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Bunbury: la búsqueda como destino

26/06/2014

 

(Artículo actualizado en octubre de 2018 con motivo de la celebración de los 30 años de carrera de Bunbury)

Hace ya más de 20 años que Héroes del Silencio anunciaron su separación. La banda dejó como legado, además de una legión de fieles seguidores, muy muy fieles seguidores, únicamente cuatro discos de estudio, algo más de media centena de canciones. Sin embargo, todavía hoy buena parte del público aún relaciona a Enrique Bunbury con aquel tipo de voz engolada, pecho al aire y cinta en el pelo, un animal de escenario que era adorado y denostado a partes iguales. Hay también quienes asocian su carrera en solitario con los sonidos cabareteros o con las rancheras, visión casi igual de desafortunada, ya que si algo ha caracterizado la evolución de Bunbury durante todos estos años ha sido el no quedarse anclado en un estilo, la búsqueda, haciendo de ella no un camino, sino el propósito, el destino quizás. Y habrá incluso un segmento de audiencia joven que mirará a este tipo con cierto recelo, metiéndole en el saco de los dinosaurios que se niegan a bajarse del escenario y que se empeñan en vivir de las rentas, en posiblemente la visión más injusta que se pueda tener de él. Por esto, y acumulando ya un bagaje de nueve álbumes (numerosos directos y colaboraciones aparte), más del doble de los grabados con su antigua banda, el maño se ha ganado con creces el derecho a ser juzgado por sus méritos o deméritos al margen de la pesada carga de haber liderado uno de los grupos de rock más importantes de la música española, y además se ha hecho merecedor de al menos el reconocimiento a una carrera, cuanto menos, digna de respetar por cualquiera con los oídos medianamente sanos. De esta forma, os proponemos un recorrido por la discografía en solitario de Bunbury, para lo cual se recomienda encender los altavoces, abrir la mente y olvidarse de prejuicios.

 

 «RADICAL SONORA»
(1997)

Radical Sonora

«Derrumba los muros, abre las puertas,
deshazte los nudos que te sujetan»
Big Bang
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En algunos mentideros se asegura que Bunbury presentó al resto de Héroes este proyecto como el germen de lo que pretendía para el quinto disco del grupo. Que «Radical Sonora» fuera su primer álbum en solitario podría dar cuenta de la respuesta que obtuvo. Sea como fuere, lo que parecía claro era que su primer trabajo al margen de una banda que tan buenos réditos había dejado y a la que a buen seguro aún le quedaba recorrido por delante debía ofrecer algo diferente. Con un cambio de imagen extremo como carta de presentación, el rock clásico y épico de Héroes del Silencio era sustituido por un rock electrónico tan de moda por aquel entonces abrigado de sonoridades árabes que espantaron a una parte importante de sus seguidores. Sin embargo, desnudando a las canciones de toda esa casi provocadora megaproducción llevada a cabo por Phil Manzanera, su esencia no distaba demasiado de lo que había estado sirviendo hasta el momento, temas poderosos de guitarras afiladas y crípticas y combativas letras. Esto es especialmente relevante en temas como «Negativo», «Contracorriente» o «Servidor de nadie». El vídeo del primer single, «Salomé», parecía casi un desafío a sus fans.

Estos seguidores que pusieron el grito en el cielo, que hacían de cada concierto de esta época casi un duelo con el artista, un combate entre un púgil intentando defender su nueva propuesta a golpe de loops contra una audiencia que arremetía pidiendo las canciones y la vuelta de Héroes, tuvieron su clavo ardiendo en «Alicia (expulsada al país de las maravillas)», el segundo single y verso suelto del disco. Una espléndida canción que dejaba la experimentación para su tramo final y que podría entroncar con las hechuras de la desaparecida banda..

