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¿Quién coño es Escandar Algeet?

10/06/2015

escandar

Había una vez una ciudad, una céntrica ciudad, en la que con ilusión, creatividad y juventud se empezó a fraguar algo en las letras. Habíase además en aquel reino un panorama literario bastante monótono, añejo e injusto. Y en mitad de todo aquello, había un joven (palentino) lleno de historias y talento, con sombrero, barba de tres días y perennes ojeras. Este tipo es uno de los numerosos escritores que hace unos años se propusieron (o quizás ni eso) revitalizar la poesía, una poesía urbana, callejera y canalla. Se llama Escandar Algeet. Y así, a golpe de noches de recitales, publicaciones autoeditadas, litros de conversaciones y sueños, y un buen puñado de valentía, lo consiguieron. La poesía empezó a dejar de ser ese género minoritario y anticuado para una mayoría, para copar los principales estantes de las grandes tiendas de libros; un género en el que hace años se consideraba un éxito vender 200 ejemplares de un título, vio cómo muchas de sus novedades despachaban rápidamente 1.000, 2.000, 5.000 unidades. De repente se abrieron las puertas, fue algo así como liberar tigres blancos, como si se hubiese desatado al animal, como si por fin comenzara a escucharse la música de los planetas (discúlpenme, pero me voy a permitir decir ciertas cosas como ya las ha dicho Casimiro Parker).

Y así, nombres como los de Elvira Sastre, Carlos Salem, Irene X, Dani Orviz, Sofía Castañón o, por supuesto, el propio Escandar, se encontraron con un muy amplio y fiel público que empezó a devorar sus textos, a llenar sus recitales y a inundar las redes sociales con sus poemas. Se convirtieron en algo así como en unos rock stars de las letras, provocando actitudes en algunos casos muy cercanas al fenómeno fan. De ello dieron además cuenta una retahíla de cantautores que, casi por casualidad y liderados por Marwan, vieron en este palo un filón importante, se subieron a su estela, y dieron rienda suelta a sus letras de una forma más cómoda y rentable (al fin y al cabo siempre hay una jaula en cada pájaro). Pero esa es otra historia que ya se cantará en otro momento. Así que vayamos focalizando el texto, que aquí habíamos venido a saber quién coño es ese Escandar Algeet. 

escandar_algeet

Como decíamos más arriba, se trata de un tipo de Palencia que dejó su ciudad natal para, tras una primera parada en Ponferrada para estudiar eso del cine, partir hacia Madrid en busca de nuevas aventuras y saciar unas inquietudes que no terminaban de satisfacerse en aquella pequeña urbe. Esta historia realmente no es demasiado excepcional. Con la idea de hacer cine como primera intención, pronto comenzó a frecuentar ciertos círculos literarios que por aquel entonces tenían en el Bukowski Club su cuartel general. Allí recitó, bebió y vivió. Y si no fue allí sería en cualquier otro sitio de los alrededores de Malasaña donde conoció a Marcus Versus, se gustaron, ambos eran más o menos frutos del desguace, y se convencieron de hacer algo. Marcus Versus comenzaba por aquel entonces (hablo de finales de 2008) la aventura de (intentar) sacar adelante la editorial de poesía Ya lo dijo Casimiro Parker, y sin duda la inclusión de Escandar en su «nómina» fue su primer gran acierto. Sin mucho ruido sacaron en diciembre de 2009 «Alas de mar y prosa», una colección de textos en los que cabía la poesía, la prosa e incluso el guión cinematográfico, y que venía a ser un collage de recuerdos de infancia y juventud, de sus primeras historias en Madrid y de sus últimos desamores. Con un lenguaje directo, a ras de suelo, pero con espacio para los sueños y las pesadillas, el libro fue sorprendentemente comiéndose ediciones (en la actualidad va por la octava). En esta primera entrega se encontraba «Co-razones», un poema muy re-conocido en las redes sociales (que se están convirtiendo en un formidable vehículo para esta nueva poesía) y que en muchas ocasiones se ha adjudicado a Carlos Salem, de quien tomaba un verso en su inicio, confusión que ellos mismos han hecho suya. «Que conozco su voz en formato susurro y en formato gemido y en formato secreto. Que me sé sus cicatrices y el sitio que la tienes que tocar en el este de su pie izquierdo para conseguir que se ría, y me sé lo de sus rodillas y la forma de rozar las cuerdas de la guitarra. Que yo también he memorizado su numero de teléfono pero también el numero de sus escalones y el numero de veces que afina las cuerdas antes de ahorcarse por bulerías».

