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Las luces de la redacción se encienden en “The Newsroom”

27/06/2012

(ALERTA SPOILER: Revela detalles de su capítulo piloto, pero no tantos como para arruinaros el visionado de los 75 minutos del episodio. Creo.)

Iba a comenzar este post asegurando, con una convicción absoluta, que el estreno de “The Newsroom” el pasado domingo fue uno de los acontecimientos televisivos del año. Luego me di cuenta de que ya me sonaba haber dicho eso antes, y revisando ‘mis notas’ comprobé que, bien en este blog o en otros sitios, ya mencioné lo mismo a la hora de hablar del regreso de “Mad Men”, o del de “Juego de tronos”… Qué diablos, ¿puede alguien negarme que el arranque de la quinta y última temporada de “Breaking Bad”, el próximo 15 de julio, no será uno de los acontecimientos del año? Pues eso. Así que, pensándolo con calma, el ‘problema’ no es exclusivo de mi falta de recursos lingüísticos, que también, sino de esta maravillosa época dorada, que arrancó hace más de una década, que hace que tengamos entre manos un buen puñado de extraordinarias series que son ya historia viva de la televisión. Por supuesto, aún es pronto para decir si “The Newsroom” entrará a formar parte de este selecto club o se quedará, como tantas, por el camino, pero cualidades tiene para que al menos su estreno haya sido uno de los más esperados de la temporada. Y básicamente se resumen en dos: Aaron Sorkin y HBO.

Ahora es cuando cometo una nueva osadía, igual o peor que haberme atrevido a escribir sobre “Juego de tronos” sin haber leído los libros de George R.R. Martin. No he visto “El ala oeste de la Casa Blanca”, ni “Studio 60”, ni “Sports Night”. De hecho, sobre todo la primera, por supuesto, están en mi lista de mayores (y más imperdonables) causas pendientes. Aún más inexcusable es que estoy convencido, por los consejos de gente cercana y por la opinión general que he leído por ahí, de que esas series son ‘para mí’. Pero claro, uno intenta llevar el ritmo de la actualidad televisiva, que es vertiginosa y casi inabarcable, quiere también ser fiel a esas series que llevan años acompañándole e ir saldando además sus deudas con aquéllas históricas que hace tiempo que debería haber visto, y de paso, no sé, tener una vida, y es complicado. Y esos 156 episodios de “El ala oeste” son, de momento, una montaña a la que uno aún tiene miedo a enfrentarse. Por eso, mi conocimiento del universo de Aaron Sorkin se limita, como el de tantos, a “La Red Social”. Si nos centramos en la HBO, ahí sí que tengo algo más de bagaje, como otros muchos millones de personas, así que tampoco es para presumir. Pero no, en El Cadillac Negro no podíamos permitirnos ignorar el desembarco de “The Newsroom”, por lo que ha sido antes de su estreno, por lo que hemos visto que, de momento, es, y por lo que podría llegar a ser. Y por el tremendo revuelo que está causando, sobre todo al otro lado del Atlántico. 

“The Newsroom” puede analizarse como serie, cosa que intentaremos hacer más adelante, pero también como fenómeno. Y en este sentido se hace necesario leer las reseñas en los medios norteamericanos, que mayoritariamente se han cebado con ella. El crítico Hank Stuever, del Washington Post,  asegura que “está repleta de un incesante parloteo”, mientras que James Poniewozik, de la revista Time, la califica como «intelectualmente autosuficiente». Emily Nussbaum utiliza en el New Yorker adjetivos como “gritona”, “santurrona” o “pésima” y la acusa de “tratar a la audiencia como si fuera profundamente estúpida”… Vaya tela, esto es sólo una muestra pero es más que suficiente. Intento superar mi ignorancia con un poquito de investigación, y ahí es cuando descubro que Sorkin no es un tipo querido precisamente por todos en Estados Unidos, que ha tenido alguna salida de tono en más de una entrevista, que es un ferviente defensor del partido demócrata, con lo que esto significa en un país más polarizado que nunca, y que además su estilo, denominado ‘walk and talk’, tiene muchos ardientes detractores. Pues muy bien, esto me obliga a coger con pinzas los reproches a su más reciente creación y a afrontar, con el alma más limpia y pura posible, el primer capítulo de la serie, titulado “We Just Decided To”. Que, por cierto, ha tenido una audiencia excepcional para los parámetros de la televisión por cable norteamericana, con 2,1 millones de espectadores, sólo cien mil menos que el piloto de “Juego de tronos” y convirtiéndose, además, en el tercer mejor estreno en la historia de la HBO. El récord lo marca «Boardwalk Empire» (que también fue vapuleada por el New Yorker), con unos inalcanzables 4,8 millones de espectadores.