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 «PEQUEÑO»
(1999)

pequeño

«La misma cara, la misma suerte, las mismas ganas de siempre«
Algo en común
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Despojado ya de toda presión, Bunbury dio un nuevo giro a su carrera con «Pequeño», disco en el que ya no quedaba ningún resquicio de Héroes. Aquí comenzaba verdaderamente su nuevo camino, su nuevo personaje, Bunbury convertido en un auténtico crooner. Haciéndose él mismo cargo de la producción por primera vez, sin sonrojo hacía uso de violines, cajones, castañuelas o incluso palmas flamencas. Incluso las letras, enigmáticas y a veces indescifrables hasta ahora, se mostraban al fin transparentes y accesibles. Presentando el disco con «El extranjero», canción de corte portuario, de tintes balcánicos y de mensaje reivindicativo, aquellos que seguían reclamando la furia de antaño ya se dieron por vencidos, pero a cambio ganó para la causa a otra buena oleada de seguidores que ya no le abandonarían en su diferentes acometidas.

En el disco se incluía uno de los más grandes clásicos de su repertorio, una de esas canciones que ya valen una carrera. «Infinito» se presentaba como una arrebatadora ranchera-blues de gran carga dramática a la que difícilmente uno se podía resistir.

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Reconocido durante muchos años por el propio autor como su disco preferido, en él se acompañaba por primera vez de El Huracán Ambulante, una potente banda que dotó a su sonido de una gran personalidad. Comandada por su inseparable Ramón Gacías a la batería, los vientos, las cuerdas, los teclados, la percusión, todos los elementos llegaron a forjar posiblemente la mejor alineación de músicos con la que haya contado Bunbury.  De ello daba buena cuenta en «PEQUEÑO CABARET AMBULANTE», el disco en directo grabado en su adorado México en el que plasmó su nuevo sonido y que es un inmejorable retrato de las posibilidades que se le abrían una vez destapado el tarro de las esencias.

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«FLAMINGOS»
(2002)

Flamingos

«Pagamos el peaje y tenemos todos los semáforos en verde a la vez»
 El Club de los Imposibles
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El tercer disco de Bunbury en solitario, «Flamingos», significó su vuelta al rock, al «rock bastardo», como el propio cantante definió a esta nueva colección de canciones que hasta ahora ha sido su cenit de popularidad y éxito más o menos masivo. Nueve meses de producción, canciones con más de un centenar de pistas, colaboraciones por doquier y unas letras a corazón abierto dieron como resultado un reluciente trabajo del que quedaron para la posteridad joyas como «Sácame de aquí», «Sí», «Enganchado a ti» o «Lady Blue», posiblemente, junto a «Infinito», su gran hit en solitario hasta la fecha, una composición deudora de la inconmensurable «Space Oddity» de su venerado David Bowie, y en la que hacía un guiño al «chico que observaba el infinito».  Cerraba el disco «…Y al final», un vals con el que acababa los conciertos de esta gira, una canción en la que la banda se mostraba en todo su esplendor en directo y que, rescatada posteriormente ya sin la presencia de El Huracán Ambulante, se quedaba sin parte de la magia que le aportaba esta banda. La extraordinaria y extensa gira quedó plasmada en «UNA CITA EN FLAMINGOS», un DVD en el que quedaban plasmados dos conciertos, uno a pecho descubierto en las Fiestas del Pilar de su Zaragoza natal y otro más íntimo en el Palacio de Congresos de Madrid.

El gran estado compositivo en el que se encontraba se refleja en «BIZARROS», una recopilación clandestina de maquetas que incluía canciones que nunca llegaron a ver la luz de forma oficial, pero por cuya calidad alguna de ellas bien hubiera merecido mejor suerte.

Pero aún había más. A finales de 2003 se encerró un par de semanas en una masía junto a Shuarma, Morti y Carlos Ann para, en forma de experimento (experimento sociológico lo llaman en Gran Hermano), componer y grabar lo que allí surgiera, a dúo, en trío, como fuera, eso sí, siempre dando buena cuenta de ciertas sustancias «revitalizantes». De esa unión salió «BUSHIDO», un disco irregular, como no podía ser de otra forma, aunque con un puñado de canciones más que dignas, y alguna que otra amistad rota (aunque recuperada con el tiempo). Y es que al parecer, por la propia dinámica compositiva de cada artista, se formaron durante aquellas grabaciones dos grupos bien diferenciados: Bunbury+Ann vs Shuarma+Morti. De los temas con el sello de Bunbury destacaba la crepuscular «Desmejorado», tema que ha rescatado en más de una gira..

