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«Lovesick»: cómo conocí a mis amantes

12/01/2017

Scrotal Recall

Hay series que, más allá de su mayor o menor calidad, de su más o menos gracia en el caso concreto de las comedias, caen mejor o peor. Y a mí «Lovesick» me cayó estupendamente desde el principio. No se trata de que sea la más divertida, ni por supuesto la más original, simplemente es una cuestión de empatizar con su tono, con sus personajes y con su forma de contar las cosas. Disponible en Netflix, me atrevería a decir que «Lovesick» es la antítesis de otras comedias en teoría más importantes y ensalzadas de esta plataforma, como «Love» y «Master of none», añadiendo a este carro a otras como «Girls» o «Eres lo peor». Así, donde estas pretenden en muchos casos reinventar las sitcoms, descubrir nuevas perspectivas para analizar las relaciones amorosas y, sobre todo, ser originales y tremendamente ingeniosas constantemente, «Lovesick» apuesta por un perfil más modesto, contando una historia ya narrada mil veces, con un planteamiento para nada transgresor y con protagonistas que no buscan demostrar su agudeza y chispa en cada línea de diálogo.

Como no es un título demasiado conocido, vamos a presentarlo un poco por encima, sin spoilers, claro (qué coraje me da tener que avisar de esto en una comedia… pero nos curamos en salud, que hay mucho tiquismiquis suelto). Se trata de una serie británica, en un principio titulada «Scrotal recall» y emitida en Channel 4, que tras una primera temporada de seis episodios fue adquirida por Netflix para, después de asear el nombre, encargar una segunda tanda de ocho capítulos. Y cuenta la historia de Dylan (Johnny Flynn), un joven que descubre que tiene clamidia, por lo que debe de contactar con todas las chicas con las que ha tenido relaciones sexuales para advertirlas, sirviendo este punto de partida como excusa para repasar las distintas aventuras sentimentales de un tipo empeñado en enamorarse y en hacer las cosas siempre del modo más correcto posible. Junto a él, su mejor amigo y némesis, Luke (Daniel Ings), un ligón empedernido, un asaltacamas vanidoso y simplón que sin embargo no produce ningún tipo de rechazo, protagonizando las partes más divertidas e hilarantes. Y el tercer vértice del triángulo es Evie (Antonia Thomas), una adorable joven con la personalidad menos definida y más compleja que sus dos compañeros de piso. Su estructura basada en continuos flashbacks usados para contar las historias amorosas del protagonista, un tipo que a pesar de presentarnos a numerosas parejas irremediablemente tiene el amor más cerca de lo que cree (o incluso desea), no puede sino recordarnos a una de las grandes comedias de los últimos años, la entrañable y demasiado alargada «Cómo conocí a vuestra madre».

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Como decía, el tema de tener que retomar el contacto con sus antiguas parejas/amantes no es más que una mera excusa para conocer el pasado de Dylan, y también el de Luke y Evie, y por ende la evolución de la relación entre Dylan y Evie, trama que poco a poco irá ganando protagonismo hasta convertirse en el principal foco de atención de la serie, al tiempo que los sentimientos van tomando más profundidad e intenciones. Y es que el sí pero no, el ahora yo sí pero tú no, el querer lo que no se tiene cuando y porque precisamente no se tiene, son constantes en «Lovesick» y en la vida, lo que hace que, a pesar de encontrarnos con unos perfiles demasiado tópicos en un principio, con el paso de los episodios sea relativamente fácil llegar a empatizar con ellos, bastante más que con otros tipos más, llamémoslos, realistas, pero que a la postre no tienen prácticamente puntos en común con ningún mortal (me acuerdo de la Hannah de «Girls» o del Gus de «Love», tipos más feos que los todos-guapos protagonistas de «Lovesick», sí, pero no por ello más apegados a la realidad).

A pesar de sus muchas virtudes, la originalidad no es una de ellas. Lo único que mueve ligeramente a «Lovesick» de ser una comedia romántica 100% al uso es su estructura y forma de narrar la historia, de la que ya hemos hablado y que puede emparentarse con «Cómo conocí a vuestra madre». Pero no es esta arquitectura lo único en común con aquel título, ya que la personalidad de ambos protagonistas principales también podría tener muchos elementos en común (aunque sin duda este Dylan es bastante menos hostiable que aquel Ted); además, ambos tienen en su círculo más cercano a un amigo que resulta lo opuesto a él, coincidiendo en que tanto Luke como el inolvidable Barney son los tipos más divertidos de ambas series; y en ambas flota permanentemente la atracción por una de las amigas, tomando Evie por ahora el rol de Robin.

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En los 14 capítulos emitidos hasta ahora, de escasos 25 minutos cada uno, tampoco da tiempo a demasiado más estando, que no se nos olvide, ante una convencional sitcom. Sin embargo, sí que se intuyen evoluciones en varios de los personajes, de una forma desproporcionada y caricaturesca en algunos (ese cuarto amigo de la panda, Angus (Joshua McGuire), el más dibujado a brochazos), y de un modo más trascendente y profundo en otros. Y además está la presencia de «la otra», si bien realmente no es «la otra», aunque a ojos del espectador sí lo sea. Me refiero a Abigail (Hannah Britland) la encantadora (cómo no) chica que más cala en Dylan y que será un nuevo vértice en el triángulo, que se convierte en cuadrado con Mal (Richard Thompson), aunque al final todo es un círculo, o más bien una espiral.

En resumen, que la serie bien podrá parecer a buena parte de los espectadores que se acerquen a ella más de lo mismo (especialmente ahora que estamos tan acostumbrados a encontrarnos pequeñas obras de arte y continuas reinvenciones de la televisión casi en cada esquina de nuestro disco duro), pero a nivel personal a mí «Lovesick» me ha caído bien, he conectado con su tono y he agradecido sus justitas pretensiones, pero a la vez aplaudiendo cómo poco a poco va tomando enjundia y creando un pequeño universo de espejos, miradas y sentimientos. Eso sí, esperemos que no la alarguen casi interminablemente para que luego en dos minutos se carguen a «vuestra madre».

lovesick

 

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4 comentarios leave one →
  1. 12/01/2017 13:17

    A mi también me cayó bien, pero que muy bien, esta serie.

  2. Johannus Puchades permalink
    15/01/2017 17:43

    Os pasais la vida viendo televisión ….

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