Lo primero que quiero destacar es que su arranque me parece excepcional, diría que memorable. El periodista Will McAvoy, al que da vida un perfecto Jeff Daniels, participa en un foro universitario pero, a diferencia de sus compañeros en el evento, inmersos en un feroz intercambio de opiniones, permanece callado y distraído, afectado por algo que preferimos no revelar. McAvoy trabaja para la cadena ficticia ACN (Atlantis Cable News) y basa su buenísima reputación en que siempre se ha mostrado como un informador neutral, alejado de toda polémica. Cuando una chica del público pregunta a los presentes “por qué Estados Unidos es el mejor país del mundo”, los otros dos tertulianos responden con rapidez, pero también con simpleza. Él, por su parte, intenta echar balones fuera primero con una broma y luego, ante la insistencia del moderador, aliándose con desgana con lo ya dicho por los presentes. El conductor del acto vuelve a exigirle una respuesta sincera, y ahí es cuando estalla, levantando la voz para decir que “Estados Unidos NO es el mejor país del mundo”. Pueden imaginarse las reacciones. Ojos llorosos, caras de incredulidad, manos temblorosas a la cabeza… Uno puede incluso imaginarse a la gente en sus casas llorando desconsoladamente en sus sillones, abrazados a las barras y estrellas, y yo no puedo evitar figurarme entre ellos a nuestro amigos Stuever, Poniewozik y Nussbaum. Pero McAvoy/Sorkin aún va más allá, y de forma un tanto vehemente pero muy fundamentada, les endosa a todos los presentes una larga disertación con sólidos argumentos que defienden su punto de vista, aunque se le termina yendo la mano, ataca a sus compañeros en el evento y humilla incluso a la joven inocentona que formuló la pregunta.

Tras esta polémica intervención, cualquiera podría pensar que estamos ante el fin de su carrera, pero por el momento sus jefes deciden mandarle tres semanas de ‘vacaciones’ y gestionan el escándalo como pueden, argumentando que se encontraba bajo los efectos de un medicamento para el vértigo. A su regreso, descubre que su productor ejecutivo, Don Keefer (Thomas Sadoski), le ha abandonado y se ha llevado con él a todo su equipo… Pero aún hay alguien que confía en él, uno de sus jefes, Charlie Skinner (Sam Waterson), que de hecho tiene grandes planes… aunque estos pasen por recuperar como productora ejecutiva a MacKenzie McHale (tela con el nombrecito), interpretada por Emily Mortimer, ex compañera profesional y ex algo más de McAvoy. A éste, como ya nos imaginábamos, el invento no le hace ninguna gracia. Y hasta ahí puedo leer. El resto del (brillante) reparto principal se completa con John Gallagher Jr., Alison Pill, Dev Patel (el protagonista de “Slumdog Millionaire”) y una Olivia Munn que, por desgracia, no se dejó ver aún en el capítulo piloto, mientras que también hará su aparición en el futuro, como personaje recurrente, toda una leyenda como Jane Fonda.

Entonces, ¿existe todo ese parloteo, mientras la gente corre de un lado para otro, con teléfonos y papeles en la mano, que tanto parece sacar de quicio a algunos? Por supuesto, pero al fin y al cabo, si es la marca de la casa, por qué no iba a ser así. ¿Parecen todos extremadamente inteligentes, y cuesta seguirles mientras teorizan sobre lo divino, lo humano y lo más divino todavía, sobre todo cuando le has echado un par de huevos y te has atrevido a ver el episodio con subtítulos en inglés? Pues también, pero no veo incompatible que se pueda disfrutar con las punzantes reflexiones de esta sala de redacción y hacerlo también con la espontaneidad de Jesse Pinkman o Debra Morgan, o con la sobriedad y contención de Don Draper. El capítulo, dirigido por Greg Mottola («Supersalidos», «Adventureland», «Arrested Development») tiene muchísimo ritmo, casi da miedo pestañear para no perderse nada importante, está salpicado con gotas de un muy oportuno sentido del humor, y la forma en la que nos revela en qué mes y en qué año transcurre en realidad la acción es realmente ingeniosa. La presentación de los personajes, para mí, también es modélica, y ya sabemos de qué pie cojea cada uno. Éstos nos han caído simpáticos, éste de momento será analizado con lupa para saber si realmente acabaremos odiándole, éstos otros nos han resultado entrañables… y la pareja formada por Daniels y Mortimer tiene todas las papeletas para seguir echando chispas, regalándonos en el futuro muy buenos momentos.

Ciertamente, es pronto para juzgar la serie sólo por su capítulo piloto. ¿Realmente, habríamos llegado a intuir la grandeza que iban a alcanzar “Los Soprano” o “The Wire” viendo sus primeros episodios? ¿Y no hemos visto también unas cuantas series que, tras un arranque brillante, han acabado hundiéndose en el fango con el paso de los capítulos? Pues no digo más. Las luces de la redacción acaban de encenderse, y la próxima semana yo al menos seguiré atento a la pantalla, aunque me replantearé lo de los subtítulos, para ver qué nos sigue deparando esta “The Newsroom”. Quién sabe, quizás dentro de unos años estemos hablando de una joya televisiva y, echando la vista atrás, podamos decir: “Yo estuve allí, desde el principio”.