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 «EL VIAJE A NINGUNA PARTE»
(2004)

El viaje a ninguna parte

«Que tengas suertecita, que te conceda la vida cada día lo que mereces»
Que tengas suertecita
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Con su cuarto disco, Bunbury volvió la mirada a Latinoamérica para rendir un homenaje a una tierra y unos sonidos que a partir de entonces impregnarían buena parte de su cancionero. Sus viajes a lo largo y ancho del continente forjarían un disco en el que proponía precisamente eso, un recorrido por las sonoridades panamericanas.  El doble disco peca quizás de exceso de duración, aunque bien es cierto que su concepto invitaba a ello. No obstante, como pasa en muchos discos dobles, una ligera criba de temas, dejando el total quizás en 14-15, le hubiera hecho firmar posiblemente el mejor disco de su carrera.

«Que tengas suertecita«, quizás uno de sus singles más desafortunados, abría paso a «Los restos del naufragio» y a la extraordinaria «El rescate»..

Aparte de los corridos, tangos, rancheras o vals peruanos, Bunbury también dirigía su mirada a Norteamérica, concretamente a Nueva Orleans, dejando retazos de gran belleza en «Carmen Jones» o «La chica triste que te hacía reír», composiciones con las que abría aún más su abanico de géneros.

Tras una larga gira quiso dar un paso más y se sacó de la manga el «FREAK SHOW», un espectáculo circense con el que recorrió algunas ciudades, carpa «al hombro», un concepto de show multidisciplinar en el que cabía hasta la lucha mexicana. Acompañado por Carlos Ann, Iván Ferreiro, Nacho Vegas, Adria Puntí y Mercedes Ferrer, la gira-capricho marcó un punto de inflexión en su carrera. Los elevados gastos que tuvo que afrontar le llevaron a tener que realizar una segunda manga de conciertos «al uso», bajo patrocinio de una gran firma, obligados conciertos que tuvieron su repercusión. A mitad de tour, sintiéndose cual funcionario atado a unas obligaciones alejadas de toda creatividad artística, optó por romper la baraja al deshacer El Huracán Ambulante y cancelar los últimos shows programados. Si esta decisión ya fue impopular y vista como un ataque de «estrellitis», el hecho de que en la última fecha prevista abandonara el escenario a mitad de concierto aquejado por una enfermedad lastró su imagen y parte de la reputación que se había forjado en los últimos años..

Tras el accidentado final de gira y el fulgurante despido de El Huracán Ambulante, Bunbury se retiró una temporada a La Habana. De su estancia allí saldrían dos nuevos e insospechados proyectos, uno inminente y otro que se descubriría con el tiempo, uno para recuperar la creatividad y confianza perdida y otro para…dejémoslo en cerrar heridas, o al menos esa fue su versión.

Así, se plantó el El Puerto de Santa María bajo las órdenes del productor Paco Loco para hacer un disco a dos voces, un mano a mano, con Nacho Vegas, «EL TIEMPO DE LAS CEREZAS».  Una unión a priori sospechosa y antinatura. Uno provenía del mainstream y otro del indie más sectario. Uno era todo exceso interpretativo y el otro casi susurraba los versos. Quizás fuera ese choque de estilos, unido a una más que notable colección de canciones, lo que hizo que de esa colaboración saliera un gran trabajo, de exquisita producción, y, si bien los temas de Nacho Vegas resultaban bastante más inspirados, al maño le sirvió para sacudirse el polvo y volver a mirar al infinito (guiño).  Aparte de cinco conciertos en México DF, el disco se presentó en España en una única actuación en el Liceu de Barcelona, un show que por calidad no quedará para la posteridad (las sustancias «revitalizantes» le pasaron un mala factura a Nacho Vegas), pero que por su peculiaridad cabe reseñar..