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Tardó Escandar en decidirse a publicar su segundo libro, que llegaría en 2013, cuatro años después de su debut, bajo el título de «Un invierno sin sol». A pesar de que las primeras páginas entroncan con «Alas de mar y prosa» al continuar relatando los recuerdos de su infancia y adolescencia en Palencia, criado alrededor  de mujeres, plasmando su adoración por ellas, pronto aparece el ‘leit-motiv’ de la obra, una mujer, claro. En una inalterable y valiente primera persona, el autor narra la aparición, el enamoramiento, la separación forzosa, el reencuentro, el desamor, y la separación definitiva. Y todo con un lenguaje natural y desnudo, lo que hace fácil la identificación con paisajes en los que todos nos hemos encontrado y perdido en alguna ocasión. Con estas letras presentaba Escandar su destrozo: «Estas son mis ruinas y esta es mi voz. Un paseo con vistas a los escombros. Si veis al amor por ahí, solo decidle que lo siento. Que el frío se ha hecho ciudad y yo, solo, he aprendido a quemarme. Que la poesía pague los destrozos y su recuerdo sea mi única migaja de calor. Esta es la historia de un derrumbamiento. El infierno hecho paisaje. Mi baile nupcial sobre el lodo. Un invierno sin sol.»

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«Un invierno sin sol» confirmó a Escandar Algeet como uno de los nombres a tener muy en cuenta en el panorama poético, manteniendo el gran ritmo de ventas de su ópera prima y recibiendo en sus recitales a cada vez más seguidores. Ya en plena explosión de este movimiento del que hablábamos al principio, y ya que Berlín no se acaba en un círculo, se decide a tomar el relevo del Bukowski Club y abre en Malasaña junto a Marcus Versus y algún disociado más el bar Aleatorio, que a partir de entonces se convertirá en uno de los puntos neurálgicos de la poesía madrileña. Y llegado el mes de junio de 2015, un doble pequeño salto mortal. Enemigo de hacer las cosas fáciles, pone a la venta de forma simultánea dos nuevos libros: «Y toda esa mierda» y «Ojalá joder». Con el primero narra los acontecimientos posteriores a la ruptura con la protagonista de «Un día sin sol», con el segundo pone el foco fuera de sus emociones por primera vez para fotografiar a una sociedad hecha añicos, ambos textos de nuevo llenos de derrumbes. Así, «Y toda esa mierda» se me antoja como su título más oscuro, melancólico y desolador hasta la fecha. Escandar narra a pecho descubierto un día a día que se plasma desolador, ya con la triste certeza de no poder estar donde quiere, lleno de heridas ni mucho menos cerradas. Y así, con muy poco espacio para pequeños destellos de luz en algún pasaje en su ciudad natal, somos testigos a golpe de poesía y prosa de la soledad y el dolor de un hombre que busca en las letras su válvula de escape. “El precio de la cobardía se mide en promesas, tengo tantos ojalás a los que aferrarme que los trato como puertas abiertas que no se pueden cerrar”. Sin perder el tono, «Ojalá joder» es la radiografía de una generación perdida. La resignación se mezcla con las llamadas al inconformismo, las culpas van para los de fuera, pero también para los de dentro. Con poco espacio para los adornos, Escandar llama al grito entre vómitos, a dejar de ser polvo para convertirnos en pólvora. Y también duele. Avisados quedáis.

ojala joder (2)

Y ya que, como bien dijo aquel, «todo lo que termina, termina mal», voy a acabar esta historia sin cerrarla, sin epílogos, ya que me da a mí que este cuento solo acaba de comenzar. Eso sí, a grandes rasgos, éste es el jodido Escandar Algeet.

escandarfin

5 comentarios leave one →
  1. Maria permalink
    10/06/2015 15:57

    Este tío escribe desde las vísceras con la polla y la razón. Y es tan formidable que hasta da miedo

  2. Niñita Hermosa Vestida De Rosa permalink
    10/06/2015 18:22

    ola serjio!! as encontrado ya a tu prinzipe azul? en ese casamiento, mea legro.
    pero por lo ke a nosotrAs rexpezta…puedes dejarte de cuentos.
    besitos y ke comas perdizes, alahaja…

  3. Fe de Ratas permalink
    10/06/2015 19:01

    Un día son 24 horas. Creo.
    Y un invierno dura lo que tarde un corazón en curarse.

    Mucha mierda…Escandar!* Ojalá joder ;)

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