9 comentarios leave one →
  1. 29/06/2012 12:05

    Me la apunto. Tiene una pinta estupenda la review. Aunque claro, eso de la mejor serie… Complicado, siempre. Yo me quedo con The Wire.

    • Rodrigo Martín permalink*
      03/07/2012 16:19

      Compañero Alex, «The Wire» podría ser también para mí, la mejor serie de la historia… Aunque amo tanto «Los Soprano»… Yo personalmente lo dejaría en un empate, con otras muchísimas joyas siguiéndolas muy de cerca. A «The Newsroom», de momento, la iré siguiendo para ver en qué se convierte finalmente. Aún no he visto el segundo capítulo, pero intentaré ir más o menos al día con ella para volver a escribir un post cuando termine esta primera temporada, y así hacer una valoración con algo más de fundamento. Un saludo y nos seguimos leyendo!

  2. Tamara de Lempicka permalink
    02/07/2012 15:26

    Yo también le voy a dar una oportunidad, aunque estar a la altura de muchas de las mencionadas ya es de por sí un tanto complicado (pero bueno cosas más difíciles ha habido, ¿o alguien se imaginaba hace unos años la final España-Italia que vimos ayer? OMG, ¡qué nivel!)

    El problema es que nos estamos acostumbrando a tal calidad y excelencia en las series de TV que lo que antes veíamos hasta con alegría e interés, ahora nos puede parecer mediocre, siendo en ocasiones injustos con muchos productos que son bastante decentes. Siempre se ha dicho que las comparaciones son odiosas, y más cuando los referentes con los que se enfrentan las nuevas series que salen cada temporada, son ya «totems» de la ficción televisiva de los últimos años. Y es que ha habido mucho y muy bueno en la última década.

    A mí lo que más me chirría del conjunto es Jeff Daniels, un actor al que le tengo una especial manía porque es capaz de meterse tanto en películones como en bodrios de tercera (a todos nos vienen títulos de los dos extremos a la cabeza) y siempre con la misma cara bovina. No sé, hay algo en él que me convence, pero igual va en ésta y me sorprende, aunque los prejuicios -casi siempre faltos de toda base, razón y/o justificación- sean difíciles de borrar. Me veré el piloto y a ver qué «feeling» me da. Igual se convierte en otra de mis series preferidas…o no. Será dificil que Will MacVoy le quite a Don Draper el sitio en mi corazón ;-)

    Saludos, Rodrigo.

    • Tamara de Lempicka permalink
      02/07/2012 15:29

      «…No sé, hay algo en él que NO me convence…»; se me fue la tecla :-)

    • Rodrigo Martín permalink*
      03/07/2012 16:31

      Hola, Tamara, qué bueno tenerte por aquí de nuevo! Como le decía más arriba a Alex, intentaré llevar la serie al día para escribir sobre ella en cuanto termine la temporada, y para entonces supongo que tendré bases mucho más sólidas para juzgarla… El piloto sí me dejó buena impresión y me animó, al menos, a seguir viendo qué es lo que pasa por esa redacción.

      En cuanto a Jeff Daniels, yo directamente es un actor al que siempre he ignorado bastante, por supuesto que es hiperconocido pero no creas que he visto muchas cosas suyas. En este caso, me gustó, mucho, en la piel de Will MacAvoy. Creo que ha podido encontrar un gran papel, no sé si el de su vida, aún es pronto para decirlo, para poder lucirse y reivindicarse en sus años de madurez, como les pasa a muchos. Eso sí, compararle con Don Draper es una cosa que a mí no se me habría ocurrido ni en sueños!! :-). De hecho, llevamos apenas un par de semanas alejados de nuestra agencia de publicidad favorita y ya parecen siglos, cómo se les echa de menos…

  3. Lilly permalink
    12/07/2012 18:30

    Enhorabuena, después de ver los primeros capítulos de la serie, me alegro de que se le haya dado luz verde a The Newsroom como nuevo proyecto conjunto de Sorkin y HBO. Me parece que el programa tiene mucho potencial, habrá que ver qué resulta.

    • Rodrigo Martín permalink*
      12/07/2012 20:55

      Hola, Lilly, bienvenida. El (bendito) ajetreo del verano y las vacaciones me he impedido, de momento, haber visto más allá de su capítulo piloto, pero prometo que me pondré al día a tiempo para volver a escribir sobre ella con motivo del final de temporada. La buena recepción de sus primeros capítulos y el hecho de que HBO ya la haya renovado para una segunda temporada son, en cualquier caso, muy buenos augurios. Un saludo!

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