El segundo de los proyectos antes mencionados era el regreso de Héroes del Silencio en lo que sería bautizado (poco originalmente) como «TOUR 2007». Una noticia que a esas alturas ni los más optimistas seguidores del grupo ya esperaban. Después de años y años renunciando a esta posibilidad, incluso renegando muchas veces de esa época, con una enemistad más que enquistada con Juan Valdivia, guitarrista y segunda «cabeza pensante» de la banda, el anuncio de diez conciertos en España y Latinoamérica supuso para sus seguidores una avalancha (permítanme la licencia) de emociones e ilusión. Aquellos conciertos fueron lo que fueron. Una celebración, un multitudinario karaoke (casi 100.000 personas en el último de ellos, en el Circuito de Cheste), un cerrar heridas, un terminar bien la obra y una estratosférica recaudación de dinero.

(Me iba a resistir a poner vídeo de aquellos conciertos, por eso de que se trata de un post de la carrera de Bunbury en solitario, pero qué demonios, tengo que brindar «En brazos de la fiebre», por la carga simbólica de la letra, por lo emocionante de su puesta en escena y porque es una canción cojonuda)..

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«HELLVILLE DE LUXE»
(2008)

hellville deluxe

«Soy un explorador solitario que perdió la brújula y el mapa«
El hombre delgado que no flaqueará jamás
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Armado con una nueva banda (Los Santos Inocentes la bautizaría posteriormente), de nuevo con Phil Manzanera a la producción y con un retorno a los sonidos eminentemente rockeros, «Hellville de Luxe» significaba el regreso de Bunbury a la primera línea. El sencillo de presentación, «El hombre delgado que no flaqueará jamás», era un acercamiento al Dylan más fronterizo, una canción llena de intenciones que confirmaba su buena forma. Por otro lado, con este disco empezó su colaboración con el realizador Alexis Morante, quien desde ese momento se hizo cargo de prácticamente todos sus vídeos, convertidos a partir de entonces en impresionantes acompañamientos visuales para las canciones..

Si bien el disco no resultaba tan potente o duro musicalmente como se vendió en un principio, sí que supuso un agradecido acercamiento a los clásicos norteamericanos como el ya mencionado Dylan, Tom Waits («Todos lo haremos mejor en el futuro»), Nick Cave («Si no fuera por ti») , Johnny Cash («Aquí») o Leonard Cohen («Canción cruel»).

Tras la pertinente presentación del nuevo trabajo en España y Latinoamérica con un espectáculo más que notable, la banda realizó una serie de conciertos en pequeñas salas de Estados Unidos, retomando la conquista de ciudades a lomos de furgoneta, gira cuyos entresijos fueron grabados para un futuro documental. Mientras tanto, ahí queda una doméstica captura de «Bujías para el dolor», una de las grandes del Hellville, en directo desde Los Angeles..

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 «LAS CONSECUENCIAS»
(2010)

las consecuencias

«Las consecuencias son inevitables«
Las consecuencias
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El siguiente disco de Bunbury, bajo el precioso título de «Las consecuencias», significó su disco más calmado e intimista hasta la fecha. Una colección de canciones a fuego lento, algunas de ellas bajo un manto de cuerdas y con importante presencia de las guitarras acústicas que, aunque el propio Bunbury lo creía como un trabajo que no conectaría con muchos de sus seguidores, se convirtió en uno de los favoritos.  El single «Frente a frente» era una estremecedora versión del clásico de Jeanette a dúo con Miren Iza, cantante de Tulsa. Sin embargo, a título personal, es el segundo sencillo la gran obra maestra del disco y quizás una de las mejores canciones de toda su carrera. «De todo el mundo» se convierte en una declaración de intenciones a corazón abierto. Y dice, y suena, así:.

Las reminiscencias beatles de «Ella me dijo que no», el country-folk de «Lo que mas te gustó de mí» o «21 de octubre», la rabia en la poderosa «Es hora de hablar»… el disco acoge un buen puñado de grandes canciones, además con una ajustada duración (uno de los defectos de Bunbury es la falta de concreción de los discos, a los que casi siempre les sobra algún tema), lo que hace de «Las consecuencias» su obra más compacta y coherente, y uno de sus mejores álbumes. En medio de las baladas y medios tiempos, a mitad de disco irrumpe «Los habitantes», un rock brillante en el que el guitarrista Jordi Mena se luce con un gran riff y un espectacular punteo; este fogonazo a priori no encajaría mucho en el concepto del disco, pero sin embargo sirve como punto de respiro, como una mirada al exterior entre tantas introspección, como abrir la ventana para que entre algo de aire,  además de que imagino que una canción así le quemaría en las manos y no se podría resistir a publicarla..

