas naves civiles y administrativas, y se ve condenada a huir del despiadado acoso de los Cylon mientras se aferra a una última esperanza: encontrar la decimotercera colonia perdida, la Tierra, aunque nadie sepa a ciencia cierta si en realidad existe o no es más que una mera leyenda.

Los principales cambios que introduce esta nueva versión tienen que ver precisamente con los Cylon, ya que éstos no son de procedencia alienígena, sino creados por los que ahora son sus enemigos, y además han evolucionado sin que éstos lo sepan hasta el extremo de que algunos (doce modelos con infinitas copias) tienen apariencia completamente humana. No son seres cibernéticos, ya que tienen piel, sangre y órganos idénticos a éstos, e incluso la capacidad de procrear. Además, no sólo muchos de ellos pueden vivir infiltrados entre los supervivientes, sino que algunos de éstos son Cylons… y ni siquiera lo saben.

Sobre estas premisas, «BSG» consigue ir mucho más allá de una simple guerra entre dos especies, con batallas espaciales (que las hay, y son espectaculares) y los típicos recursos y preocupaciones del género. Encerrar a la Humanidad en la claustrofóbica Galactica y las desvalidas naves que ésta debe guiar y proteger permite a la serie abordar, con una crudeza pocas veces vista incluso en productos considerados mucho más “serios”, importantes cuestiones sociales, políticas, militares, religiosas y raciales, así como la lucha por los recursos y, en definitiva, por la supervivencia, o el terrorismo (se llega a justificar, o al menos a intentar entender, a los terroristas suicidas, y eso es verdaderamente valiente viniendo la serie de donde viene). Se convierte, por tanto, en un certero y muy lúcido análisis de la actual sociedad post 11-S, destacando algunas de sus virtudes y poniendo en evidencia sus muchísimos defectos y miedos. Además, a lo largo de sus cuatro impecables temporadas, la línea entre buenos y malos, y no hablo sólo de personajes, que también, sino de las dos especies en guerra, se va difuminando de tal forma que llega un momento en el que ya no tiene sentido pensar en esos términos. Y según nos vamos adentrando en el fascinante mundo de los Cylon, éstos se van apoderando del show y adquieren tanta o más importancia que aquéllos con los que, en principio, más nos identificábamos.

“BSG” es también una serie de personajes, grandísimos personajes, interpretados por un reparto en estado de gracia, encabezado por los inmensos Edward James Olmos, como el comandante Adama, y Mary McDonnell, como la presidenta Roslin, para siempre ya una de las parejas más memorables de la pequeña pantalla. Pero la citada Katee Sackhoff, James Callis, Tricia Helfer, Jamie Bamber, Grace Park, Michael Hogan o Aaron Douglas, y podría seguir nombrando prácticamente a todos, componen un elenco redondo que, además, defiende a sus personajes, la mayoría de ellos con muchas más sombras que luces, con uñas y dientes y hasta las últimas consecuencias. Tampoco deberíamos olvidarnos de su oscura, sucia, opresiva y muy creíble ambientación, de sus perfectos efectos especiales o de la magistral música de Bear McCreary (nunca volveremos a escuchar “All Along The Watchtower” de la misma forma…).  También deberíamos mencionar que puede tener algún capítulo un poco intrascendente, pero otros muchos antológicos, y los mejores cliffhangers, con el permiso de “Perdidos”, que se recuerdan.

La gran pena para los seguidores de la serie es que ésta ya terminó. Y lo mejor que podemos decir de ella es precisamente lo mismo, que en vez de dar pie a temporadas y más temporadas estirando su éxito, que fue mucho, sus creadores decidieron concluir el viaje en el momento y de la forma que siempre tuvieron pensado. Esa conclusión, que a algunos decepcionó (y con qué serie no pasa), a mí me pareció emotiva, redonda y perfecta. ¿Cuál es el futuro ahora para los fans de “BSG”? Pues tras el fracaso de su precuela, “Caprica”, que malsubsistió durante una temporada, se habla de otro intento parecido de la cadena SyFy, titulado “Battlestar Galactica: Blood & Chrome”, pero las informaciones al respecto son confusas y poco halagüeñas, ya que podría acabar convertida en una serie de breves capítulos en Internet. Así que lo único que verdaderamente nos queda es que, cada cierto tiempo, sigamos celebrando y revisitando uno de los mayores hitos de la televisión reciente. «Battlestar Galactica» nunca será olvidada.

So say we all.