El punto flaco de esta etapa estuvo en una gira un tanto fallida. El disco pedía a gritos otro tipo de conciertos. Salas pequeñas, aforos reducidos y una revisión de antiguos temas. En cambio, optó por una línea más continuista, abriendo los shows con algunas canciones de «Las consecuencias» para a continuación realizar el greatest hits habitual. En concreto, en Madrid, el intentar convertir en pleno diciembre el Palacio de los Deportes en un espacio acogedor y cálido, con la pista llena de butacas y sin pantallas, para a la media hora estar atacando «El extranjero», resultó realmente incomprensible. Quedó plasmado el tour en el álbum «GRAN REX», grabado en Buenos Aires, y en el que se desprende una energía extraordinaria, con unos Santos Inocentes en plena forma.

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«LICENCIADO CANTINAS»
(2011)

licenciado cantinas

«Escucha, mi vieja linda, escucha lo que te digo«
Llévame
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El siguiente paso de Enrique Bunbury sería su primer disco de versiones. De nuevo mirando a Latinoamérica, se propuso una recreación de parte del cancionero popular panamericano, desde Agustín Lara hasta Atahualpa Yupanqui. Temáticamente el álbum pretendía una conceptualidad un poco cogida con alfileres, retratando la ficticia historia del Licenciado Cantinas, desde su enamoramiento, pasando por una etapa de felicidad con la amada, hasta el inevitable desengaño amoroso.  Musicalmente el disco resultaba excepcional (siempre que se case con estos estilos), gracias en parte a ilustres colaboraciones de gente como Eliades Ochoa, Dave Hidalgo o Flaco Jiménez, entre otros, auténticas leyendas por aquellos lares, pero también virtud de Los Santos Inocentes, que quizás son quienes mejor parados salieron de esta aventura. Hasta ahora se habían mostrado como un correcto grupo de acompañamiento, una buena banda de rock, pero sin la personalidad de aquel Huracán Ambulante. Es ahora cuando dan un paso al frente, demostrando que pueden vestirse con otros trajes, que pueden atacar sin rubor otros estilos, y que pueden llevar a cabo las inquietudes de Bunbury, ya que hasta ahora su colaboración se había limitado a los discos más clásicos de Enrique..

 

Bunbury se empeñó en asegurar que no se trataba de un disco de transición, pero realmente con el paso del tiempo quedará así. Un disco curioso, una buena recreación de clásicos populares pasados por su filtro, con un estilo tex-mex muy interesante, una nueva visión de Los Santos Inocentes, pero no estará nunca entre los favoritos de ningún seguidor. Prueba de ello es que en su siguiente gira, el Palosanto Tour, (damos un segundo al >>FF), únicamente se mantiene una canción en el set list (<<RW). La gira de aquel disco sin embargo sí tuvo como virtud precisamente todo de lo que adoleció el tour de «La consecuencias», es decir, un espectáculo concreto, personal, ceñido al disco, coherente. Tiramos de nuevo de grabaciones anónimas a lomos de smartphone para recordar una de las cinco noches que actuó en La Riviera madrileña (con la presencia de hasta tres conductores de El Cadillac Negro)..

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«PALOSANTO»
(2013)

palosanto

«Despierta, todo ha cambiado, nada es como habíamos imaginado»
 Despierta
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Y nos plantamos en su último disco hasta la fecha, «Palosanto», del que en su día este rincón ya publicó una inmejorable crítica que se puede re-disfrutar aquí, un pretencioso trabajo lleno de altibajos, su álbum más social, una llamada a la revolución, que nuevamente se queda a medias, o mejor dicho, peca de falta de freno. Si bien temas como «Despierta», «Destrucción masiva» (ésta deberíais enseñársela a vuestros hijos), «Más alto que nosotros sólo el cielo», «Nostalgias imperiales», o «Los inmortales» sí podrían tener un nexo de unión, otros cortes como «Mar de dudas», «Hijo de Cortés» o «Plano secuencia» no encuentran bien su acomodo, a pesar de que, personalmente, esta última quizás es de las más sobresalientes del lote. El sonido y la producción esta vez tienen como eje ciertas reminiscencias a Pink Floyd, y él mismo aseguraba que había pretendido acercarse esta vez a los sonidos europeos (si es que eso realmente existe), aunque la vena latina vuelve a asomar levemente en algunos pasajes..

Para la presentación de «Palosanto» se preparó el espectáculo audiovisual quizás más ambicioso de su carrera, un concepto de show a la altura de un artista ya reconocido a nivel internacional, sin escatimar en medios, y que queda plasmado en el videoclip de «Salvavidas», una atmosférica y preciosa balada en busca de la revolución personal, una mirada al interior para, desde ahí, pretender la rebelión hacia fuera. Esta gira quedó plasmada en un nuevo disco en directo, «MADRID ÁREA 51», posiblemente uno de los menos ineludibles de su discografía y en el que su mayor aliciente se encuentra en las colaboraciones de Quique González e Iván Ferreiro y en las renovadas reinvenciones de «El Club de los Imposibles», «Contracorriente» o la «heróica» «Deshacer el mundo»..

Bunbury, colaborador infinito e incansable, plasmará esta faceta en dos nuevos proyectos: el disco en vivo «HIJOS DEL PUEBLO», donde quedaba registrada para la posteridad una breve gira que hizo por México junto a Andrés Calamaro, y la doble caja «ARCHIVOS», donde se reunían todas sus colaboraciones, caras b y rarezas en una gozada de regalo para sus incondicionales. Su siguiente paso, que llegó en medio de estos dos lanzamientos, fue también un disco en directo, pero radicalmente opuesto al anterior. Y es que el unplugged para la MTV «EL LIBRO DE LAS MUTACIONES» sirvió para que Bunbury se reencontrase finalmente  con el legado de Héroes, abrazando un buen número de composiciones de la legendaria banda y pasándolas por el barniz de su nuevo estilo, un estilo que se presentaba sutil pero tremendamente elaborado y preciosista, en las antípodas de lo que podría ser un unplugged al uso, y que analizamos en estas líneas. propiciando además una gran gira de celebración.

 

«EXPECTATIVAS»
(2017)

«Un hervidero de pensamientos, alimento para los leones»
 La ceremonia de la confusión
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Y tras 30 años de carrera a sus espaldas, Bunbury parece haber encontrado el respeto casi unánime de público, crítica y profesión, y buena parte de la culpa de ello lo ha tenido «Expectativas», un disco maduro, inteligente, arriesgado y muy muy bueno, que ya fue diseccionado amplia y maravillosamente en este texto. Continuando con la línea apuntada (pero no definida) en «Palosanto» de mirar al presente y al futuro musical y menos a las raíces, Bunbury entrega un disco absolutamente contemporáneo, en el que musicalmente los sintetizadores y un novedoso saxo toman el protagonismo cedido por las guitarras, sin dejar de ser un disco de rock, para mostrarse más crítico y social que nunca. El disco encontraba la concrecion que le faltó a «Palosanto», dejando además himnos casi instantáneos como «Cuna de Caín», «Parecemos tontos» o «La actitud correcta», acercándose en esta casi más que nunca al glam.

 

Pero además de las incontestables, el álbum reunía otras composiciones de «segunda fila» (nunca de relleno) pero igualmente atinadas como «Bartleby» o «Al filo de un cuchillo», con ecos a PJ Harvey y Depeche Mode, respectivamente, y una inmensa canción de amor, quizás la más bella tonada que haya compuesto hasta ahora el maño, la universal «La constante».

 

El camino que tome a partir de ahora Enrique Bunbury vuelve a ser una incógnita. Todo apunta a que su deuda con el pasado ya está saldada y que su búsqueda en las raíces ya se dio por concluida, teniendo el foco más en el futuro, en abrir él mismo el camino que seguramente otros recorrerán después. O quizás ese gusto por Nueva Orleans, sonido del que ha ido salpicando sus discos en determinados momentos, o las vertientes  blues y soul, poco presentes en su carrera hasta ahora, podrían ser también carreteras por explorar en un nuevo volantazo a su música. Lo que es seguro es que los versos de «Contradictorio», el tema con el que cerraba «Pequeño» y que era una auténtica declaración de intenciones, continúan vigentes y seguirán siendo su camino: «Y si ayer dije blanco y mañana de un salto me paso a lo negro, no lo veas extraño, aún ando buscando dónde me quedo».

bunbury

(Por si todas estas letras no te han convencido aún, te proponemos un recorrido sonoro por su carrera a través de las versiones en directo que ha dejado de sus canciones más representativas y/o importantes en sus numerosos discos en vivo, y esto ya debería ser definitivo).