8 comentarios leave one →
  1. Jorge Luis García permalink*
    05/03/2012 20:46

    Ejem, me doy por aludido. Reconozco que, por más que lo intentaste, nunca supiste dar con la tecla exacta que me activara la necesidad de ver esta serie. Admito que con este post has conseguido más que en todos tus anteriores (y baldíos) esfuerzos, pero es que hay tanto que ver y tan poco tiempo…

  2. peter673 permalink
    12/04/2012 22:10

    Bueno, he descubierto hoy la página y me parece interesantísima.
    Respecto a BSG, sólo puedo decir que casualmente acabo de empezarla (he visto los primeros seis capítulos) y me parece realmente sorprendente la cantidad de temas (de los más particulares a los más generales) y la profundidad (relativa, pero profundidad al fin y al cabo, sin olvidar que estamos en una serie de tv) con que se tratan.
    Y cómo tronaba el sound surround de la peli de Galáctica, madre mía!

    • Rodrigo Martín permalink*
      13/04/2012 2:06

      Hola de nuevo, Peter. Siempre es una alegría para mí ver que alguien se sube a bordo de la Galáctica, que a mí me ha proporcionado tan buenos momentos… Es cierto que «BSG» puede permitirse tratar todo tipo de temas profundamente humanos, con relativa profundidad, porque al fin y al cabo su premisa es reducir a toda la Humanidad a unos pocos miles de personas hacinados en unas pocas naves, en unas condiciones jodidísimas y sometidos a situaciones extremas, que es cuando sale lo mejor y lo peor que llevamos dentro.

      Ya verás como la serie te brindará grandes alegrías. Su primera temporada es cortita, las otras, al ser más largas, tienen inevitablemente algún capítulo de relleno, pero son pocos y sus muchísimos capítulos geniales hacen que el viaje merezca la pena. Para mí, las series no deberían tener más de 12 o 13 capítulos por temporada. Prefiero que me sepan a poco, o que me dejen con ganas de más, que ver cómo tienen que estirar el chicle o dar algún que otro círculo para llegar a los veintitantos episodios previstos. Como te digo, esto con «BSG» pasa poquísimas veces. Qué envidia, lo que te espera por delante… Un saludo!

  3. jose permalink
    26/04/2012 15:51

    Pedazo de series.MARAVILLOSA.La descubri el año pasado por un amigo y es una de las mejores que he visto nunca.A la altura de la HBO. No os vais a arrepentir darle una oportunidad.

  4. trevig permalink
    14/05/2012 20:12

    Me encanto la serie!! aunque cuando la vi en propaganda un poco que no me convencio pero cuando me enganche quede pegado a ella de principio a fin. lei en un blog que saldran unos websodios de battlestar galactica blood y chrome, quisiera saber mas al respecto es decir en que plano de la serie se desarrollara (apriori o aposteriori de la serie)

  5. Rodrigo Martín permalink*
    15/05/2012 14:00

    Hola, jose y trevig, gracias por pasaros por aquí y comentar! Me alegra muchísimo que una serie que terminó en 2009 aún siga captando adeptos, yo también la descubrí cuando ya había concluído su emisión, y el ver las series del tirón, de principio a fin, siempre tiene también un encanto especial.

    Efectivamente, el nivel de la serie es altísimo, pero curiosamente aún hay gente que se resiste a darle una oportunidad, que teme encontrarse con una simple historia de ciencia ficción cuando es mucho más. Como dice trevig, puedes llegar a ver un poco de la serie, alguna escena o incluso un capítulo suelto, y no llegar a engancharte al no comprender lo enorme que puede ser y la cantidad de temas que llega a abarcar, así como la complejidad de sus tramas y lo bien que están hiladas. Es uno de los productos televisivos más redondos que conozco, algunos se sintieron decepcionados con su final pero a mí me parece que le da a toda la historia una coherencia extraordinaria.

    Lo de «Battlestar Galactica. Blood & Chrome» se trataría de una precuela, anterior a la serie. Ya existió una precuela, «Caprica», que no nos dio todo lo que esperábamos y que duró una sola temporada, que se situaba varias décadas en el tiempo antes de lo que conocemos, narrando la creación de los cylons, etc, etc. «Blood & Chrome» se situaría en el tiempo entre «Caprica» y «Battlestar Galactica», en plena guerra contra los cylons, contándonos las aventuras de un joven William Adama. Pero la confusión ha rodeado todo el proyecto desde que se anunció en 2010, y al final parece que su capítulo piloto, de 90 minutos, sí que se emitirá en televisión en SyFy, aún no sabemos cuándo, pero el resto sólo lo emitirán por internet, a modo de webisodios… Una pena, espero que el piloto, del que ya se filtró un trailer espectacular que aquí os dejo (http://youtu.be/0LuoBYpEJkk) tenga suficiente éxito, la serie tenga un gran nivel y podamos verla entera y por todo lo alto en televisión.

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