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33 comentarios leave one →
  1. 30/06/2014 2:32

    Que GRAN mega reseña. Se agradece de corazón la dedicación que le has puesto.
    Bunbury, que personaje! Creo que los comienzos de su carrera en solitario son brillantes pero el tipo no logró reinventarse en el éxito luego de «Flamingos». Se creyó genio tras este álbum, con «El viaje a ninguna parte» comenzó a tropezar y a caer en una escarada auto complacencia, como quien constantemente se canta a si mismo.

    Luego el retorno con Heroes por el mero dinero, «Hellville de luxe» del que solo rescato ciertas canciones y los golpes hacia todos lados. «Las consecuencias» íntimo (a mi tb me encanta como álbum), un disco de versiones y ahora uno de rock/pop que no deja claro nada salvo ser un compilado de estilos.

    Ha pasado demasiado desde su mejor momento y desde ahí lo hemos tenido a goteos, cayendo constantemente en la auto parodia y siendo devorado por el personaje. Ahora, con todo, lo queremos y respetamos, es un grande.

    Gracias nuevamente por tremenda reseña.
    Saludos!
    Esteban
    http://politomusica.blogspot.com

    • Sergio Almendros permalink*
      30/06/2014 13:05

      muchas gracias por tu comentario. yo también creo que le cuesta cerrar los discos, pero no desde flamingos, ya que éste también me parece que sería más redondo con 2-3 temas menos.

    • 23/06/2015 9:24

      la mayoría de los fans que siguieron a bunbury desde sus principios dicen que flamingos es su mejor disco, me encanta ese cd,pero me gusta mas el viaje a ninguna parte, es verdad que es un disco que coquetea con lo «comercial», pero tiene grandes canciones como el rescate, la chica triste que te hacia reir y coincido en la reseña, pudo ser su mejor disco, pero peco de extenso; creo que tiene música para muchos gusto y quiza es por eso que a algunos que los seguimos a veces nos decepciona un poco, en lo personal su cd mas flojo me parece las consecuencias, licenciado cantinas es aparte, es un cd de covers

  2. César permalink
    02/07/2014 14:05

    «Licenciado Cantinas» sí que es uno de mis discos favoritos de Bunbury, es una demostración más de su maestría a la hora de arreglar las canciones y hacerlas suyas.

    • Sergio Almendros permalink*
      02/07/2014 23:53

      si antes digo que ‘Licenciado Cantinas’ no será el disco favorito de nadie…. lógicamente cada uno es dueño de sus preferencias, todas respetables, faltaría más.
      Un saludo César

      • gabriel permalink
        14/10/2014 4:29

        hola sergio comparto contigo licenciado para mi es un disco tributo a latinoamerica … el mismo lo dice….. y bueno para mii el disco q mas gusta es el “Hellville de luxe” y “Las consecuencias”

    • Anónimo permalink
      03/07/2014 16:27

      Guao!!

      Eso iba yo a poner. De hecho licenciado cantinas me encanta de principio a fin. Claro, puedo entender que al auyor no le guste el estilo musical del disco, pero de que es excepcional, lo es…

    • vicky Fonseca permalink
      04/09/2016 23:21

      De acuerdo contigo, fué muy criticado por este trabajo, pero a mi me encantó la sonoridad y arreglos que hizo, aparte, es un homenaje a Latinoamérica y sus compositores, yo lo veo como algo que quiso hacer primero porque le gustan estas canciones y segundo como para dejar plasmado para la posteridad las canciones arregladas por él y tercero como lo dije arriba, un homenaje a Latinoamerica y sus compositores.

  3. 07/07/2014 21:33

    Licenciado cantinas ha permitido descubrir pequeñas joyas de la música, sin embargo creo que no es para todos.

    • Sergio Almendros permalink*
      09/07/2014 12:38

      en mi opinión es un disco de transición, de fondo de armario que dirían otros.

  4. Paola permalink
    09/07/2014 3:58

    Me encantó el final con esa frase de Contradictorio.. La frase perfecta para definir a Enrique.

  5. Sergio Almendros permalink*
    09/07/2014 12:39

    gracias paola! por ahora sí, sigue siendo el señor contradicción. y que no cambie!

  6. gabriel permalink
    14/10/2014 4:36

    para mi bunbury tiene discos para todo gusto ….. ehhh aunque yo prefiero escucharlo en plan rockero….. noto y siento que “Hellville de luxe” se aserca mas a lo q era heroes para mi.. estare equivocado?¿?¿?¿ espero su opinion de todos ustedes y de ti sergio ….
    saludos….

    • Sergio Almendros permalink*
      14/10/2014 12:01

      hola gabriel, gracias por dejar tu comentario. a mi particularmente el disco en solitario de bunbury que más se me asemeja a lo que hacía con héroes es radical sonora. un saludo

  7. Javier Romero permalink
    22/10/2015 21:45

    Muy buena reseña… emocionante!
    Creó que todos tenemos un concepto diferente de el maestro Bunbury, desde mi punto de vista ha sido un personaje magnífico que ha acaparado la atención de muchas y diversas generaciones y gustos musicales pero siempre ha sido sobresaliente su trabajo, creó que aunque no se ha establecido en un sólo género ha sabido transportar a sus seguidores a lo largo de cada uno de sus cambios siempre dando salpicaduras de el mejor Bunbury que todos hemos conocido. Es lo que hace especial a Bunbury su lado cambiante, es lo q lo hace radical, es una figura en la que muchos de nosotros nos reflejamos. El disco más sobresaliente sería Flamingos para mi gusto pues fue donde se despegó de la sombra de Héroes del Silencio. Ame el tour 2007

    • Sergio Almendros permalink*
      22/10/2015 21:50

      gracias por tu aporte.
      difiero en tu opinión sobre flamingos, yo creo que pequeño fue el disco de la ruptura definitiva.
      un saludo

  8. Anónimo permalink
    23/10/2015 0:41

    Como seguidora desde hace tiempo de Enrique, agradezco el tiempo y la pasión con que escribiste el articulo, en definitiva cada uno tendremos nuestro disco preferido, y creo que eso es lo que Enrique busca al ser tan «contradictorio» que sus seguidores amen o odien su trabajo, ahora con el MTV apunto de salir y en el que reinvento totalmente el himno de «la Chispa adecuada» ya leí mas de un comentario en el que odian esta versión, realmente se le agradece el gusto por reinventar temas con los cuales todos ya lo vemos como parte de nuestro día a día, para mi siempre será Bunbury, el único artista del cual tengo todos y cada uno de sus discos, siempre buscando… Gracias a ti hoy daré un repaso por los discos y buscar eso que me ha echo que ame tanto su carrera !!

    • Sergio Almendros permalink*
      23/10/2015 0:46

      a mí la versión nueva de la chispa me ha encantado. me alegro de que hayas disfrutado con en texto. un saludo

  9. Sergio permalink
    30/10/2015 10:39

    Todos los discos tienen joyas ocultas, TODOS en mi opinión.
    Pero si solo se puede rescatar un par de ellos, Pequeño y Flamingos son discos que perdurarán muchos años.

    • Sergio Almendros permalink*
      31/10/2015 16:37

      que perdurarán…y que han perdurado, que ya tienen su tiempo. aunque contrariamente a lo que pensaba en su día, creo que está aguantando mejor el paso del tiempo ‘flamingos’ que ‘pequeño’.
      un saludo tocayo

  10. Margy permalink
    19/10/2018 21:57

    Me sumergí por un instante en esos 30 años de música impredecible y la vez hipnotizante, excelente reseña

    • Sergio Almendros permalink*
      19/10/2018 21:59

      muchas gracias por tu comentario margy.
      celebramos que te haya gustado el texto.
      por aquí seguiremos estando.

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